La Declaración Universal de los Derechos Humanos se firma al fin de la segunda guerra mundial 1948, en la naciente ONU como intento de evitar de nuevo la tragedia.
Pero si bien la existencia de esa Declaración es una conquista humana, existen interpretaciones divergentes. Así, las visiones consideradas hegemónicas, privilegian sólo algunos derechos como el de la propiedad y la libertad de expresión, sobre los demás. Dejando de lado derechos humanos vitales, como los de la educación, salud, vivienda.
La perspectiva crítica y ética, como la que se tiene en las comunidades ecuménicas de espiritualidad reflexionada por la teología de la liberación nacida en Nuestra América plantea la necesidad de asumir no sólo la totalidad de los derechos humanos sino también los deberes humanos. Como lo expresa la misma Declaración Universal en su artículo 30 "Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración".
Este planteamiento resulta clave en el tratamiento de los conflictos en la Venezuela de hoy. Pues quienes quieren ejercer su derecho a la libertad de expresión, planteado en el artículo 19 de la Declaración Universal: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión". Pueden ejercerlo incluso mediante manifestaciones pacíficas, pero no tienen derecho a impedir que los demás tengan acceso al libre tránsito o a acceder a un centro de salud, derechos también expresados en la Declaración.
Durante mucho tiempo se planteó en diferentes foros que sólo los estados pueden violar los derechos humanos. Así, una persona que roba no atenta contra el derecho a la propiedad, sino comete un delito. Mucha historia ha pasado desde entonces. Desde una perspectiva ética y reconocida en instancias internacionales, hay actores sociales no estatales que pueden violar los derechos humanos, al desarrollar actividades tendientes a impedir los derechos de los demás.
Desde esta perspectiva y en unidad en la diversidad, en Venezuela, todos los sectores sociales deben hacer el esfuerzo de reconocer los derechos de los demás. Rechazando actos vandálicos.
Se debe rechazar la actitud de considerar al que piensa distinto como enemigo al que hay que exterminar, sembrando odio entre hermanos. Por el contrario, resulta éticamente imprescindible apoyar el diálogo impulsado por el Gobierno y sectores democráticos de la oposición, con acompañamiento de UNASUR, del Papa Francisco y los expresidentes Fernández, Torrijos y Rodríguez Zapatero, en función de la construcción de la paz, desde la Patria Grande.
Edit_801.ManifestacionesDDHHyPaz.29.04.2017
Programa: "LLEGÓ LA HORA" de FUNDALATIN Nº 801 Sábado 29/04/2017 transmitido por Radio Nacional de Venezuela Canal Informativo. Dial 91.1 FM y 630 AM. Los sábados de 8.00 a 8.45 AM. Registro Productor Nacional Independiente No.11610.
