Ley de Impunidad Criminal

Sigue el forcejeo de la extrema derecha criolla empujando por alcanzar su más anhelado sueño (y su más vehemente promesa electoral): la liberación de su ejército de criminales y asesinos procesados por la justicia venezolana.
 
La derecha fascista sigue con su agenda de presión para aprobar la inmoral ley de amnistía. Esta ley marcaría el mayor hito de impunidad (RAE: “cualidad de impune”, que “queda sin castigo”) en toda la historia política venezolana. La derecha y sus agentes en la Asamblea Nacional desean frenéticamente liberar a cuanto criminal y asesino haya salido del seno de sus filas, siempre con la fracasada intención de derrocar al Gobierno Bolivariano y arrasar con el pueblo Chavista.
 
El RAE define la amnistía como el “Perdón de cierto tipo de delitos, que extingue la responsabilidad de sus autores”. El término proviene del griego oamnestia, y significa olvido. Desde el punto de vista legal se asume como la “extinción de la responsabilidad penal” y los criminales pasan a “considerarse inocentes por desaparición de la figura delictiva”. Es decir, se basa en un perdón generalizado que se confiere a los perpetradores de un delito.
 
En nuestro país, “Decretar amnistías” es competencia de la Asamblea Nacional, tal y como está señalado en el artículo 187 (numeral 5) de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Por eso entre las prioridades de la derecha, en su asalto al poder legislativo, está lograr la inmediata liberación de todos sus criminales sometidos al sistema de justicia.
 
Ya han salido a la luz pública varios borradores o propuestas para esta ley elaborados por distintas organizaciones afines a la derecha. No tiene ningún desperdicio el proyecto presentado por el Foro Penal Venezolano, por el descaro y loa a la impunidad que allí se pretende aplicar. Más que “Reconciliación Política” (término utilizado con total desatino, porque esta ley solo beneficia a una parcialidad, a los sectores violentos) allí lo que se pretende es legitimar y santificar todos los intentos golpistas, paros y ataques ejecutados contra nuestro pueblo. Es un exabrupto legal, moral, ético y humano contra las miles de víctimas de las locuras y disparates realizados por la derecha en los últimos 15 años.
 
No sorprende que entre sus supuestos redactores-asesores figuren Allan Brewer Carías, célebre “autor” del monárquico decreto que ungió a Carmona Estanga con todos los poderes del Estado (Un tres en uno Ejecutivo, Legislativo y Judicial) durante el Golpe de Estado contra el Comandante Chávez en el año 2002 (Golpe que la derecha amnésica pretende negar); y aparece también Asdrúbal Aguiar, devenido en empleado-secretario de una secta satánica mayamera (llamada IDEA), la cual agrupa a unos vetustos y tarifados expresidentes de extrema derecha de España y América Latina, los cuales viven permanente y exclusivamente dedicados a hostigar y atacar al gobierno venezolano. Puras estrellitas cuyo odio, miserias y sed de venganza sale a relucir en cada párrafo y artículo de su pretendida ley.
 
Veamos detenidamente (pañuelo en la nariz) lo que intenta imponer esta derecha desvergonzada y alucinante en su cacareada “Ley de Amnistía y Reconciliación Política”:
 
En el primer artículo aspiran que la Amnistía se aplique “a favor de todo preso o perseguido político, en relación a las situaciones y delitos, faltas o infracciones, cualquiera que sea su naturaleza, que hayan derivado, estén vinculadas o sean consecuencia de los sucesos de trascendencia nacional enumerados en el artículo 12, en general desde el primero (1º) de enero de 1999 hasta la promulgación de esta Amnistía”. Casi nada. Sin humildad, ni redención, ni vergüenza desean la impunidad de los crímenes que realizaron en acciones planificadas y dirigidas por ellos mismos, sin atención a los daños causados y los muertos y heridos generados.
 
En el artículo 2 proponen con total descaro “la extinción, a favor de personas privadas de su libertad o perseguidas por motivos políticos, de su responsabilidad civil, penal, administrativa, laboral, disciplinaria o tributaria, mediante la finalización definitiva de las investigaciones, procesos, procedimientos, penas o sanciones”. El más absoluto descaro. Este es un tratado de impunidad, solo posible en la retorcida mente de la extrema derecha. Según las pretensiones fascistas, nadie de la derecha quemó ni destruyó nada en todo el país, sus terroristas y francotiradores no son responsables de haber matado y herido a docenas de ciudadanos en sus protestas violentas. Nos acabamos de enterar, con esta pretendida nueva jurisprudencia, que las hordas fascistas de la extrema derecha no son más que una bandada de graciosos ángeles y querubines, con licencia para destruir y matar. También incluyen en la medida a los que hayan incurrido en pequeñas travesuras como “traición a la patria, subversión, complot, conspiración, rebelión civil o militar, instigación a delinquir, o a la desobediencia de las leyes, agavillamiento, asociación para delinquir”.
 
