El horrendo crimen cometido en Barlovento contra 13 personas por un componente de las FAB, en estos tiempos de revolución, donde uno de sus principios fundamentales es el respeto a la vida, es lamentable que esto ocurra,sobre todo por oficiales forjados al calor de la nueva doctrina humanista que comenzó a instruirse en la Academia Militar con la llegada al poder del Comandante Cháves.

Duele conocer que todavía queden por ahí rezago de esa oprobiosa practica que aplicaba el ejercito de los gobiernos Adeco-Copeyano a los campesinos Barloventeños que simpatizaban con el movimiento guerrillero que operaba en las montañas del Bachiller.Por allí están los restos del negro Cartagena,líder campesino del caserío Arenitas de San Jose de Barlovento a quien me toco recibir en la población del Guapo al cual posteriormente hicieron preso y lo lanzaron de un helicóptero,hasta el sol de hoy es uno de los tantos revolucionarios desaparecidos de la gesta revolucionaria de los años 60-70-80.

Da tristeza que por móviles deplorables oficiales de nuestra gloriosa Fuerzas Amadas Bolivarianas,se presten para manchar su nombre.

La interrogante que queda flotando en el aire,es que  motivos tan poderosos o que intereses superiores pudieron privar para que jóvenes oficiales arriesgaran su brillante carrera militar.
En este caso no se trata si eran o no delincuentes las personas asesinadas,lo censurable es el método aplicado,según lo que hasta ahora se conoce,toda vez que la forma utilizada para cometer dichos crímenes ,dista mucho de la formación y conducta que hoy tiene el soldado venezolano.

De allí mi preocupación como revolucionario y doliente de los logros alcanzados durante este proceso,donde una de sus principales virtudes es el respeto a los derechos humanos ,reconocido recientemente en la Asamblea de las Naciones Unidas.

Extrañamente después de este reconocimiento a nuestro gobierno,ocurre este lamentable hecho ,que pone en entredicho la verdad sostenida sobre esa cualidad de nuestros cuerpos represivos.

En ese sentido la actuación de los militares que participaron en esa repudiable acción,despierta suspicacia,tanto por la pérdida de su propia reputación como por la repercusión que a nivel internacional tiene esa noticia.

Cabe entonces preguntarse,que propósito están detrás del método: utilizado para ultimar a las personas secuestradas,desaparecidas y después asesinadas con prácticas no propias de nuestros soldados?.Será que en este evento participaron otros factores como paramilitares o hampa organizada que actúan con otra doctrina muy diferente a las enseñanzas que tienen nuestros soldados bolivarianos?.

De estar en lo cierto ,habría que concluir, en la posibilidad de la conformación de un cóctel de muerte con fines políticos para dañar la imagen del gobierno ante los ojos del mundo.

En consecuencia hay que saludar la oportuna respuesta del Estado Venezolano en la persona del Presidente Nicolás Maduro en esclarecer la autoría de los involucrados en el hecho y las medidas tomadas para disciplinar y ejemplarizar, al resto de nuestra oficialidad,aplicando severas sanciones a los militares comprometidos en el repudiable hecho.

Tal comportamiento es un aliento para quienes como buenos discípulos de JOSE VICENTE RANGEL ese insigne defensor de los derechos humanos; quien a la hora de defender a los ciudadanos de los atropellos policiales,no distingue entre si son de izquierda o de derecha o sin son personas con problemas de conducta, lo que importa es el respeto al individuo en sus derechos constitucionales, para que sean los órganos jurisdiccionales y las leyes los que se encarguen de hacer justicia,contra aquellos que incurran en algún delito o que por sus posiciones políticas insurjan contra el sistema democrático y de derecho.

Por lo tanto como amante de la paz y uno de los voceros del VOLUNTARIADO POR LA PAZ,DIALOGO Y CONVIVENCIA ,abogo por que NUNCA MAS,se produzca otra masacre ni en Barlovento ni en ninguna región de Venezuela,donde aparezcan involucrados oficiales de nuestras Fuerzas Armadas Bolivarianas ni funcionarios de nuestros cuerpos policiales.