Quien se mete con la revolución le cae la maldición de Tutankamón y se seca

Eso está escrito en el libro sagrado de la Revolución Bolivariana. Hugo Rafael Chávez Frías, fue el autor de aquellas palabras proféticas que hoy día podemos constatar en ese libro, pero también en la realidad cotidiana. Quien se mete con la revolución le cae la maldición de Tutankamón y se seca. Se seca como la higuera. Y no retoña. Está condenada o condenado a “vivir” en la oscuridad, donde no le llega ni un poquito de luz de la llama de una vela. Queda en la penumbra absoluta. No voy a referirme a la maldición de Tutankamón, pero si a usted lector le llama la atención puede buscar en internet y encontrará todo, todito, sobre la maldición de marras. Lo que sí está comprobado es que aquellos o aquellas que se han metido con la Revolución Bolivariana se han secado, o algunos de ellos están por secarse. De eso no tengo la menor duda. Sino pregúntese ¿dónde están las personas que han traicionado a la revolución? ¿Qué hacen? ¿Dónde respiran? Andan perdidos en la nada. Nadie los ve. Nadie los oye. Nadie los siente. Nadie los quiere. La oposición los ve de reojos. Políticamente hablando, se acabaron, se secaron, pues.

No voy a referirme a nombres en concreto. Todos en Venezuela saben quiénes son, qué hacen y dónde están esos tránsfugas. No los nombro para que la maldición no me salpique. Pero sí puedo hablarles de los países, cuyos gobernantes, han señalado con el dedo a Venezuela, y se prestan para acompañar al señor Almagro en su locura contra nuestro país. Haber, haber…,¿cómo están las cosas en México, Colombia, Brasil, Argentina, Perú y Paraguay? Están profundamente mal. Plenos de problemas. Cada día, peor. Les ha caído la maldición de Tutankamón por ser gobernantes cobardes y arrastraos al imperio. Pero sobre todo por meterse con la Revolución Bolivariana, legado de Hugo Rafael Chávez Frías. Esos señores presidentes, están metidos en tremendo líos, de todo tipo y todo tamaño. Pienso que en la historia política del continente no habrá cupo para que aparezcan sus nombres como buenos hijos, que trabajaron por sus pueblos sin que mediaran los intereses personales, y que sudaron por la integración Latinoamericana y Caribeña. Pasaran a la historia como unos peleles del imperio. Como unos judas que se han metido con un pueblo como el venezolano, y pretender venderlo al imperio. Pueblo que no ha hecho más en su historia que luchar por la libertad, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Nuestros libertadores lucharon por la libertad de otros pueblos. Dieron su sangre y sus vidas por ellos. Y Hugo Chávez, antes de morir, luchó a brazo partido por la unidad de América Latina y el Caribe, por su integración en todos los niveles… Y allí dejo la huella: Alba, Petro-caribe, Mercosur, y la Celac. No sólo dio su vida por su país, su Venezuela amada, sino que la dio por el resto de los países de este continente.

La historia por venir y ser contada, traerá páginas negras. Páginas oscuras, plena de traición y de arrastre ante el imperio. Ya veremos a personajes como Luis Almagro. No pasará mucho tiempo para que lo veamos como un mendigo en una calle, olvidado, como un perro callejero. Así pasara con Macri o Temer, o cualquier otro del grupito. Falta poco para que la maldición de Tutankamón caiga sobre quienes han osado meterse de manera gratuita con nuestro país. Un país de amor, de paz, de lucha y de victoria. Estos personajes desaparecerán del mapa político, en silencio, tal como llegaron, mientras que Venezuela seguirá haciendo historia. Historia para todos y todas, sin mezquindad, sin ofensas, sin injurias, sin caerle a palos al caído (ofreciéndoles las manos para que se incorporen), pero ellos seguirán actuaran por obra y gracia del mandato del imperio y sus lacayos. Somos y seguiremos siendo un pueblo de paz, de libertad, y plena soberanía, como un legado para quienes vienen detrás.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3538 veces.



Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

Visite el perfil de Teófilo Santaella para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Teófilo Santaella

Teófilo Santaella

Más artículos de este autor