Los migrantes: Una versión controverida

No son irresponsables que se montan en una patera para desde África ingresar a diversos países europeos, no son una manada de irresponsables, los que arriesgando hasta su vida cruzan a pie y en el carrito de lola, incluso hasta con sus hijos menores de edad, intrincadas selvas, vadean ríos, quebradas y montañas plagadas de animales salvajes y bandas organizadas del tráfico de drogas, para llegar a países de Europa y los Estados Unidos, por mencionar, algunos, en busca de mejoras para sus vidas y familias.

Se ha pretendido, desde los países de donde son originarios los migrantes, también, desde los países que son escogidos por ellos para asentarse o transitoriamente estar para continuar sus largos viajes a la tierra prometida, y también desde los grandes poderes mediáticos, estigmatizar, a esos millares de ciudadanos que lo arriesgan todo en busca de su bienestar.

Son millones de seres humanos, no son cuatro gatos, coma alguien en alguna oportunidad los calificó, son personas irredentas, no conformistas que como en sus países de origen se les niega oportunidades y beneficio buscan otras alternativas, buscan un nicho donde puedan sentirse como verdaderos seres humanos y se satisfagan las necesidades, que plasman en convenios y documentos los países dominantes, pero que los gobiernos no cumplen por incapacidad o sencillamente por deshumanización.

Y DONDE VAN? Se dirigen precisamente a naciones que han fundamentado su desarrollo sobre la base de la explotación inmisericorde de los recursos de países de donde son precisamente originarios, los migrantes, a los cuales han desolado, explotado incluso la esclavitud, no han dejado ninguna infraestructura para que los que todavía allí viven, puedan desarrollarse, sino, que por el contario han dejado desolación, divisiones, y en muchos de ellos, gobiernos que todavía, se prestan a entregar los recursos naturales que le quedan por un mendrugo, a esas grandes potencias, en desmedro de sus propios nacionales agobiados por el hambre y sometidos a la marginación social.

Esos millones de seres humanos, que hoy lo arriesgan todo, y que muchos ven y juzgan desde sus poltronas, campaneando vasos de whisky , es una masa irredenta, que es producto de la explotación a que han sido sometidos nuestros pueblos y que hoy, quizás, muchos de ellos en forma inconsciente, representan la avanzada de lo que quieren disfrutar de los beneficios que han forjado las potencias colonialistas e intervencionistas, sobre la base del saqueo de los recursos a las naciones que hoy cuantitativamente representan más, las personas que migran. Esas masas irredentas dicen dennos parte de lo que nos han robado, de lo que nos han saqueado, para beneficio y confort de sus sociedades.

Y eso millones de seres humanos que hoy claman por lo que les perteneció a generaciones de sus antepasados, no son solamente africanos, millares de ellos son de nuestra América, también saqueada, explotada y exprimidas por estos países colonialistas e imperialistas que hoy, sin ningún rubor, pretenden continuar la explotación y el saqueo, para continuar su desarrollo, porque no han podido desarrollar modelos económicos autosuficientes para consolidarse en forma autónoma. Alardean de ser civilizados, alardean de confort, alardean de prosperidad, pero tratan de olvidar y que los pueblos olviden, que la base de todo lo que proclaman está bañada de sangre y sacrificios de otros pueblos que han dominado y explotado.

Hoy, ante los millones de seres humanos que exigen redención, que tocan sus puertas, que cruzan las rayas artificiales que han creado en el mundo para separarnos, tiemblan. Se amurallan, refuerzan sus policías fronterizas, se arman hasta los dientes para impedir que los que explotaron ayer, acudan hoy, buscan acuerdos para impedir el ingreso a sus países, crean todo un sistema represivo y selectivo para marginarlos y amenazan incluso con acribillarlos si osan cruzar sus fronteras.

Eso, si, si de explotación se trata, hasta con un pañuelo en la nariz los aceptan, cuando por ejemplo, sus querubines no pueden encallecer sus manos para recoger cosechas, los reciben y los mal pagan y con la misma los despiden. Eso, si, si los necesitan para fortalecer sus equipos de Beisbol, Futbol, Boxeo o cualquier deporte donde quieren proyectarse, los reciben con un pañuelo en la nariz, aunque algunas veces, desde las tribunas o entre los mismos jugadores les lanzan improperios y los saludan de leguito. Eso, sí, si se trata de mal emplearlos en trabajos que los europeos y anglosajones consideran degradantes, los aceptan, también con un pañuelo en la nariz.

Por eso, veo, con agrado, que esos miles de millones de seres humanos, en forma masiva irrumpan su tranquilidad, veo con agrado que vayan en oleadas a exigir lo que les han arrebatado. Ojala millones más de personas crucen esas líneas artificiales que han creado para separar los pueblos, pero que ellos, colonialistas e imperialista ignoran, cuando se trata de invadir, colonizar y expropiar los recursos de otros pueblos. Los inmigrantes de hoy no son desalmados, no son masas de irresponsables, no son delincuentes como han tratado de estigmatizarlos, son verdaderas vanguardias que buscan el bienestar que les ha sido arrebatado y que buscar satisfacer sus necesidades, porque se le niega también, de donde son originarios. Hoy los Derechos Humanos, si de verdad son humanos, deben protección a esos millones de seres humanos que han dicho basta y buscan los verdaderos caminos de redención y bienestar.



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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