Como Abogado de la República Bolivariana de Venezuela, me toca rechazar la decisión tomada por un Tribunal, de liberar a los autores intelectuales del vil, despreciable y abominable asesinato del Fiscal Valiente DANILO ANDERSON.
La dirección ejecutiva de la Magistratura (DEM), tiene que obligatoriamente sustituir jueces que sean inmorales en la toma de decisiones como esta.
Hay abogados que se jac tan gritando a todo lo que le da su garganta, la influencia que tienen con jueces y hasta con Magistrados y Magistradas. Con este humilde llamado quiero llegar hasta el Magistrado OMAR MORA, para que tome cartas en el asunto, para que la vigilancia y control del Poder Judicial no pase inadvertida, ya que esto se puede prestar como escenario de corrupción, y no puede ser; porque esta en juego la seguridad de un país.
La necesidad del Presidente del Tribunal Supremo de Justicia, es la de organizar la convivencia humana bajo un orden jurídico disciplinado, coherente y regulador de conductas tendentes a asegurar la preservación de sus valores y a la obtención de sus fines; si no hay reparo, respecto a esta humillante decisión, en donde encontramos a flor de piel la impunidad, seguirán existiendo crímenes que cegaran las vidas de personas decentes, útil, provechosa, responsable, llenas de ilusiones y virtudes.
No entiendo, como a los autores materiales, los hermanos GUEVARA, se les sentencia casi a la pena máxima venezolana tipificada en nuestro Código Penal; mientras a los cerebros, autores intelectuales MEZERHANES, ROMANI Y AÑEZ, que se encargaron de planificar en hoteles 5 y hasta 10 estrellas el vil, despreciable y abominable asesinato del Fiscal Valiente DANILO ANDERSON, sean premiados con unos días en cómoda prisión, y con la brillante decisión de ser juzgado en libertad.
Cuantos pobres han cometido delitos menores, y se encuentran purgando condenas sin esperanzas de obtener ningún tipo de beneficio, y menos el beneficio de ser juzgado en libertad. El Poder Judicial debe estar fuerte y consolidado y a su vez conformado, por Jueces competentes en su formación académica; pero fundamentalmente sin miedo, que las decisiones que tomen en las causas que le correspondan sean ajustadas a derecho y que, por tanto, van a concretar en cada caso o causa la solución prevista por el ordenamiento jurídico venezolano.
Con decisiones como estas, no podrá ser posible la reforma eficaz del poder judicial, ya que jamás habrá seguridad jurídica para el colectivo social, y nuestra Constitución junto con las leyes venezolanas quedarán inmersas en la más absoluta ineficacia.
“LA JUSTICIA ES LA REINA DE TODAS LAS VIRTUDES”
Simón Bolívar
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