Con los últimos acontecimientos por el asesinato del afroamericano George Floyd, producto de la brutalidad racial cuando se encontraba bajo custodia de la policía de la ciudad de Minneapolis La cual ha ocasionado una protesta mundial en rechazo, repudio y condena jamás nunca vista en los últimos tiempos. Se ha desatado lo que Chucho García califica, como Demagogia Racial. Que no es otra cosa, que la aparición de una serie de personajes, presidentes, jefes de gobiernos, congresistas, políticos, intelectuales, artistitas, deportistas, Hollywood y demás yerbas; utilizando sus imágenes cómo figuras públicas exitosas, que ahora hipócritamente, salieron a opinar y a mandar mensajes de solidaridad a la familia y al pueblo afroamericano.
Descubriendo de esa manera, que en esa sociedad, existe racismo. Algunos hasta han donado millones de dólares. Para no quedarse atrás, e intentar ganar simpatías, con sus posturas en el mundo político y buscar cobertura mediática a costa de este asesinato. Unos de los ejemplos más patéticos de la Demagogia Racial, ocurrió en el propio congreso de los estados unidos, cuando su presidenta la Sra. Pelosi, junto con grupo de sus colegas, salieron a arrodillándose en señal dizque de protesta y solidaridad, por el ya mencionado hecho.
Debo recordar, que el acto de arrodillarse en señal de protesta contra ese sistema de gobierno racista, de las supremacías blancas y del Ku Klux Klan, lo popularizo el Dr. Martin Luther King Jr. El otro detalle fue, que cada uno salió con una bufanda, con los colores patrios del pueblo de Ghana. Para darle un mayor simbolismo, queriendo decir, estoy con África y sus descendientes. Debemos recordarle, que ese país no es estado parte de la convención, contra todas las formas de discriminación racial, no subscribe; ninguna de las convenciones, protocolos y pactos, que tengan que ver con los derechos humanos, establecidos por las naciones unidas.
Mas, sin embargo, todos los años elaboran informes catalogando a los gobiernos y países, que no estén bajo su dominio, de ser un gobierno o país, violador de los derechos humanos. Cabe destacar, el estruendoso silencio del grupo de congresistas afroamericanos, denominado Black Caucus. Quienes fueron elegidos, para que su mismo sector tuvieran quien los defendiera y representara, en esa instancia del poder legislativo. Hasta ahora, no se han pronunciado por el asesinato de Floyd, para no caer en desgracia, con el abanderado mundial del racismo Trump. Digo, más en los canales del estado venezolano colocan videos del reverendo Al Sharpton, quien fue un crítico jurado, del comandante Hugo Chávez, por su discurso contra Bush en el año 2005, en las naciones unidas; donde dijo: " Aquí huele azufre todavía, porque aquí estuvo el diablo ".
Otro dato muy importante, es que los tanques pensantes de la derecha racista, y los servicios de seguridad e inteligencia del gobierno de los estados unidos; quienes han manejado muy bien, el hecho de utilizar la figura y el grado del General venezolano Christopher Figuera, con características fenotípicas Afrovenezolanas, para atacar e intentar derrocar al gobierno bolivariano y su presidente Nicolás Maduro, con falsas e infundadas declaraciones realizadas como testigo protegido. De ese ex oficial de inteligencia, vinculando a nuestro presidente, en una supuesta red de narco tráfico. Todo esto ocurre en el marco del Decenio, para las y los Afrodescendientes, decretado por las Naciones Unidas. Para mayor sorpresa de lo que es la Demagogia Racial, los estados unidos y su gobierno, no firmo, no subscribió, este acuerdo. El cual implica, implementar políticas públicas para el reconocimiento y respeto de los derechos políticos, sociales económicos y culturales de las y los Afroamericanos.
El otro caso analizar, ocurre en el Brasil de Bolsonaro, hermano gemelo de Trump. En el primer mandato de Lula Da Silva, se avanzo muchísimo cuando por primera vez, en ese país con casi 80 millones de afro-brasileños, se crea la secretaria con rango de Ministerio para la Igualdad Racial. Comenzando así, a implementar políticas públicas para los sectores más vulnerables al racismo y la discriminación racial, producto de la estructura colonial heredada, como lo son los pueblos indígenas y los afro-brasileños. En el caso de los últimos, les creó un programa llamado las Kilombolas, dirigido a resarcir la deuda histórica con este importante sector de esa sociedad, y estableció el reconocimiento, de la historia de África en el sistema educativo, priorizando su política exterior con dicho continente. Realizó la conferencia de los derechos humanos de la región, conocida como Santiago +5, en Brasilia en el año 2006, y celebró la segunda conferencia de intelectuales de África y la diáspora, en ese mismo año.
Estos hechos, causaron la reacción de importantes sectores políticos y sociales de ese país, acusando a Lula, de racializar su gobierno, exclusivamente para esos grupos sociales excluidos históricamente. Hoy, los mismos que atacaron a Lula, por esas políticas inclusivas, en otro ejercicio de Demagogia Racial, salen a solidarizarse con las protestas del pueblo afroamericano, por el asesinato de Floyd.
En esta misma línea, se inscribe el golpe de estado que le dieron al compañero Evo Morales. Una nueva supremacía racista, con su fundamentalismo religioso particular, asume el gobierno de facto en Bolivia.
