Mesa técnica de seguridad un error

Recientemente el Ministro de la Seguridad (Interior y Justicia), a raíz del caso Faddoul, y como forma de solucionar el problema de la inseguridad en el país, propuso, quizás de buena fe pero erráticamente, un “Mesa Técnica de Seguridad”, con el fin de solucionar tan importante y complejo problema. La idea de esa mesa técnica, según las palabras del Ministro, es buscar una solución concertada, es decir, con todos los sectores del país, incluida la oposición golpista (La cual es ella toda), dicha mesa técnica conllevará a la elaboración de la ley de policía nacional y la reforma penal, no integral, sino minimizada a los delitos de secuestros y homicidios y otros de naturaleza cruel.
Creo que el Ministro, en realidad no sabe en donde está parado, con todo el aparataje técnico-policial que maneja (Acuérdese caso Velásquez Alvaray donde hizo denuncia alegre) y con todo el personal que le cuesta un ojo de la cara a la nación. El problema del Ministro es político, ya que no tiene ni la mas leve idea de lo que es un proceso revolucionario y mucho menos lo que es la materia de seguridad desde una concepción revolucionaria, a la cual a el le toca dirigir. Y todo ese personal técnico-policial y profesionales que tiene, todos son elementos de mentalidad Cuartarepublicana y esa es la principal causa del “fracaso” (Al decir de la oposición), si es que existe tal fracaso en la política policial del gobierno.

¿QUÉ SE DEBE HACER?

Independientemente del slogan populista “la seguridad es un problema de todos” que bien pudiera ser una consigna de una Alcalde o Gobernante Neo-Fascista como el de New York o California, en nuestro gobierno bolivariano revolucionario, la seguridad es un problema de los bolivarianos revolucionarios.
Es un problema de los bolivarianos revolucionarios, por dos razones, primera (Que es la segunda en importancia), porque es a los bolivarianos a quienes les compete brindar la seguridad jurídica, penal, física y de bienes a los ciudadanos; y la oposición apuesta (Y hace todo lo posible y no dejará de hacerlo) a cada segundo a su fracaso; y lo segundo (Que es lo principal) es que los bolivarianos no tenemos todavía una idea y ni tan siquiera una concepción en la materia penal-policial-penitenciaria desde una óptica distinta a la Huberiana (Director CIA guerra fría) o de policía represiva clasista, aquella que solo reprime y castiga delitos susceptible de ser cometidos por los pobres y criminaliza la lucha anticapitalista.
Primero, en mesa redonda, debemos sentarnos los bolivarianos para definir unas líneas maestras de lo que debemos hacer en materia del crimen tanto en su prevención como en su represión; esto tiene que ver con leyes penales las procésales como las sustantivas (Delitos y Penas), las leyes administrativas de policía y las penitenciarias.
Lo anterior incluye definir que tipo de tribunales penales requerimos, que tipo de jueces necesitamos, que delitos debemos definir en esta etapa revolucionaria como los mas peligrosos para la estabilidad del gobierno bolivariano, así como los delitos mas lesivos a la sociedad realmente, no los fantasmas que nos han impuesto las concepciones Huberianas.
Como conclusión a lo anterior y como sostén del error que significa el convocar una mesa técnica de seguridad “amplia”, sin tener definido bien, nosotros unas ideas matrices en materia policial, penal, penitenciario, en líneas generales de combate al delito y por el orden publico.
Sin tener definido nosotros, claramente el ideal de unas ciencias penales y criminológicas nuestras; esa mesa técnica de seguridad, en donde van a estar expertos criminólogos de la derecha que están clarísimos en su ideal Huberiano, las conclusiones de esa mesa serán contraproducente para la revolución y la derecha terminará imponiendo su criterio dominante. Lucha sin cuartel (En donde el valor vida no vale) en contra del delito y el delincuente de la pobrecia y la coartada o despenalización completa para el delincuente de cuello blanco, y sobretodo para un tipo de estos delincuentes que son los enemigos de la revolución; el conspirador financiado y/o entrenado por el Imperio para sembrar la desestabilización social, económica, psicológica y política en el país.

ALGUNAS IDEAS MAESTRAS PARA TENER UNA POLÍTICA CRIMINAL BOLIVARIANA REVOLUCIONARIA.

Un error, entre muchos otros, que tiene esa mesa técnica convocada por el Ejecutivo, es que mira solamente hacia el aspecto policial, el cual es importante, pero no es el único. El problema penal esta muy ligado en Venezuela, al aspecto de los tribunales, de la Fiscalía, de las escuelas de derecho tanto penales como criminologicas y de las policías propiamente dichas, todo este mundo está monolíticamente dominado por una macoya (Intelectual-policial) de concepción Huberiana y la misma es peligrosa porque sabe donde está parada y sabe lo que está haciendo y sobretodo, sabe lo que quiere; en contraposición tenemos a un Ministro de Policía, a un Fiscal General, a una intelectualidad penalista en la UBV (Si es que se les puede denominar como tal) y a una Sala Penal “Bolivariana” que es todo lo contrario a esa macoya Huberiana.
Las ideas maestras serian:
1) Una reforma penal debe clasificar a los delitos en mayores y menores. Esta clasificación seria el parteaguas para la organización de los tribunales, de la Fiscalia y de las Policías.
2) Los delitos mayores serian el terrorismo de imperio y traición a la patria, los delitos económicos cometidos por los banqueros y capitalistas y no por los usuarios y/o consumidores, corrupción, narcotráfico, homicidios, secuestros, tributarios y las estafas y robos superiores a US$ 1.000-2.000. Los delitos menores serian los comunes inferiores a la cantidad anterior y delitos municipales, transito, etc. Los delitos mayores competen a un tribunal de instancia con jurados y los menores a tribunales de parroquia o comunales y los jueces pueden ser legos y de elección popular.
3) Se debe reforzar una Policía Nacional, con una Escuela Nacional de Policía, para el combate a los delitos mayores y las policías regionales y locales les tocará enfrentar a los delitos menores por lo que no requerirán de armamento letal. Asimismo las cárceles deben clasificarse por igual, las de máxima seguridad o nacionales para los delincuentes de delitos mayores; y cárceles locales y regionales para los delitos menores; al igual que las penas serán largas para los mayores y cortas con beneficios para los delitos menores.
4) Aunque hay que dar respuesta inmediata al delito, su combate debe verse mas como un correctivo a una desviación social que como una tara que hay extirpar y que la sociedad está en guerra en contra de ella, cual es la concepción Huberiana que impulsa la cultura de la muerte y el exterminio.
5) La acción policial debe estar subordinada a la acción social del estado, debe verse como un brazo mas que ejecuta una parte de la acción social del estado y no como un ente que está en guerra en contra de la sociedad y por arriba de ella con fines de sembrar el terror y la muerte como lo ideó “brillantemente” Edgar J. Hubert, en los 40-50-60 en USA y cuyo modelo ha sido transmitido a las policías de las Colonias.


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Francisco Sierra Corrales


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