Muchas veces recorrí los pasillos de las escuelas de la Facultad de Economía y Humanidades de la UCV en cambote con muchos estudiantes gritando consignas para pedir por la libertad de un compañero que había sido detenido vendiendo un periódico y muy eficientemente, los órganos de seguridad de la IV República lo habían puesto a la orden de un tribunal militar.
Hay libros con muchos testimonios de esa historia y de la historia de los llamados "Teatros de Operaciones". Pensé que eso era parte de una historia cerrada que aún mantiene heridas abiertas porque los tribunales militares era como un escalón ante de subir al cielo. Los regresos que pueden contarse de camaradas que pasaron por los tribunales militares y los teatros de operaciones son casi una historia de milagros. Los que aún viven, sufren las consecuencia de ese paso y los que ya no están, se fueron por las marcas en su cuerpos y órganos que le dejó ese paso.
Esa historia la creía enterrada. Confieso que para mí, esta fue una especie de historia de terror, que se mantuvo todavía hasta muy entrada la década de los años setenta.
Volvió la historia. Esta aquí. Poco a poco se ha ido instalando y hoy ya funcionan. ¿Cómo ayer? Los tribunales militares asoman su cabeza y muestran su bota. Tal vez exagere, pero no es descabellado decir que los tribunales militares pudieran estarse multiplicando y tal vez haga falta unos cuantos teatros de operaciones.
Puede que haga también falta, la ley de Vagos y maleantes. Fue una ley que la IV supo aprovechar muy eficazmente para sacar de la calle a luchadores sociales.
No sé, si esto del regreso de los tribunales militares es parte del proyecto cívico militar o del otro proyecto militar cívico. AD (y COPEI también) supo hacerlo sin necesidad de disfraces. ¿Volvieron? ¿Por qué? ¿Para qué?
Si algún civil trasgrede una norma, Tarek Willam Saab debe garantizarle un proceso civil. ¿Tarek William Saab estuvo de acuerdo con ese episodio de la IV? ¿Está ahora de acuerdo? ¿Cómo así?
