En la época de la independencia en plena refriega contra los realistas unos perdían un ojo, otros un brazo o una pierna, hoy los revolucionarios bolivarianos dejan en la lucha un riñón o un pulmón, sus dientes, el estómago o el hígado, porque los bloqueos nos han dejado sin insumos en los hospitales, sin medicamentos. Y este es el caso de nuestro querido amigo Juan Veroes...

El gran luchador social Juan Veroes, más de sesenta años de lucha al lado de los pobres, al lado del movimiento revolucionario de los pueblos, politólogo, profesor en la Universidad Kléber Ramírez (Ejido-Mérida), presidente de Uni-Verso Medios, columnista de Ensartaos y Aporrea, entre muchos otros portales, hoy padece un cáncer cuya operación tiene un costo astronómico: más de 90 millones de bolívares soberanos.

A Juan Veroes el médico que le examinó le dijo: "-O se opera urgentemente o usted no pasará de los seis meses". ¿Y cómo se puede operar si en el Hospital de la Universidad de Los Andes (HULA) no hay insumos para tal operación?

A Veroes le dijeron los galenos del HULA que en este centro hospitalario, en caso de que consiguiera los insumos que son costosísimos, corre el riesgo de morirse por la contaminación. Que recientemente se murió por contaminación un eminente médico de este propio centro.

Veroes ha deambulado con sus males por muchas ciudades. Un día se fue desesperado a Caracas para ver si alguien se apiadaba de su situación y le ayudaba. No encontró una mano que lo sacara de su problema. Estuvo en Maracay, en Trujillo, y volvió a Mérida ya con la esperanza de ver si se curaba con medios naturales que son los más baratos en este momento. Pero nada. Todo ha ido empeorando. Y hoy me ha llamado, a mí que no tengo con que darle ni un algodón, ni en lo alimentario ni un grano de maíz.

Es la tragedia también que en muchos casos padecen miles de venezolanos que necesitan tratamientos médicos costosos en medio de este maldito bloqueo que nos tienen los gringos, y con los cuales nos quieren doblegar. Yo soy consciente de eso, y a ahí vamos, unos sin dientes, otros sin arreglo de su vista, de sus prótesis, sordos, tullidos, todos como venidos de una guerra atroz, inclemente, espantosa,…

Cuando Juan hace un año atrás fue él a implorar por una ayuda yo escribí un artículo para ver si alguien se apiadaba de su caso. Ahora, nuestro querido amigo ya tiene metástasis, casi no puede hablar por un tumor le está creciendo alarmantemente, como digo, capaz de dejarlo sin habla ni respiración. Uno en quién puede pensar sino en los amigos de siempre, porque hace un año a la final se le pudo ayudar, lo operaron, pero quedaron severas secuelas...

"-Si, me voy sea como sea –me dijo-: tengo que operarme. Tengo que buscar ayuda como sea, quizá me vaya hasta el Ambulatorio que queda en Chuao que al parecer es muy bueno. Tengo muchas cosas que hacer en esta vida, incluso terminar el doctorado el año que viene y seguir dando clases a nivel universitario, y batallando a favor de este proceso, ahora feamente acosado por una inevitable invasión gringa". Le hicieron una microcirugía laríngea, pero no resolvieron la situación.

Hoy vemos un artículo suyo en Aporrea, y nadie se puede imaginar su situación. Qué lucha tal cruenta estamos enfrentando, viendo caer a tantos familiares y amigos, y el pueblo debe saber que los criminales son los jeques de la oposición que le piden a los gringos que nos quiten hasta el aire que respiramos.

Tenemos que vencer, tenemos que seguir en esta tenaz resistencia. Un gran abrazo querido amigo Veroes…