En Maracay sucedió un operativo policial que aún está envuelto en el misterio. Las fuerzas del orden tomaron el Barrio San Vicente causando un número de muertos, heridos y presos desconocidos para la opinión pública, y no sabemos si la Fiscalía y la Defensoría tiene los datos. El misterioso operativo ha producido una discusión importante alrededor de los derechos humanos. Veamos.
Las tesis son, principalmente, dos:
Una, postula que los derechos colectivos están por encima de los derechos individuales y que se justifica cualquier acción si conduce a la “preservación de la paz colectiva”. Esta opinión es sostenida por el gobernador de Aragua y sus aláteres. Se expone en artículos en Internet, y con un robot que difunde por miles en twitter pretenden dar legitimidad social al fascismo.
Nosotros, en el aradoyelmar.blogspot.com sostenemos que los derechos humanos, individuales o colectivos, deben respetarse siempre, no hay justificación para violarlos. La violación de los derechos humanos en nombre de cualquier razón es, sin dudas, el inicio del camino al fascismo, nunca ha traído la paz; al contrario, en nombre de la paz colectiva se han cometido muchos crímenes, se han justificado genocidios.
Es larga la lista de jóvenes venezolanos asesinados que (encapuchados o no) lanzaban piedras a la policía de la cuarta en una especie de intifada. A estos jóvenes se les asesinó en nombre de la paz colectiva, del libre tránsito por la Plaza Venezuela, por ejemplo.
Es larga la lista de asesinados (conocidos y desconocidos), de violaciones a los derechos humanos que hizo la cuarta, podemos recordar los derechos de Jorge Rodríguez, de Fabricio, de Lovera, todos violados en nombre de la paz colectiva.
Los cadáveres enterrados en “La peste” denuncian el fracaso de la paz colectiva.
Es larga la lista de desaparecidos en el cono sur, de hijos arrancados de sus madres, de madres asesinadas, todos en nombre de la paz colectiva.
Es larga la lista de recluidos en el Estadio Nacional de Chile, de torturados y desaparecidos por Pinochet, todo en nombre de la paz colectiva.
Los gringos han masacrado pueblos, lanzado bombas atómicas sobre civiles, derrumbado gobiernos legítimos (Husssein, Gadafi, Lumumba), todo en nombre de la paz colectiva.
Ayer nomás, el país se solidarizaba con Palestina agredida por el sionismo internacional, masacrada en nombre de la paz colectiva.
La paz colectiva ha servido más a la crueldad que a la paz.
El camino de la violación de los derechos humanos comienza con la persecución de los llamados delincuentes, entonces nadie protesta; "es por la paz colectiva", gritan las viejas encopetadas y los pelucones, asienten los plumíferos y aduladores. Luego, la persecución se desliza a los politicos, la diferencia es sutil, “políticos presos o presos politicos”; los aduladores asienten y los intelectuales se hacen los pendejos. Después, la mira se posa en las minorías, son los indocumentados, esos no tienen derechos humanos, nadie los protégé; “no son humanos”, dicen los afirmadores de la doctrina de la paz colectiva. Al final, la sociedad se percata de que está gobernada por nazis capaces de justificar los hornos contra el pueblo judío, o las razzias contra los palestinos, y todo comenzó con unos pródromos, unos operativos inocentones.
Ese camino terrible está siendo, sin dudas, transitado en Aragua. Y frente a las alertas, los insensatos irrumpen tapando, maquillando los hechos y atacando a los que alertan, lo que hace más grave la situación.
Llamamos una vez más a la reflexión. Lo de Aragua debe detenerse, debe investigarse para que no ocurra más, la doctrina de la seguridad colectiva conduce al sionismo. El fascismo infesta hasta a las mejores familias, se debe estar siempre alertas…los derechos humanos son de toda la humanidad, no pueden estar confinados a ninguna colectividad.
¡Viva Chávez!