Acuso a la Real Academia de la Lengua Española de querer matar a Ché y a Chávez. En complicidad y por anuencia del rey de España se quiere asesinar la memoria de Ernesto Che Guevara y de Hugo Chávez.
A la España monárquica y subimperialista que cumple órdenes del imperio del capital y de su asiento político y militar en los Estados Unidos de Norteamérica, no hay quien le aparte de la obsesiva idea de asesinar, definitivamente, la memoria de esos dos gigantes revolucionarios nuestroamericanos, que consumieron sus vidas en la lucha por la liberación de la humanidad y la construcción del socialismo.
Ambos líderes revolucionarios fueron asesinados en sendas emboscadas, en las que aplicaron dos estrategias diferentes, pero, mediante ellas, lograron el mismo fin de exterminarlos físicamente. Muertos Ernesto y Hugo, los planes para asesinarlos como memoria, como símbolos, como significados hechos íconos, se profundizaron a gran escala.
Campañas de banalización, de cosificación y mercantilización de sus figuras, fueron desplegadas por el mundo hasta objetivarlos y reservarlos para los ventorrillos. Al heroico guerrillero caído en la emboscada de la quebrada de Yuro, en Bolivia, muerto, le cortaron las manos y escondieron su cadáver. Al poco tiempo estaba hecho zarcillos, cedenitas, franelas y gorras que competían con muñecos de disney o warner. Igual pasaría con el defenestrado Hugo Chávez: su mirada impresa en franelas se convertiría en otra de no sé que banales muñecos de cartones adormecedores, de esos que se transmiten por la televisión mundial.
Lo cierto es que quieren matar a Che y a Chávez y la Real Academia de la Lengua Española (lengua que se sabe no existe. Lo que existe es una monarquía con ese nombre, que denomina "español" al idioma que robaron a sus colonizados de Castilla, al tiempo que se lo impusieron a países en exterminio, como el Vasco, el Catalán, Galicia, Asturias y otros de los "pertenecientes" a la corona hispana) hace lo suyo para intentar lograrlo.
Con anuencia del rey de españa, a la real academia le da la real gana de suprimir la "ch", y ahora les viene de perla el que más nunca se pueda escribir los nombres de Che ni de Chávez, porque ambos tienen una letra "inexistente" en su construcción. Ché se escribe ahora "Ce" y Chávez se escribe "Cávez". Por lo que, sin sus nombres, las figuras heroicas de los líderes del mismo movimiento revolucionario nuestroamericano, que se expande por todas partes como esperanza de un nuevo mundo posible, quizá consigan frenarlo en el campo de lo simbólico.
La reflexión puede parecer rebuscada y rayana en la locura. Lo que no es un absurdo es que el capital persigue, tortura, asesina a sus enemigos de clase, a las y los revolucionarios y lego les pretende aplicar la más letal de sus acciones: la de matar la memoria, la de asesinar los símbolos, los signos y sus significados.
Puede parecer exagerado, pero eliminar la "ch", como la "ñ" del alfabeto castellano, además de una acción retrógrada que devuelve al idioma castellano a los tiempos anacrónicos del siglo XVI, es también una forma de matar a la lectura. Y una forma -por extensión- de matar las "ches" emblemáticas e insustituibles de dos inmensos referentes del antiimperialismo, la descolonización y la lucha por el socialismo. De matar en el lenguaje simbólico a nuestros inmensos líderes Che y Chávez.
Tampoco en lo simbólico la canalla pasará. Pero, si lo siguen intentando, nuestro deber es detenerlos, vencerlos. La batalla es fundamentalmente cultural y simbólica. Difícil, pero unidos venceremos.