Suelo asumir las causas nobles, por lo menos después que llego a la conclusión que son eso, aunque me quede solo y hasta sin señal en el teléfono. No tengo pactos excluyentes con nadie ni nadie me obliga a eso atosigante y hasta indigerible que llaman "línea política".
Y es noble, lo que a nobleza obliga, ayudar a quien parece solo dejado, abandonado por quienes creía de los suyos. Me ha angustiado, me he sentido mal, leer 3 ó 4 veces a mi paisano, creo lo es, por cumanés, Servando Marín Lista, reclamando lo que llama los derechos humanos de Javier Vivas Santana y observo que en eso se ha quedado como sólo. Otros, que antes escribieron sobre ese caso, creyeron haber cumplido su deber y quizás hasta su tarea, pese sus opiniones o versión de la historia venezolana que transcurre, son demasiado coincidentes con las de quien ahora, según Aporrea habiendo estado detenido en El Helicoide, han trasladado al Rodeo III.
Entre Javier Vivas Santana y el suscrito hay un mar de diferencias. Van desde la visión que cada uno tiene de la Venezuela de ahora, de los factores en pugna y del reclamo que hacemos al futuro. Pero además, nos distancia lo formal. Uno y otro tenemos estilos de escribir diferentes y hasta distintas maneras de abordar la política venezolana. Hay hasta detalles, minuciosos detalles, que nos hacen diferentes y extraños. Él, sin duda está en una acera y yo estoy en otra con diferentes instrumentos.
Lleva hasta hoy unos dos meses preso. La razón de su detención, según las informaciones que en los medios puede hallar el lector, obedece a un asunto distinto a la política, ajeno a las ideas que habitualmente venía exponiendo en diferentes medios. Hasta sus propios amigos y defensores en primera instancia, como Felipe Pérez Martí, dejaron eso en claro. Según estos se le detuvo por un asunto de otro carácter que no voy a mencionar. Lo que no niega que eso de la política y sus urticantes opiniones, en veces hasta carentes de fundamento y como por demás obsesivas, pudieran haber incidido en la decisión de los interesados y el Estado.
Entre los pocos que hasta ahora han salido a hablar en su favor, pese sus posiciones diametralmente opuestas al gobierno, aparte de alegar su delicada salud, la lejanía que hay entre el centro de reclusión y el hábitat de su familia, reclaman por se le haga llegar las medicinas que debe tomar estrictamente, también han hablado de sus derechos humanos; pero casi nadie ha cuestionado la pertinencia o no del motivo de su detención,
Desde un primer momento me sentí tentado a escribir algo como esto, pero preferí esperar. No le creía sólo. Por su disposición y hasta entereza de servir o estar en línea, quizás sin ningún plan, a lo mejor es un anacoreta como yo, con la lucha opositora, esa misma que con más tenacidad combate al gobierno, le veía como un tipo a quien le sobrarían respaldos, voceros y hasta defensores. No pensé que gente como Marín Lista y Aporrea, a esta altura tuviesen que tomar si no su defensa por lo menos protección.
Hubo algunos, o mejor uno que otro, no voy a nombrar para no herir susceptibilidades o se crea eso intento, que escribieron al principio en su defensa, al estilo que lo hizo Pérez Martí, como ya dije, pero cumplido ese ritual se callaron y no pasaron de allí. Y eso no tiene porque extrañar a nadie, es una conducta repetitiva y hasta ritual. No hay nadie más utilitario que aquellos que sólo los mueve el interés personal o cuando mucho del grupo, de allí en adelante no hay más nadie.
Otros, en su empeño en creer que se debe defender al gobierno a todo trance, optaron por justificar la detención del profesor y columnista de Aporrea y otros medios, muy leído por cierto, no por lo que parece sustentarse el Ministerio Público, un delito tipificado en la legalidad, sino por sus opiniones y yo diría, más que por estas, por la forma de exponerlas. Es una actitud propia o de la naturaleza de la coyuntura, donde al parecer la gente, tratándose de su adversario, parece sentirse más inclinada a decir lo que siente y desea que lo que sea. Leí artículos bárbaros donde se justificaba la detención de Vivas Santana por lo que habitualmente escribía y la forma; el asunto o motivo verdadero se le trató de manera tangencial. Había como alegría que detuviesen al tipo que decía aquellas cosas que no compartían y hasta les herían en su conciencia y piel. El aparente verdadero motivo no era para ellos lo importante sino la "preciosa" oportunidad para la venganza.
