El madurismo representa sin duda el más completo cinismo e hipocresía de lo que significan las élites políticas del mundo, pero también el cómo se desnuda el sistema internacional en beneficio de sátrapas y corruptos que realmente no están allí por los beneficios de los pueblos, sino por sus mezquinos intereses.
Así tenemos, que mientras Jorge Arreaza envuelto en traje de marca británica, zapatos italianos, y corbata y fragancias francesas con anteojos hechos en el imperio, - a pesar de que nos dice que sólo tiene una cuenta bancaria de nómina en un banco público en Venezuela -, aparece "celebrando" que Venezuela fue electa para una curul en el consejo de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas – ONU -, en virtud de que más nadie le hiciera contrapeso desde el momento de su autopostulación, y ante esa realidad, lo cierto es que apenas que el régimen se instala como país electo, muere una docente adscrita al ministerio de "educación" por desnutrición, o sea, por hambre¹.
Además de tal barbarie de un país que se hace llamar "socialista y defensor de los derechos humanos", suponemos que uno de los votos que obtuvo a su favor fue realizado por Turquía, nación que bajo el mando de Erdogan comete un genocidio sobre los kurdos que curiosamente los medios como Telesur, quieren hacer ver al victimario como "víctima" al señalar que serían los "pobres invasores" y generadores de la guerra contra civiles inocentes, quienes llevarían 75 bajas², es decir, que según esa bazofia comunicativa el único perjudicado con bombardeos y destrucción de una guerra sangrienta contra un inocente pueblo civil, sería el ejército turco. Suponemos que esa es la razón por la cual la cúpula madurista prefiere arrodillarse y practicar el felatorismo político al presidente turco porque de tal manera, su afasia seria llevada hasta el éxtasis, o lo que es lo mismo, así defiende mejor los "derechos humanos" sobre todo de sus "socios" con sus "guerras buenas".
Sí los maduristas piensan que han triunfado por lograr una curul en el mismo consejo que hace unos meses los condenó por múltiples violaciones contra los venezolanos, considero que les puede salir el tiro por la culata. La muerte de la docente Yasmeli Parra es la muestra más clara de que en Venezuela ni siquiera ser parte de la administración pública garantiza el derecho a la alimentación, sino por el contrario, es un pasaporte a la muerte, al punto que trabajadores de empresas como las de Guayana también terminan suicidándose como producto de la depresión que afecta a muchos venezolanos en este criminal contexto de destrucción de país.
El madurismo sonríe pero lo hace hipócritamente. Ya los veremos "condenando" a otras naciones cuando en Venezuela la emigración no se detiene, y el fallecimiento de niños, mujeres y hombres se incrementa por falta de insumos asistenciales y medicinas, o muertes espantosas como las de Yasmeli u otros venezolanos quienes nada tienen qué comer, lo que implica que seguirá aumentado el rol de asesinos de quienes usurpan Miraflores.
La fachada de la ONU en el consejo de derechos humanos no será suficiente para que el madurismo siga ocultando sus crímenes. Es más, no dudo que se convertirán en la bazofia y el azufre permanente de la ONU hasta que finalmente abandonen el poder. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.