Ausentes de toda autoridad moral, el liderazgo deslucido de la oposición, radicalizado y comprometido con el terrorismo, abiertamente conspirativo y por lo tanto anti constitucional, no manifestó en tiempo lógico, la condena pública por parte de la MUD de patas resquebrajadas, ni la Fiscalía, ni la espuria Asamblea Nacional, a la locura del auto bautizado "soldado de dios", un orate que gracias al verdadero DIOS con mayúscula, no tuvo tino para dejar un reguero de muertos, víctimas totalmente inocentes, en sus ataques desde un helicóptero robado al CICPC el 27 de Junio 2017, presenciamos a un psicópata funcionario, cumpliendo un mini bombardeo a instalaciones civiles en Caracas, a fin de ahondar la guerra psicológica, como parte del tinglado contra autoridades electas legalmente por millones de ciudadanos.
Tampoco han condenado nunca el contrabando de extracción de medicinas, alimentos, pañales, toallas sanitarias, detergentes, billetes, crema dental etc., hechos deliberadamente para encarecer de manera perversa la vida nacional.
No podrán derrotar el orden constitucional estos aprendices de brujo, kindergarterinos de la política, rambos liliputienses, únicamente animados por la paga, la figuración televisiva fugaz y los sueños cinematográficos de un tal piloto de mote "el gato", enchufado en cuerpos de seguridad y solicitante de créditos en la Villa del Cine, capaz de intentar homicidio colectivo, a fin de servir a los más bastardos intereses contra su patria.
Palmario ejemplo el de este "gato" que avergüenza la misma fauna por su torpeza mental, pero juega al caos, al pandemonium, a la desestabilización y a la apariencia de ingobernabilidad en Venezuela, contando con la cobertura de cierta prensa nacional e internacional engañosa, más embrutecedora y cobarde, amoral y mercantilizada que nunca.
No hay comparación entre un venezolano o venezolana decente, y estos ejemplares de las paramilitares "bacrim", bandas criminales, al servicio de la politiquería delincuencial.