Como dice el refrán, quien le pega a su familia se arruina. No es que yo sea prima hermana o segunda de Roberto Malaver, pero mi condición de hatera o gracitera (pueblo de los Hatos) y la de él como tacarigüero, me da como el derecho de sentirme parte de su familia y así lo he asumido. Así que me meto en este berengenal, seguro que no voy a irme a la arruina más de lo que ya estoy.
Hace apenas unos días descargue justificadamente a Eduardo Fernández porque hay opinadores en el ámbito de la oposición que nos asumen como pendejos o pendejas. Plantean cualquier cosa, creyéndose que son unos carajitos, pero sabemos que vivieron y viven de la política mintiendo y aprovechándose de la política para resolver sus vidas y dejar las otras vueltas cuadritos. Escribí un artículo con el título de la “Pregunta muérgana del peluche Eduardo Fernández”. En ese artículo, revisaba unas preguntas, muy muérganas que EF se formulaba.
Pero esto de los opinadores de la derecha de escribir, como si no se atrevieron (y lo hicieron) a romper todos los platos, es algo común o muy frecuente entre ellos. Los opinadores que pudiéramos calificar de izquierda, que lucen más bien zurdos, sucede algo muy curioso. En el lado zurdo no sucede nada. No hay de qué reírse, no hay que observar nada, menos criticar porque no hay un error. Lo errores están en la derecha y los payasos que no hacen reír, están también en la derecha. En la “revolución” no hay payasos ni payasadas. Los humoristas de la revolución se les olvidó la ética.
Mi paisano Roberto Malaver se ha reído de la derecha hasta más no poder y lo bueno es, que continuara riéndose de la derecha. No es una risa de loco, como decía el cantante de los cantantes; Héctor Lavoe. Este viernes me reí leyendo el artículo de Roberto Malaver en Últimas Noticias sobre el frente guerrillero “Rómulo Betancourt” que montó Ramos Allup y la primera deserción de Ismael García. Me reí, pero ya es una risa de rutina, fastidiosa. Me reía cada vez que veía el programa de los Robertos “Como Ustedes Pueden ver”, porque siempre tienen disponibles los payasos de Ramos Allup, Ismael García, Manuel Rosales y sacaron a Ricardo Sánchez, porque se vino para las filas de la “revolución”. Ya Ricardo Sánchez no es payaso.
No hay payaso en el gobierno o en el PSUV o no quieren verlo. No es una payasada, que unos gerentes de PDVSA con ex ministros y todo, se hayan robado una boloña de dólares. Entre las payasadas de Ramos Allup y las del Gobierno-PSUV, estas últimas no existen, pero dan vergüenza y arrechera, pero no existen.
Después que me reí con el artículo de Roberto Malaver, decidí leer a EF que estaba arribita de RM. Aunque no es muy frecuente entre los opinadores de la derecha, debo confesar, que si en su artículo anterior; EF se formuló unas preguntas muérganas, este viernes 23-E, se formuló unas que no llevan a concluir, que EF no dejó de ser mentiroso y manipulador, pero va un pasito más adelante que mi paisano RM.
Este viernes 23-E, el tigre EF mostró su perplejidad porque no se explica como la oposición con el 80% de la población a su favor, con 70% de la población dispuesta a resolver la tirria a fuerzas de votos; esta oposición, según dice EF, “resuelven que la mejor estrategia es no votar”.
EF se pregunta, como se pregunta más de media Venezuela: ¿Cuál es la estrategia alterna. Es decir, qué vamos hacer el día siguiente de no votar”.
Confieso, que así como ya no da risa, los payasos de RB, la perplejidad de EF, me dejo perplejo a plantearse estas preguntas: ¿Será que vamos a esperar de los marinos norteamericanos? ¿Será que nuestros amigos del grupo de Lima se ocuparan de hacer lo que nuestros líderes se declaran incapaces de hacer?
El paisano RM, no es capaz de quedar perplejo frente al destrozo de PDVSA y menos preguntarse: ¿Cómo es que Maduro ni Diosdado, que son los que colocan los ministros de Energía y presidentes PDVSA, no estaba enterados de estos cuantiosos robos, pero se si entera de otras cosas que alguien les graba? RM no se pregunta, cómo es que 40 mil contratos no fueron objeto de una auditoría por parte de la Contraloría General de la República. Estas payasadas no existen para algunos opinadores de la revolución.
Con los millones de dólares que se robaron, el país tuviera pepeaito. Pero ese robo no existe de este lado. Sólo existen los robos que hizo la derecha y sólo existen los payasos de la derecha.