Con su característica prepotencia, lleno del odio de quien se sabe
derrotado por sus torpezas, haciendo juegos irónicos en un tono
grandilocuentemente perverso, lanza sus eternos improperios,
racistas, xenófobos y vacuos, el disminuido Marcel Graniel. Frente a
los hechos, no es mucho lo que puede decir, él sabe que es inútil
intentar desviar el curso del fracaso. Propios y extraños le reconocen
como dirigente de la putrefacta contra revolución. Cualquier cosa que
diga frente a los hecho, es solo eso, cualquier cosa, apenas le queda
el quejido, la soberbia, sin mas aliados que la culpa recordándole las
patéticas razones que le hicieron perder la concesión de uso del
espacio radio eléctrico con el cual RCTV cada mañana inoculaba las
dosis de veneno apátrida, contra revolucionario y anti socialista.
Como militante del proceso, debo confesar que por un instante creí que
después de las palabras del presidente comandante, ardería Caracas por
los cuatros costados, que el país volvería al caos del año 2000, pero
no, el pobre Marcel esta solo y que triste es ver a un asimilado
burgués implorar por sus errores. Ahora bien, hay que reconocerle la
facilidad que tienen estos especimenes de la fauna social pro yanquis
y arrastrada al imperio, para mimetizarse en blancas ovejas
inofensivas y escudarse tras la historia de las inocencias perpetuas,
todo con el fin de seguir en el bacanal del chantaje como oficio, o lo
que es lo mismo, infundar denuncia, montar olla podridas y luego
cobrar la vacuna mediática que siempre bien pago los gobiernos del
pasado y que a falta de estos, hoy el imperio paga con tal que caiga
Chávez .
Que tiempos aquellos Marcel, Primer Plano aliado de CAP, Luís Herrera,
Lusinchi, Caldera, a tu juicio, esos si eran presidentes, apenas se
les sugería una amenaza y ya, los prestamos de la banca del estado
llegaban solitos, las cuñas institucionales llovían por doquier, tanto
que hasta te alcanzaba para hacer altruismo con esos niños de color de
pueblo a los cuales año tras años llevabas juguetes y caramelos. Este
pueblo cambio camarada Graniel, ahora los pobres sabemos que detrás de
tus dadivas esta las pornográficas telenovelas y su modelo de consumo,
el noticiero asegurando mentiras, los programas matutinos donde se
solazan tu secuaces golpistas, y lo peor, esta el centro de
operaciones de la infamia contra la patria, la proyección en negativo
de nuestra venezolanidad.
Lo mas triste de este cuento es enterarme de pronto que el adversario
que siempre se mostró como un feroz enemigo implacable, no es más que
un cancerbero custodio de prejuicios de clases y no el demonio al
cual imitaba para ganar tributos en una audiencia noble que hasta
llego a admirarlo. Justamente él, quien el 11-A celebro con bombos y
platillos la caída del gobierno, el mismo que durante años no ha hecho
mas que embestir con saña y alevosía todo cuanto signifique vindicar
al pueblo, él que al no tener partido, ni ética, ni moral reproduce en
todos los espacios de la fallecida televisora, su profunda frustración
neo burguesa y contra socialista, él que hizo silencio el 12-A cuando
el pueblo era perseguido por las fuerzas fascista bajo el mando de
Pedro Carmona.
Y es que para su desgracia, no hay mas culpable que él, quien por
nexos conyugales usufructuó las bondades de ese canal 2 con el cual
en otrora muchas generaciones de venezolanos se vieron reflejado, para
convertirlo en un pasquín de mal gusto desde donde se manipula la
verdad para atacar a diario a la revolución bolivariana, o lo que es
lo mismo a las mayorías del pueblo venezolano.
Los venezolanos en estos largos ocho años hemos transitado un duro
camino, hemos soportados con estoicismo la barbarie mediática y el
abuso de la tan cacareada libertad de expresión proclamada y
entendida por los medios de oposición, como el espacio privado para
imponer el caos, lo cual contrario a toda lógica de civilizada
racionalidad, ha establecido como estilo un periodismo del escándalo y
difamación, amparado en la impunidad que se traduce de un estado
paciente y un pueblo que lejos de responder con la misma contundencia
con que ha diario le maltratan, a dejado que sean esas empresas de
telecomunicación, las que se auto moderen por el bien de los usuarios
disociados por el veneno que su programación impone. Pero no, no fue
posible que entendiera que debía volver a la verdad como fin, que ya
era hora de retornar a la cordura. Verdugo no pide clemencia. Patria
o muerte venceremos.
angeltortolero@gmail.com