La doble Moral de Washington

Libre el terrorista, presos los periodistas

Sorprendiente es a veces la manera en que Estados Unidos ejecuta sus estrategias nefastas, pero nunca nos debe sorprender el resultado. Cuando los funcionarios del servicio de inmigración de Washington capturaron a Luís Posada Carriles en marzo 2005 en Miami, deteniéndolo por haber entrado de manera ilegal al país, era evidente en aquel entonces que buscarían la manera de liberarlo sin castigo. Su captura y su juicio administrativo fue todo un circo para hacer parecer que en Estados Unidos funciona el sistema jurídico y que se aplica la ley hasta a los que viven con el privilegio de la impunidad. La última decisión de la jueza Kathleen Cardone de desechar los cargos contra Posada Carriles porque, según ella, los funcionarios del gobierno estadounidense que lo interrogaron utilizaron tácticas de engaño y decepción para sacarle información, violando “los principios fundamentales de la justicia universal”. ¡Que cínica decisión y razonamiento! Cualquier verdadera defensora de la justicia universal no dejaría libre a un terrorista responsable por la muerte y el sufrimiento de cientos de seres humanos. La decisión de ni siquiera llevar a cabo el juicio contra Posada Carriles por las violaciones de las leyes migratorias en Estados Unidos y el actitud de evitar considerar la solicitud de extradición enviada hace ya dos años por el gobierno venezolano reafirma la doble moral de Washington con el terrorismo y los derechos humanos.

Por el otro lado, Washington tiene presos a dos periodistas desde hace ya varios años. El periodista Bilal Hussein, fotógrafo de Associated Press, ha estado encarcelado por fuerzas estadounidenses en Irak durante más de un año. Y el camarografo Sami al Hajj del canal de televisión Al Jazeera ha estado detenido en la base militar de Estados Unidos en Guantánamo desde el año 2001. Ninguna evidencia y tampoco cargos han sido presentados para justificar estas detenciones. Hasta los militares estadounidenses han admitido a los abogados de estos periodistas que no tienen pruebas para apoyar ninguna acusación en contra de estos trabajadores de la prensa libre. Hussein simplemente tuvo la mala suerte de ser el “periodista que tomaba fotos para la agencia de prensa más grande del mundo", y que su trabajo en aquel entonces fue en Irak en plena Guerra. Oficiales de Washington han revisado más de 900 de sus fotografías sin encontrar una que demonstraba alguna actividad o acción irregular. Igual, lo siguen manteniendo preso en violación de sus derechos humanos y el derecho al debido proceso.

Sami al Hajj ha sido clasificado como “enemigo de combate” por el Pentágono a pesar de nunca haber recibido información sobre los supuestos cargos en su contra. Seis años en Guantánamo – con tortura y represión – es bastante para un camaragráfo simplemente cumpliendo con su trabajo. Pero como ha demonstrado el apoyo incondicional del Departamento de Estado y la Casa Blanca a la empresa 1BC (RCTV), la libertad de expresión y de prensa no es un derecho de seres humanos, sino de corporaciones.

Aquí en el imperio no estan pendientes ni al tanto de ésta hipocresía. El nombre Luis Posada Carriles es poco conocido, menos en los círculos progresistas e izquierdistas. Los estadounidenses comunes y corrientes ni idea tienen sobre ese caso y tampoco se interesan mucho por un tema de terrorismo lejos de sus comunidades y vidas. Poco probable es también que una mayoría de estadounidenses se pronunciarían en contra del encarcelamiento de los dos periodistas antes mencionados. Con nombres “árabes”, es más facil para Washington justificar su detención simplemente diciendo que la evidencia existente en su contra es “clasificada”.

La campaña del terror sigue muy activa en Estados Unidos. Hace días otro supuesto atentado terrorista de figuras “árabes” en contra de una instalación militar en Nueva Jersey fue frenado, pero la matríz de opinión explotó de nuevo por todo el país. Pensando que “aún nos quieren atacar”, los estadounidenses están dispuestos a entregar sus derechos a un gobierno cada día más fascista y de permitir que ese mismo gobierno y sus socios siguen cometiendo acciones de agresión y Guerra, violando los derechos humanos de los pueblos del mundo y llevándonos a todos a un camino de destrucción total.

La hipocresía y la doble moral del imperio crece a una velocidad alarmante.

evagolinger@hotmail.com


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Eva Golinger


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