Nosotros los venezolanos seguiremos preguntándonos ¿Cómo es posible que los que tienen cuentas pendientes con la justicia salgan del país tan divinamente?. Son muchos los personajes que han cometido delitos graves en nuestro país, y basta que los delitos salgan a la luz pública para que ¡Zas! Abandone el país, vomitando hasta el hígado en contra del ejecutivo nacional, e inmediatamente hacen una ataque frontal en contra de Venezuela y su pueblo. Auspiciando una intervención extranjera, que hasta hace poco muchos por ahí decían que eran inventos del gobierno, que Maduro estaba loco, que era una forma de tratar de cubrir su ineficacia, que culpaba a otros de lo que él no había logrado hacer, etc. En muchas ocasiones nosotros como ciudadanos comunes nos ha tocado tener estás discusiones con opositores al gobierno, y nos reclamaban el porque nos habíamos dejado lavar el cerebro, cuantas ofensas hemos tenido que recibir, por tratar de hacer entender a una parte de la población, que el tema de la invasión estadounidense, no tenía nada que ver con el cuento del pastor mentiroso, que el lobo si estaba acechando, hasta que por fin el lobo mostró los dientes, y hoy esos opositores están calladitos y los que pidieron esa intervención a gritos o sea los líderes políticos recularon, no con una declaración sincera y enfrentando al enemigo, más bien una declaración escurridiza tímida, que no oculta el miedo que les da contradecir a quien les da las ordenes..
Pero en fin los hechos y acontecimientos nos están dando la razón, si había motivos para preocuparnos, si había motivos para creer que toda esa campaña internacional que estaba haciendo la derecha, traería consecuencias, y la respuesta la tenemos ante nuestros ojos.
Pero lo que nosotros realmente queremos en estos momentos es que nos expliquen ¿Hasta Cuándo permitirán que delincuentes salgan del país sin rendir cuentas a la justicia venezolana? Luisa Ortega Díaz ex fiscal de la República anda abrazada con el enemigo, acusando a Maduro y al gobierno de no sé cuántos actos de corrupción; ¿Qué tan cómplice es ella de todas esas denuncias que hoy hace? Fueron diez años a la cabeza del principal ente que imparte la justicia y sólo hace cuatro meses que se declaró en contra del gobierno ahora se siente perseguida política cuando declara que el gobierno persigue a aquellos que piensan distinto, porque Maduro es un dictador. Viniendo de su boca es repugnante, e inaceptable, si ella acepta que Maduro es un dictador, ella formó parte de esa dictadura y la apoyó, si ella conoce de los actos de corrupción de Maduro y su gabinete, ella es cómplice por omisión, así que no nos vengas con cuentos Luisa Marvelia, porque ese ventilador que prendiste te salpicó en toda la cara. Si tan segura está de lo que dice y tiene en su poder, ¿Por qué huye como delincuente? Trabajó con Maduro 10 años, 3 de ellos como presidente, tiempo suficiente para que declarara abiertamente sobre las denuncias que hoy hace, y tuvo 4 meses como detractora del mismo gobierno que cinco meses atrás aplaudía y no hizo nada por la justicia que hoy cacarea, ah no, pero ella se dedicó fue a tratar de impedir la constituyente y aupar la violencia callejera que enlutó decenas de hogares venezolanos. Que ya no comulgara con los ideales políticos de Nicolás Maduro, no le daba derecho a omitir las denuncias hechas, por la violencia que estaba acrecentando cada día en diversos sectores del país. Cuando se le increpó para que aplicara justicia o se pronunciara en contra de la violencia, su respuesta fue, que las protestas eran por la falta de respuestas por parte del gobierno, ¿Y la respuesta que ella se negó a darle al uso de niños y adolescentes en las protestas? ¿La respuesta que solicitó la madre del joven quemado en Altamira? ¿En dónde quedó su pronunciamiento en contra de la violencia como Fiscal General de la República?. Ella no tenía por qué ser chavista u opositora, solo tenía que apegarse a la Ley y ser imparcial, pero no lo hizo y se dedicó a pronunciarse a nivel internacional y a preparar la huida porque ella sabía que sería destituida, que lo único que la mantenía intocable como fiscal era porque no había un poder superior a la Asamblea Nacional que pudiera destituirla, y que la AN en desacato no actuaría en contra de quien les estaba abriendo el camino al golpe de estado, poniéndose del lado de ellos sin ningún disimulo ni vergüenza. Por el otro lado su esposo Germán Ferrer, también acusado de delitos muy graves, prófugo de la justicia ¿De qué sirven las denuncias públicas, si por el otro lado les permiten salir entre gallos y medianoche a burlarse de todo el pueblo venezolano, que en algún momento puso un voto de confianza en tan traidores personajes.
Hoy Luisa Ortega es recibida con honores en Brasilia en donde la reconocen como fiscal de la República. Pues bien por ellos que se queden con ella allá, porque aquí en Venezuela, esa señora le dio una puñalada a la justicia y al pueblo venezolano, todos aquí sabemos que si alguna de las denuncias que ella hace fueran ciertas, ella también debe ser juzgada por cómplice y por ineficiente, por amañar la justicia en vez de impartirla como se debía. Esa señora no era cualquier personaje en este país, era la cabeza de la justicia venezolana. Que pasee el mundo llevando su verdad, pero que no se le olvide que ella formó parte de esa verdad, y que no se queje cuando quienes crean en su verdad le pregunten por la responsabilidad que ella no asumió en su momento.
Mientras tanto aquí en Venezuela nosotros merecemos que nos expliquen porque esperaron tanto para investigar a fondo los desmanes de Luisa Ortega Díaz y su pareja. No nos conformamos con que nos digan que tanto delincuente prófugo tiene código Rojo, porque igualito sigue haciéndole daño a nuestra patria, lo ideal sería que lo aprehendieran a penas se les descubren sus fechorías, pero cuando hacen la denuncia pública es como si los alertarán y les dieran carta blanca para que abandonen el país. Saber que son delincuentes en Venezuela, pero están libres en otros países, es lo mismo que tener mamá…Pero muerta, o sea el dolor y la impotencia sigue allí latente.