Pero de todos esos, unos y otros se callaron.
Sólo Marín Lista, quien por lo que leído de ambos en los 3 ó 4 últimos años, no es precisamente un aliado o coincidente, táctico ni estratégico de Vivas Santana, ha mantenido en alto ese reclamo y hasta ha llegado a calificarle como preso político. Para ser preciso, revisando el archivo de aquél en Aporrea.org hemos encontrado 7 artículos, de los cuales pongo al final los respectivos link, con el agregado que el último, cuyo link aparece de primero fue publicado apenas el 13 de mayo. Y el 4to. Publicado el 24 de abril Tiene por título "¡Javier Vivas Santana es un preso político!".
Hoy mismo, Aporrea.Org, publica una nota en la que llama la atención como a Vivas Santana se le traslada de prisión, llevándole a un sitio no precisamente apropiado para un ciudadano de salud precaria.
En efecto, la nota se limita a exponer que los familiares "manifiestan su profunda preocupación por las alarmantes condiciones en las que se encuentra la población carcelaria en el internado judicial Rodeo III, que incluye un precario estado de salubridad e higiene y niveles de hacinamiento extremos." Y se agrega "Este contexto puede significar un mayor riesgo ante el avance del COVID-19, por lo que necesita el suministro de los medicamentos de forma constante y permanente, (Valpron de 500mg y Epamin de 100mg), que requiere para mantener a raya las patologías que padece y que sin su ingesta regular puede derivar en graves daños neurológicos y físicos en general, con riego para su vida."
La anterior nota es por demás elocuente, con el agregado que el medio, Aporrea. Org, no se pronuncia ni comenta acerca del motivo de la detención, pero si deja, de hecho, junto con los familiares, sentada su preocupación por los derechos del detenido.
De todo lo anterior se concluye, sin ninguna dificultad, que Javier Vivas Santana, relativamente hablando, se ha quedado sólo; apenas le apoyan y defienden sus familiares, sus verdaderos amigos como Servando Marín Lista y Aporrea. Todo el universo poderoso que se ha beneficiado de la pertinaz tarea de un columnista constante, abundante, por demás corrosivo contra quienes tiene como adversarios, viéndole en serias dificultades, sobre todo por su precaria salud y escasos recursos, pues Vivas Santana es educador como quien esto escribe, le ha dejado solo. La nota de Aporrea arriba guindada, que no es la primera, habla de su necesidad de consumir medicamentos "de forma constante y permanente" y esos mencionan, pero eso mismo sugiere, para no decir habla a gritos, que falta le hace quien le tienda la mano. Pues al parecer, le han dejado sólo, apenas con Servando Marín Lista y Aporrea.
Por todo eso, pese las diferencias ya anotadas que tengo con Vivas Santana, por lo que una vez intercambiamos opiniones discrepantes, y por mi irrenunciable condición de ser humano, he optado escribir en defensa de sus derechos. Lo que no significa bajo ninguna circunstancia emitir opinión sobre el fondo del asunto que lo tiene detenido. Es un ser humano y enfermo, lo que es un doble motivo para reclamar, no tratándose de nadie peligroso, salvo la fiereza de su prosa, se le asigne su casa por cárcel mientras avanza su proceso y recibe los cuidados que su salud amerita. Y me mueve y conmueve, además de su salud, verle sólo, dejado a su suerte por el poderoso ejército del cual ha formado parte o por lo menos ha coincidido y apuntado en la misma dirección. Aunque como sugirió Servando Marín Lista, en uno de sus artículos, posiblemente es en verdad, como uno, un anacoreta, un soldado que combate por su cuenta.
Gente como uno, por aquello hermoso de la solidaridad, humanismo, se estremece viendo a un compañero de página en medios de las dificultades que atraviesa, pese sabe bien, como debe saberlo Javier Vivas Santana, que en un supuesto gobierno de Guaidó, en las actuales circunstancias, sobre todo surgido de aventuras como Gedeón o una invasión extranjera, no existirían páginas como Aporrea. Org., ni libertad para nosotros todos expresarnos.
https://www.aporrea.org/medios/a290504.html
https://www.aporrea.org/ddhh/a290058.html
https://www.aporrea.org/ddhh/a289907.html
https://www.aporrea.org/ddhh/a289711.html
https://www.aporrea.org/ddhh/a289711.html