Vuelta a la patria o "te van a sembrar en un cemeruco"

Mi viejo un comunista de aquellos, de esos maravillosos lectores, de fundidores y torneros, de practicantes de esperanto, recitaba a Perez  Bonalde en voz alta,  veterano de la lucha contra Pérez Jiménez y contra la IV república, a veces se refugiaba en la poesía, en la palabra de poetas conocidos. Neruda, Pérez Bonalde, Pedro Salinas, etc. 

Mi viejo fue carpintero, tapicero, herrero, fundidor y comunista nos educó en la mesura, en la responsabilidad, en la confrontación contra las hordas de policías que allanaban la casa, destruían las puertas y quemaban los libros en un gran estacionamiento que queda frente a ella. Saliendo de mi casa agentes de la DIGEPOL asesinaron a Humberto Méndez Figueredo, algún vecino o vecina apedreo mi hogar por el hecho de no ser militantes de Acción Democrática.

Recuerdo a mi padre con lágrimas en los ojos  declamando o cantando tangos en una vieja camioneta, mi madre, mis hermanos y yo cantamos tantas veces el Quinto regimiento, tantas veces  nos deleitamos con Bola de Nieve, pero a nada mi viejo le ponía tanto amor como a Pérez Bonalde. ¡Al hogar, al hogar, que ya palpita

por él mi corazón… ¡mas, no –detente!

¡Oh infinita aflicción! ¡Oh desdichado

de mí, que en mi soñar hube olvidado

que ya no tengo hogar!... Para, cochero,

tomemos cada cual nuestro camino;

tú, al techo lisonjero

do te aguarda la madre, el ser divino

que es de la vida centro y alegría,

y yo … yo al cementerio 

donde tengo la mía.

Yo todavía me deleito y escucho y me escuchan, quería, deseaba, soñaba con estar en Venezuela en estos días de diciembre al lado de los míos, pero de repente como esas voces extrañas que surgen como advertencia, como chiste mal construido, alguien a quien quiero mucho y en el cual confió, me comenta “ si llegas a Caracas te siembran en un cemeruco”  algo así comente acerca del Cacique Sabino Romero, a quien debimos cuidar con más celo, con más astucia y fuimos tan risueños tan estúpidamente libres y que fue asesinado.

Lo mismo con los asesinados del Rosal en el CICPC donde hasta una autopsia se realizó  para decir que habían muerto por causas naturales y que no habían sido asesinados a palos, a golpes, torturados hasta lo indecible. Veamos: La primera autopsia, realizada por el médico forense Franklin Pérez, a pocas horas de haber ocurrido el fallecimiento de los tres jóvenes en las celdas de la División de Aprehensión del Cicpc el 26 de mayo, arrojó que el joven murió a causa de un edema cerebral ocasionado por sofocación de aire respirable. Es decir, por confinamiento  http://www.eluniversal.com/sucesos/110818/difieren-autopsias-por-el-caso-de-muertos-en-el-cicpc-de-el-rosal#.WD-ClEv1Ttg.facebook

También está el caso de José Odreman y el desaparecido Alcedo Mora y el de otros cientos de venezolanos que están en la lista funeraria del gobierno. El caso Odreman es de un dramatismo terrible ya que había puesto su confianza en un Ministro del Interior de extracción militar y al parecer los militares solo se entienden entre los de verde olivo: https://www.youtube.com/watch?v=zXfXKLjqHdI

La masacre de Tumeremo que esta todavía la sangre fresca y las mentiras de un Generalillo  de esos que avanzan ante el color del oro y huyen en el fragor de la batalla http://www.elimpulso.com/correos-diarios/enterate/fiscalia-confirma-asesinato-otra-masacre-tumeremo

El no ir a Venezuela es simplemente un acto de respeto a mi propia existencia, confió en la palabra del amigo que tuvo la gentileza de llamarme, y es que con esto de la obediencia sin cortapisas más de uno de los que hoy aprecio, respeto, quiero.  Me vera como una baja necesaria, no deseo estar a los pies de un cemeruco por ahora y servirle de abono a tan hermosa planta, no deseo pasar por el tormento de algún “heroico soldado” que entre chorros de agua y corriente pasando por mi cuerpo reirá y reirá.

Lamentablemente la única evidencia y demostración que en Venezuela, la bolivariana, o IV republicana se violan los derechos humanos son los testimonios de los familiares de los asesinados, nada o muy poco nos diferencia del resto de Latinoamérica, la tortura, el asesinato, la saña están a la orden del día, dejare mi viaje para después, ya vendrán tiempos mejores.



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Yuri Valecillo


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