La formación de los servicios de inteligencia, cuerpos de seguridad del Estado, cuerpos represivos en cualquier país es digna de atención, generalmente en las sociedades democráticas deberían tener resortes políticos, administrativos, judiciales, éticos, morales y de opinión pública que eviten los excesos. Las cuentas de los niveles de represión del pasado desde los años cincuenta hasta marzo de 1999 aún no están suficientemente aclaradas, pero tenemos aproximados, denuncias hechas por periodistas, fiscales del Ministerio Público, libros si la documentación quizás no sea completa pero si existe una memoria social bastante amplia. Ojo nunca se abrieron los archivos de la represión de los años del siglo XX, nunca se sometieron al escrutinio público y tampoco aparecen en el archivo de la nación para que puedan ser observados, ejemplos sobran en el mundo desde los archivos de la Stasi alemana, hasta los archivos de la Dirección Federal de Seguridad en México: Luego de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador desclasificó los archivos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) se dio a conocer que Miguel Nazar Haro vigiló a numerosos personajes, como a Porfirio Múñoz Ledo, incluso de manera personal. Otras personas espiadas por la DFS fueron Juan Gabriel, Ignacio López Tarso, Tatiana Clouthier y el mismo López Obrador. https://www.informador.mx/mexico/Salen-a-luz-datos-de-espia-de-la-Direccion-Federal-de-Seguridad-20190307-0122.html
La propia extracción militar de Chávez hacía imposible que se abrieran los archivos de las dependencias de seguridad del Estado (al fin y al cabo muchos de quienes lo apoyaban venían de esa simiente) y no podían ser transparentados ante la opinión pública. La transparencia siempre fue el mayor escollo con la cual los hombres y mujeres que en los altos niveles del antiguo chavismo y hoy madurismo construirían su poder y sus fórmulas de establecer unas nuevas formas de relación con sus propias fuerzas y la disidencia política, la disidencia democrática o cualquier otra, el : Más de 20 años después de la caída del Muro de Berlín, se podría pensar que el Ministerio para la Seguridad del Estado, más conocido por la abreviatura Stasi, sería únicamente una figura de la historia. Pero una nueva generación quiere saber qué le hizo la policía secreta de Alemania Oriental a sus padres, y un ingenio informático está a punto de facilitarles la tarea. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/09/120916_cultura_documentos_archivos_stasi_bd
Venezuela hoy tiene un eficiente sistema de represión interna, formado por los servicios de alguna isla antillana, Argelia entre otros, cuenta con un amplio lienzo de colaboradores dentro y fuera del país, fuera de la nación están muchos de los miembros de los Comités de Solidaridad y generalmente el encargado de las relaciones con agrupaciones sociales en nuestras embajadas tiene que establecer y crear hilos de confidencialidad con agrupaciones políticas en los países donde trabaja, en estos mismos países están los venezolanos que alguna ocasión tuvieron actividades políticas de izquierda en nuestra patria y residen en el exterior desde hace bastantes años y hoy son "postes" o sea colaboradores de los servicios de inteligencia (se encargan de recabar información y trabajan muchas veces como personal externo de nuestras legaciones diplomáticas)
El espectro de información y de visualización de los antiguos servicios parecía amplio y habló de la SN, DIGEPOL, DISIP. Pero nunca fue tan amplio como los actuales y la desproporción de sus actos, el número de colaboradores ad honorem y de cercanos a esos organismos. Van desde periodistas, medios de comunicación casi en su totalidad, sacerdotes, maestros, trabajadores, intelectuales y "soldados del teclado" sus tareas van desde recabar información, hasta la denuncia y participación en tareas de seguimiento, vigilancia, infiltración, reclutamiento.
En la Venezuela V republicana la realidad se reduce a servicios de inteligencia, represión y colas de supervivencia. La realidad nos va demostrando que no todo está controlado, en una nación con las carencias más grandes de Latinoamérica y el Caribe exceptuando a Haití, con una nación con aislamiento informativo programado por parte del gobierno, con un país donde un sector ya mayoritario de la población está bajo la línea de pobreza y con una población que vivió en mejores condiciones de las que vive hoy, la realidad no puede evitar que todo ciudadano se vuelva un opositor a un sistema de cosas que no garantiza absolutamente ningún bienestar.
Los datos de la represión ejercida por los organismos de seguridad IV republicanos podrían quedar como un juego de niños al lado de la realidad que se vive hoy en Venezuela, con la salvedad que hoy la censura previa, la persecución a periodistas, el ahogamiento económico de los medios independientes es brutal. En el informe, que se elaboró a petición del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, se afirma que en el último decenio –y especialmente desde 2016- el Gobierno venezolano y sus instituciones han puesto en marcha una estrategia "orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno". Un conjunto de leyes, políticas y prácticas que ha reducido el ámbito democrático, ha desmontado el sistema de control institucional sobre el poder ejecutivo y ha permitido la reiteración de graves violaciones de derechos humanos. En el documento se destaca la repercusión de la profunda crisis económica, que ha privado a la población de los medios necesarios para satisfacer sus derechos fundamentales en materia de alimentación y cuidados médicos, entre otros.
https://www.ohchr.org/SP/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=24788&LangID=S
Venezuela no ha dejado de ser un Estado represor, solo que hoy los antiguos perseguidos se volvieron los nuevos perseguidores, como en los años 60s 70s, 80s del siglo XX. Los perseguidores fueron quienes habían sido perseguidos en los años 50s del mismo siglo. Con la diferencia sustancial que los niveles de represión cotidiana, censura, chantaje económico, negación de insumos médicos e incluso comida a quien no comulgue con el gobierno es una práctica crónica, permanente y absolutamente visible.
Los actos de criminalización de la protesta social, la argumentación de los antiguos sectores de izquierda para defender la implacable represión en Venezuela es digna de una sociedad tremendamente mediatizada por el discurso patrioterico y militarista. Este crea uniformidad y hace que exista una confusión entre partido y gobierno y gobierno y Estado. Mantengamos la disidencia y continuemos nuestros pequeños y grandes esfuerzos para la conquista o reconquista de las libertades democráticas.
Los niveles de represión y control social en Venezuela son incomparables con cualquier país en el momento actual en nuestro continente. En Venezuela la situación es al mismo tiempo la más dramática hasta hoy conocida por algunas generaciones. Pero siempre hay luz al final del túnel y podemos ver pequeños destellos de luz. Ya nos tocará abrir esos archivos y a ti te tocara abrirlos y saber quien estuvo tomando notas de lo que hacías. Vamos la democracia es posible y ante todo es necesaria.