Los niños, infantes o recién nacidos, que quedaron sin ascendientes son los únicos contribuidos con esta aterradora palabra, "huérfanos". No tienen la más mínima idea lo que perdieron o padecieron. No hay prótesis a la disección o amputación del amor sincero y eterno de sus padres, sin nada a cambio. No es normal sino al contrario, son minusválidos a los más puros sentimientos maternos y paternos. No sabrán valorar o nunca sabrían apreciar o estimar la gran pérdida que les ocasiona cuando sus progenitores pasaban a la otra vida. Son los verdaderos huérfanos sin saber el auténtico concepto de sus señalamientos. Son los más dichosos entre esta terrorífica y solitaria palabra.
En cambio, los adultos cuando quedan sin padres, son los verdaderos y literalmente huérfanos, ya que sienten sus pérdidas. Se ausencia el neutro, el equilibrio familiar, y el pilar del perdón. Se desaparece las manos y pies a quien le honraban besar, limpiar y cuidar. Se evaporan las bendiciones que les acobijaban o les abrigaban diariamente. Se esfuma las cataratas del amor sincero y puro del padre y en especial la madre. Soy un adolorido huérfano, y es hasta la eternidad.
El 2 de noviembre de este año, todos los palestinos que sean de las diversas ramificaciones, cristiana o musulmana, cumplieron 100 años de huérfanos. De regalo de cumpleaños y muy tardío lo obsequio, el enloquecido y pervertido Trump, con su novatada y perversa declaración al reconocer a Jerusalén, como capital de Israel. Haciendo caso omiso a las leyes internacionales, recortando y achicando las áreas de los dos últimos campos de concentraciones existentes, en la madre tierra (Cisjordania y Gaza). Estos desheredados, huérfanos y olvidados palestinos los conservan, presionan, y los desamparan, transformando, a los originarios y oriundos en refugiados dentro de su propio país, Palestina.
El inquebrantable Yemen, territorio codiciado por todos los imperios existente, en donde ninguna potencia histórica haya logrado o podido quebrantar la voluntad de este valeroso pueblo, o conseguir perdurar en este soberano territorio, de competentes combatientes, pueblos honorables y gloriosas historias. La rica y anti islámica monarquía saudí, conjuntamente con las potencias occidentales, llevan años demoliendo los hospitales, escuelas, universidades, centro de acopio de alimentos y medicamentos, casas, hogares y todas las infraestructuras fueron destruidos y bombardeadas. Meses de un embargo por tierra aire y mar, ha causado una crisis humanitaria. Millones de infantes con cólera, cada 10 minuto muere un niño yemení, por falta de alimento y medicamento. En conclusión, todo el pueblo del Yemen, es huérfano, nadie lo a padrina, a este indomable pueblo, mientras el mundo es cómplice por las continuas muertes de los civiles yemeníes.
La República Bolivariana de Venezuela quedo huérfana, con la inmensa pérdida física del libertador del siglo XXI, Hugo Rafael Chávez Frías. En cambio, desde el primer día de la revolución chavista y bolivariana, la oposición política jamás existieron los líderes opositores, nunca surgieron las ideas para corregir al oficialismo y siempre sin discusión alguna, sus negligencias perjudicaron la paz, y estabilidad del pueblo en general.
Dichosos son aquellos que aun poseen sus madres, y bendecidos son aquellos quienes les llueven las bendiciones de sus padres.