INCENDIA LA PRADERA
Hace 57 años, un día como hoy, un 1° de noviembre de 1961, los esbirros del Pacto de Punto Fijo asesinaron a la estudiante universitaria y militante de la Juventud del Partido Comunista de Venezuela, Livia Gouverneur.
Esta heroína de la juventud venezolana fue asesinada por contrarrevolucionarios cubanos, amparados en sus actividades terroristas por el gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964), supuestamente llamado "El Padre de la Democracia".
Los sicarios dispararon contra varios jóvenes estudiantes, entre los que se contaba Livia Gouverneur, durante una manifestación de apoyo a la Revolución Cubana, siendo ésta la primera muerte registrada por la Juventud Comunista de la época.
A continuación, lea el siguiente poema escrito por el poeta Víctor Valera Mora, dedicado a Livia:
LIVIA INCENDIA LA PRADERA
LIVIA MARGARITA GOUVERNEUR,
HEROÍNA DEL PUEBLO DE VENEZUELA, MUERTA EN COMBATE CONTRA LOS GUSANOS BATISTEROS
El moscardón de secas soledades,
reyezuelo de alma grasienta y sombrío corazón
coronado bajo aguaceros de muerte
con sotanas y lunas.
Soberbio y los verde social verdugos
atendiendo órdenes de la Embajada americana,
dijeron que a Cuba había que destruirla:
abrieron las puertas
a la resaca de todo lo podrido
y facturaron el basural del mundo.
Insurgieron contra el hombre.
Buscaron poderío en el hambre y la miseria.
A la tuberculosis, al suicidio,
fueron entregados 500 mil desempleados
(el resto para abonarlos a corto plazo)
y mandaron a crecer y multiplicarse.
Se aliaron con los curas, el odio, el silencio.
Se aliaron con el ordenamiento de las bayonetas,
con la noche de las alambradas y la crueldad de los burgueses.
Se aliaron con lo más cercano al deshonor,
con la identidad de la podredumbre.
Y así la flor del cundeamor y la cumbre de la colina.
Así el insaciable volcamiento de los bosques
y la vastedad sonora y caballar de la llanura.
Así el color del que te digo desde las hondonadas
y el heredado caudal de los ríos
(el Orinoco es el gran prisionero del imperialismo).
Así las rutas espaciales,
los mares fundados, los puntos cardinales,
nuestro petróleo, nuestro hierro,
nuestras placentas enterradas:
todo fue entregado con dulzura
a los mil veces malditos yankis.
Porque no son más
Que judas, cancerberos, ratas desplegadas.
Entonces muchacha combatiente,
camarada solar, rosa del pueblo,
novia y hermana de lo que esperamos:
con tus puños tus uñas tus zapatos
tu libreta de apuntes tus canciones
el vestido que no estrenaste
tu digna bandera tu pistola
y tu corazón que no aguantaba más,
te despeñaste a rabia y fuego
sobre toda su playa de traidores.
Ahora fue duro golpe tu caída.
Hoy sonreír es una desvergüenza,
Tú lo sabes mejor que nadie,
y aceptamos esta vida de cuchillo
y de violencia desatada.
Hoy no sabemos si Cristo
es mujer o es hombre,
solo que el pueblo de nuevo fue crucificado.
Pero tu agonía volcada
incendia la pradera,
y hay jóvenes y sombras de jóvenes
ardiendo por los montes
en la inexorable luz de la guerrilla
para darnos la oportunidad de cumplir las canciones
y la venganza más terrible.
Seguimos velando su aporte, con la firme convicción de que la venganza contra sus asesinos, será seguir construyendo el camino hacia la Liberación Nacional, formando las bases materiales reales que posibiliten la irreversibilidad de la construcción de la Patria Socialista. A los 57 años del vil asesinato, su sangre aun riega los jardines de quienes se niegan a dejar de soñar y de construir otro mundo posible y necesario.