Después de derrocar a Evo, se ha implementado un apartheid; eliminando de un plumazo el estado plurinacional de Bolivia. Donde las grandes mayorías indígenas, fueron reconocidas en su propia constitución, y por consiguiente, a los pueblos afro-bolivianos. Con los asesinatos, muertes y persecución a los líderes del partido político del Movimiento al Socialismo, Sin contar, que mediante el ejercicio de su gobierno, Evo creó una ley contra el Racismo y la discriminación racial; Ya que él vivió, sintió en carne propia, y fue víctima, de ese tipo de prácticas por muchos años. Nuevamente, la Demagogia Racial, "que no perdona" salió a solidarizarse, con la racista presidenta de facto, la tal Añez. Sin importarle los crímenes, y las violaciones de los derechos humanos, que se están cometiendo contra los pueblos originarios, durante la dictadura, de ese gobierno golpista. Aquellos que permanentemente elogiaban a Evo, con ese cliché, dizque el primer presidente Indio o Indígena de este continente, lo veían como algo extraordinario, y alaban su gestión. Solo era una demostración, de Demagogia Racial. Porque después de su derrocamiento, no lo apoyaron en sus intentos de recuperar el poder, lo abandonaron y hasta celebraron su caída.
En el caso de Venezuela, tampoco ha sido inmune, a la Demagogia Racial, cuando diferentes figuras públicas, tanto políticas, intelectuales, deportistas, artistas, comunicadores y otros grupos sociales que por muchos años se negaron, primero a reconocer y a respetar los derechos de las y los afrovenezolanos, y segundo, que en nuestra sociedad existe y se practica el racismo. Sorpresivamente, descubrieron que hay afrodescendientes en los estados unidos, pero no en Venezuela, es decir, "que hay, y existe, el racismo en los estados unidos, y en Venezuela no".
En el año 2001, cuando apenas comenzaba el proyecto político bolivariano que encabezo Hugo Chávez, el alcalde mayor de la ciudad de caracas Alfredo Peña, en ejercicio de Demagogia Racial, quiso importar el modelo de la brutalidad racial policial; Promocionando una campaña televisiva de seguridad ciudadana, llamada "Plomo al Hampa", donde los supuestos delincuentes, por sus características fenotípicas y su color de piel, eran Afrovenezolanos. Entonces, para acabar con ese supuesto problema de la sociedad, el alcalde Peña, se trajo a caracas al "súper policía" de la ciudad de New York William Bratton, quien tenía el record, de asesinar a miles de afroamericanos en las calles de esa ciudad. El contrato firmado, entre el famoso policía y la alcaldía mayor, era de 180 mil dólares americanos, como le gustaba decir al alcalde; entre tanto, el súper policía dijo: "No vengo hacer milagros".
La Red de Organizaciones Afrovenezolanas, introdujo una demanda en la defensoría del pueblo, contra el alcalde mayor Peña, por utilizar imágenes de los afrovenezolanos, señalándonos como presuntos delincuentes, en sus promociones televisivas, llamadas "Plomo al Hampa". A su vez, acusamos por racista al alcalde mayor, y al súper policía Bratton, de asesino y violador de los derechos humanos.
Otro caso fue, al que catalogué en su momento como "El Racismo como Instrumento Político", que se produjo cuando dos dirigentes del partido político racista y terrorista, mentado Voluntad Popular, sus militantes Freddy Guevara y Yon Goicoechea; afirmaron públicamente, que iban a dirigirse a la residencia de Aristóbulo Isturiz, para quemarlo dentro de la misma, por motivos político-raciales, emulando al grupo terrorista norteamericano conocido históricamente como el Ku Klux Klan.
Estos sectores, de la derecha racista venezolana, "con aires supremacistas blancos" son los mismos, que en abril del 2002 tildaban democráticamente al comandante Chávez, de mono, tierruo, chusma, negro, asoniche, entro otros epítetos, agregando que él y Aristóbulo, deberían estar en un zoológico "entre otras expresiones racistas".
Para finalizar, el racismo y la exclusión social histórica, para las y los Afrodescendientes en el mundo, no se acaba derrumbando estatuas de los antiguos esclavistas; Como tampoco retirando la película "Lo que el viento se llevo". Estos actos, de manera simbólica, me parecen bien, pero no debe ser el fin último de las protestas, del repudio y el rechazo a esas prácticas racistas coloniales. Como lo dije en un artículo anterior, se está atacando a las consecuencias y no a las causas.
Debemos exigir y demandar Las Reparaciones por la Trata, el colonialismo y la esclavitud. Los países causantes de estos crímenes de lesa humanidad deben pagar, reparar y resarcir la deuda histórica a África y su diáspora en las Américas y el Caribe.
Esto también es válido, para el estado venezolano y los dirigentes políticos e instituciones, a que no reproduzcan la Demagogia Racial, de quienes le han negado los derechos políticos y sociales, a los afrovenezolanos obstaculizando ser considerados como un sector elegible para la constituyente. No están calificados para opinar sobre el racismo, ni hablar en nombre de los Movimientos Sociales Afrovenezolanos, porque eso también es un acto de Demagogia Racial.
No nos quiten el protagonismo de nuestras luchas, porque Ser Afrodescendiente, es en estos tiempos un hecho Político y no cultural, ni mucho menos una moda, y no podemos seguir apareciendo "para decir que existimos" en las secciones de noticias de sucesos, cultura y moda.