Crueldad

Son las 9:37 minutos de la noche, a un par de horas de culminar el juego de fútbol, "sacamos un 1pto que vale oro" escribe un hermano y compañero nuestro, del grupo de Telegram. Un empate ante la actual campeona del mundo, y más recién, del continente, es una tapita de jarabe de miel, que endulza, sana y refresca ante un cuadro psico-social complejo que vive día a día l@s venezolan@s, agravado o "sazonado" aún más ante los acontecimientos post electorales por esclarecer del #28J. No sabemos si definitivamente se han

cargado la Constitución, se dice fácil, pero se abre una brecha peligrosa, con implicaciones culturales y generacionales que abordaré en otra oportunidad.

Han pasado 25 minutos, son las 10 con 2 de la noche, y un centenar de familias, pertenecientes a los estratos más golpeados por la crisis continuada del actual sistema económico, adicionalmente las arropa la angustia de lo que significa tener a un hijo o hija, adolescentes, en condiciones especiales o discapacidad (se registra 27 personas con estas condiciones, entre ellas un adolescente con autismo), encarcelados y acusados de los peores delitos, comenzando por "Terrorismo", después de ejercer el derecho constitucional de la Protesta y en otros casos, incluso sin haber participado en manifestaciones. Las autoridades imitando la nefasta práctica del entonces Paraestado Colombiano, en busca de abultamiento de cifras con falsos positivos, "guerrilleros caídos en combate", en este caso jóvenes "terroristas fascistas autopista Bellavista" apresados como cuota mínima solicitada.

La implicacion logística que puede llevarse a cabo con la novedad de los traslados de estas personas a otras regiones, y el compartir celda con presos comunes, es quizás una de las acciones más despiadadas para sus familias. Autoridades inclementes, con procedimientos procesales cuestionables, con zaña han castigado a este grupo de familias venezolanas para que sirva de advertencia ante aquellos que pretendan poner en riesgo su "linea de confort del poder". Una nueva herramienta, desconocida por nuestra cultura política y democratica en estos últimos lustros, se pretende normalizar, la crueldad como arma disuasiva, especialmente contra el pueblo pobre.

Apoyo las iniciativas llevadas a cabo por las genuinas expresiones democráticas y plurales que se han agrupado entorno al compañero Enrique Márquez, ex candidato presidencial, con el acompañamiento a las madres de las víctimas, y en ejercer acciones ante los tribunales en pro de la liberación de este grupo de compatriotas.

Ya son las 10 y 46 minutos de la noche, mientras nos preparamos para descansar y afrontar un nuevo día, en estos momentos, cientos de jóvenes, adolescentes y con condiciones especiales están sumidos en incertidumbre y vejaciones.

Sensibilizarse, rechazar y condenar este caso, ante un peligroso precedente, es una muestra de Humanidad.



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Abraham Carrillo


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