Al cumplirse 43 días de la desaparición forzada de 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapa, México, el Procurador General declara que; según versión de autores materiales, dichos jóvenes fueron asesinados, incinerados y sus cenizas, o los que de ellas queda, esparcidas en el rio. Explicación cruenta que revela el estado de descomposición de la sociedad mexicana, sus instituciones, su gobierno. Comparable, con cierta distancia, a las desapariciones forzadas de la Venezuela puntofijista, al Chile pinochetista o a las fosas comunes colombianas, de Uribe, pero mucho más cercanas, a los asesinatos de grupos terroristas como talibanes, Al Queda o al temible y despiadado Estado Islámico.
Triste sociedad, hoy 43 días después de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas, el mundo sabe poco o nada de la realidad cruel e inhumana que se vive en México. Al inicio de la búsqueda aparecen alrededor de 30 cadáveres, en fosas comunes, su data de muerte es de hace tres meses, no son parte de los normalistas, ¡son desaparecidos anteriores!. El Estado en su accionar paraliza la acción, no es conveniente una búsqueda en profundidad, los 43 sólo es una puerta, pequeñita, del atroz y sangriento historial jamás contado del México lindo y floreciente. Se comenta que durante el Mandato anterior, de Felipe Calderón, los desaparecidos se calculaban en 200 mil. ¿Y los organismos de DD HH dónde están? ¿Dónde está la preocupación del Congreso y el gobierno de los EE UU?, México es vecino y socio comercial importantísimo. Y los actores, deportistas, ¡Oh!, periodistas y sus agencias informativas, colombianas, mexicanas, estadounidenses, ¿dónde están? ¿Qué dicen hoy?
Simple, hoy los periodistas Patricia Janiot, Glenda Omaña, Fernando del Rincón, hacen mutis. CNN México, Atlanta, canaliza la acción de ocultamiento, en defensa del gobierno y en detrimento de los jóvenes desaparecidos. Las agencias de propaganda y sus heraldos de la muerte no se interesan por la acción de justicia, por los reclamos del pueblo. Sólo callan o incriminan a los desaparecidos y a los que por ellos reclaman justicia, actúan como parte de los autores intelectuales. ¿Por qué? Como mercenarios al servicio imperial norteamericano defienden al gobierno mexicano, primer socio en acuerdos de libre comercio con EE UU.
Extraño y degradante, hoy el “valiente” Fernando del Rincón, mexicano y en México, no se atreve a estar en la calles, a reportar la acción de su pueblo, no clama JUSTICIA. Sólo calla, detrás está como en otras partes del mundo, el accionar terrorista de los Estados Unidos de América y sus grupos de Poder. México y Colombia son firmantes de importantes tratados de libre comercio con EE UU. Tanto en Colombia como en México, las fosas comunes y desapariciones forzosas son crímenes de Estado, de Lesa Humanidad que muestran lo corrompidas que están sus instituciones, el poder gubernamental y sobretodo, la falta de progreso y bienestar resultante de los tratados de libre comercio.