Señor presidente, uno lee y oye los comentarios a veces positivos y a veces negativos sobre las decisiones que usted toma en defensa del pueblo, y cada quien le agrega, le quita, tergiversa, acomoda, según sus intereses. Sabemos que, en su afán de que la población se entere de lo que usted se propone, respecto a la OLP, ha dejado en claro, cuales son los propósitos de tal operativo, a quien va dirigido, de que forma se realiza, quienes participan, cuales son las orientaciones respecto a los derechos humanos, entre otras cosas.
Nos enteró que, se trata de luchar contra el paramilitarismo, contra la droga, contra la delincuencia en general, y ha hecho llamados a todo el país, a las organizaciones sociales a apoyar y mantener activamente las OLP, con la intención de establecer el nuevo modelo para combatir la delincuencia y establecer la paz. Lo importante es que usted cree que es lo correcto y eso, hace suponer que usted conoce las formas de hacerlo. Es mas, ha exigido respeto a los derechos humanos en general y de las comunidades que tienen derecho a la vida y al compartir. Sin embargo, a propósito de derechos humanos, quienes opinan lo hacen como si solo existieran los derechos humanos individuales.
Presidente Maduro, para tranquilidad de la Derecha, de los detractores, diga al pueblo y repita a quienes le adversan el operativo liberación del pueblo(OLP), que el mismo, no tiene nada que ver, ni esta inspirado, por idiosincrasia y por ética con la forma en que los gobernantes de Singapur acabaron con la delincuencia.
Por cierto, es bueno citar que, Singapur antes de 1960, era una de los países más violentos del mundo y tenia uno de los más altos índices de criminalidad y uno de los lugares de mayor tráfico de drogas. Había impunidad y malos manejos del gobierno. Era una ciudad sin orden y con un gran índice de tráfico de influencias. En la década del 2.000, el terrorismo y los homicidios eran uno de los mayores problemas de inseguridad que tenía esa sociedad.
En el 2004, al llegar al poder Lee Hsien Loong, se produjeron grandes cambios que se pueden catalogar represivos y radicales, pues atacó fuertemente las drogas, la corrupción y las violaciones de la mujeres, lo que produjo una reducción fantástica de la inseguridad, siendo actualmente uno de los países más seguro del Asia. Se adoptó la pena de muerte (La Horca) y el trabajo forzado para los criminales confesos, narcotraficantes y violadores probados siendo los reincidentes condenados a muerte. Pero el gobierno fue más lejos todavía, se decretó que toda figura pública corrupta (políticos, policías, militares, etc.) fueran condenado a muerte siempre y cuando se contaran con pruebas sólidas que los involucraran.
Cuento esto, para que los detractores del operativo, reflexionen y comparen que lo que se pretende hacer acá en Venezuela, esta muy lejos del carácter represivo y radical del gobierno de Singapur. De hecho, algunos organismos de Derechos Humanos, consideran que ese modelo es restrictivo, y con tonos autoritarios en lo jurídico, aun cuando las medidas lograron forzar un cambio de postura en la conducta del ciudadano, y crear valores entre la población para la seguridad de sus habitantes. Por su parte Amnistía Internacional reprocha sus métodos de justicia para ejecutar delincuentes.
Entonces señor presidente dígale al pueblo, a la opinión pública, al opositor, al opinador, etc., que su OLP, no pretende derrotar la delincuencia con ejecuciones a través de métodos violentos, ni instaurar la pena de muerte como en Singapur, dígale que se trata de adecentar el país, se trata de rescatar los valores que otros países con sus intromisiones han degradado, se trata de evitar la metástasis que puede ser determinante del caos en el país. Con solo decir eso o lo que usted considere dentro de lo correcto, puede ser que encuentre gente mas reflexiva que piense que en Venezuela se necesita del concurso de todos para rescatar el país bueno que todos queremos.
http://contralaapostasia.com/2013/03/17/como-singapur-resolvio-el-problema-de-la-delincuencia/
