Especulación y Oposición

Apenas el Presidente anunció la posibilidad de sincerar los precios de la gasolina, se desató una ola especulativa que ha provocado cierta confusión y preocupación en la población. Aunado a ello, comerciantes indecentes comienzan a acaparar productos de primera necesidad con intención de crear una escasez artificial que le permite incrementar los precios a su antojo. La oposición celebra la especulación y la utiliza como condimento de su manido discurso.

La raíz de la especulación no está en el pequeño distribuidor que esconde unos cuantos kilos de alimentos para luego aumentar los precios. El problema fundamental se ubica en los grandes monopolios de la industria de los alimentos que controlan la producción, la distribución y como complemento tienen acceso directo a las divisas que permite importar materia prima (en algunos casos) y productos terminados.

En Venezuela una sola empresa mantiene el monopolio de producción, importación y distribución de más de 18 rubros alimenticios. Precisamente esa empresa tiene acceso directo a las divisas y cuando no se le otorgan, oportunamente, utilizan su medio de comunicación social para presionar al Gobierno Nacional.

La oposición Venezolana que está siendo financiada por los grandes empresarios ha entrado en el juego perverso de la especulación, el acaparamiento y la creación de escasez artificial y con ello busca una vía para debilitar la fortaleza del Gobierno en los sectores populares que, a la postre, resultan mas afectados por tan denigrante forma de hacer política.

El primer eslabón de la especulación se encuentra en el mercado paralelo de divisas. Allí se ha impuesto un precio al dólar que llega hasta los 4.400 bolívares, es decir, duplica el precio del dólar controlado. En ese mercado de valores se han refugiado empresarios inescrupulosos argumentando que ya no pueden vivir de las colocaciones bancarias porque las Tasas de Interés mantienen porcentajes muy bajos para la desmesurada ganancia que acostumbran mantener.

Se evidencia que esta ola especulativa que comienza en el mercado de valores y toma fuerza en los grandes monopolios distribuidores de alimentos (cadenas de supermercados e importadoras de alimentos), es parte de un plan político de la oposición que busca debilitar la base fundamental del Gobierno Nacional radicada en los sectores populares.

La intención es crear una escasez artificial que provoque una situación de crisis y justifique la movilización de amplios sectores de sociedad. Una circunstancia de esta naturaleza sería utilizada para frenar o aplazar los cambios necesarios que pudieran estar contenidos en algunas leyes a promulgarse, a través, de la Ley Habilitante o simplemente retrasar el proceso legal para consumar la nacionalización de la CANT y las empresas de electricidad, entre otras.

La oposición está arrodillada ante los grandes intereses económicos del país, es un instrumento político a su servicio. Poco le importa el daño que puedan causar al pueblo. Los grandes grupos económicos solo piensan en la acumulación de capital y están acostumbrados a mantener una inmensa ganancia con poca inversión y ningún riesgo. El Estado siempre los protegió y les otorgó las divisas necesarias para garantizar sus ganancias a costa del hambre del pueblo.

Los anuncios del Presidente Chávez ponen en peligro estos privilegios (de los grandes empresarios) propios de una sociedad donde impera el orden del capital y la ganancia como garantía de acumulación producto de la explotación y la especulación. Por eso, sabemos que no se quedaran tranquilos. Jugaran con las necesidades de la población y para ello tienen a una oposición servil que carece norte político y hace mucho tiempo perdió la dignidad.

Lamentablemente el Presidente Chávez no cuenta con Gobernadores y Alcaldes capaces de diseñar y poner en práctica políticas públicas dirigidas a enfrentar esta situación con el vigor necesario y en muchos casos se convierten en cómplices, quizás porque tienen intereses en riesgo. Gobernadores y Alcaldes no dicen, ni hacen nada al respecto. Los organismos encargados de controlar la sana distribución de bienes y servicios lucen fuera del panorama y la población se siente indefensa.

Ante esta circunstancia, la confusión comienza a generalizarse y puede abrirle paso a la desconfianza. El Proceso de Cambios y Transformación Social puede encontrar un tropiezo innecesario. Es urgente actuar desde cada espacio de organización social y política para enfrentar la especulación. Los Consejos Comunales deben iniciar una movilización intensa y una campaña mediática para enfrentar la especulación y a los especuladores.

Al Gobierno Nacional le corresponde imponer las sanciones necesarias para castigar este delito. Cárcel para los especuladores y decisiones urgentes para acabar con el monopolio de los alimentos… Es necesario desmantelar el mercado paralelo del dólar. Esa es una actividad ilegal aún en el mercado de valores…



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Darío Morandy


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