En el artículo 12 realizan una detallada relación (autoconfesión) de todos los actos criminales ejecutados por la derecha en los últimos 15 años y a los cuales denominan impúdicamente “acciones de persecución política que hayan derivado de los siguientes acontecimientos de trascendencia nacional”. Los sesudos letrados de la derecha confiesan por escrito sentirse responsables y querer la impunidad para los autores materiales e intelectuales de: “1) Los sucesos ocurridos entre los días 11, 12, 13 y 14 de abril de 2002 (la cobardía no les da para llamarlo Golpe de Estado) y en la plaza Francia de Altamira, en 2002 y 2003; 2) el paro nacional desarrollado entre 2002 y 2003 (incluyendo especialísimamente a los que intentaron sabotear PDVSA); 3) las protestas por el referéndum revocatorio presidencial en 2004, las elecciones presidenciales de 2006, el cierre de RCTV en 2007, la reforma de la Ley Orgánica de Educación en 2009, la detención y despido de trabajadores de la Alcaldía Metropolitana de Caracas en 2009, las elecciones presidenciales de 2013 (descarga de arrechera de Capriles), el movimiento La Salida en 2014 (el plan de violencia personal de Leopoldo López) y el desmantelamiento de los campamentos antigubernamentales en 2014” (llenos con imberbes huelguistas comecachitos, financiados en dólares y contando siempre con todo tipo de drogas y armamento para ejecutar sus acciones terroristas).
 
Especial mención (y muchas “consideraciones”) hicieron para los que sacian el hambre y llenan los bolsillos de los grupos fascistas. Que tiernos. Así, esta Ley de Amnistía de la extrema derecha también incluyó un apartado medio encaletado para, nada más y nada menos, proteger a los oligarcas y banqueros “afectados” por la “persecución política, con base en las definiciones contenidas en ésta, derivadas de la acción por parte del Estado sobre o contra instituciones financieras, bancos, casas de bolsa, empresas de seguros o de reaseguros, constructoras, empresas productoras, comercializadoras y distribuidoras de alimentos, de bienes calificados como de primera necesidad, u otras similares”, dejando claro más adelante en el artículo 19, que para esta pobre y sufrida oligarquía “se dispondrá la devolución de los bienes muebles o inmuebles que en tales investigaciones, procedimientos, procesos o causas hayan sido objeto de embargo, secuestro, ocupación o decomiso o, sin perjuicio de las indemnizaciones y reparaciones adicionales que correspondan”. No saben nada estos niños de pecho. Son unos sinvergüenzas, haciendo caída y mesa limpia para intentar recuperar las fortunas mal habidas de sus banqueros y benefactores.
Esta derecha fascista y descarada no menciona ni reconoce a las víctimas de la violencia impuesta. Pero sí reconoce para los criminales fascistas “su derecho a obtener reparación o indemnización”, la derecha siempre vendiendo su alma por unas monedas.
 
¿Dónde queda la justicia para las víctimas de la violencia? ¿Dónde queda el castigo por las muertes ocurridas, por los heridos, por la destrucción y el vandalismo irracional de las hordas fascistas? ¿Quién dará justicia a las viudas y los huérfanos? En este tema la derecha, asesina y criminal, calla y se sumerge en un vergonzoso silencio sepulcral.
 
Afortunadamente el rechazo a esta perturbadora Ley de Amnistía ha sido inmediato y contundente. Representantes del Comité de Víctimas de las Guarimbas manifestaron su rechazo y se oponen a que los crímenes cometidos por la derecha queden impunes. El vocero Luis Durán (padre de Elvis Durán, motorizado degollado en la Avenida Rómulo Gallegos durante las guarimbas de 2014) señaló que “Los responsables de la violencia quedarían en libertad y no pagarían por sus actos, como si no hubieran hecho nada.
 
No es justo, por el solo hecho de ser políticos apadrinados por el imperio”. Justicia es lo que piden las víctimas, elemento que no se menciona en la Ley de Amnistía de la derecha. Ley que abre la puerta de la impunidad y protege con total impudicia a asesinos, terroristas, desertores, banqueros rateros (dixit Mezerhane) y hasta a los “picagente”, panas y seguidores todos del jefe criminal Leopoldo López.
Si la derecha aprueba esta Ley de Impunidad Criminal, en beneficio de sus terroristas y asesinos, habrá que acudir a las instancias penales internacionales. Siempre buscaremos justicia.
 
No a la impunidad!!!


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Richard Canán

Sociólogo.

 @richardcanan

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