Muchas son los eventos y situaciones extrañas que están ocurriendo a la sazón de los alquileres residenciales, recientemente se vuelve a ratificar la prórroga en la congelación de alquileres. No sabemos si las autoridades conocen que la necesidad de la gente está siendo utilizada cual vil chantaje para cobrar incrementos en el alquiler por debajo de la mesa y sin que se deje constancia de dicho pago en exceso en la relación con el monto legal regulado. Esta situación tiene mucho tiempo en el mercado inmobiliario y de alquileres creando una distorsión inadecuada que desdibuja el verdadero valor de un canon de arrendamiento residencial e indirectamente dispara como un misil el bread (margen) entre estos y el precio real de una vivienda.
Ante esta irregularidad que sucede tanto en edificaciones nuevas como aquellas construidas hace más de veinte años, se le agrega ahora otra práctica en nuestro concepto aberrante y digna del mayor desprecio posible.
Es el caso particular del Edificio San Franchesco ubicado en la Avenida Estadium de los Chaguaramos a una cuadra del Centro Comercial del mismo nombre, cuyo dueño es el señor venezolano por naturalización de origen italiano Antonio Cartolano. La cosa es la siguiente: En la presente última semana del mes de junio, el tal señor se dedicó a visitar a uno por uno de los inquilinos y jugando con su necesidad y estabilidad emocional en un acto propio de voracidad capitalista indetenible y a través de la conversación personal, le notificó individualmente que el canon, sí, ese que está fuera de control legal por la abstracción de denuncia alguna por parte de los inquilinos, será ahora aumentado en 200.000 bolívares adicionales, hasta aquí solo se trata de la recurrencia de los incrementos realizados al menos dos veces por años desde hace un buen tiempo. Pero la sorpresa mayor se la llevaron los inquilinos al proponer el Sr. Cartolano que deben acudir a la Notaría para firmar un documento donde renuncian a la Opción de Compra.
Es decir que de una buena vez aumenta e impide que se cumplan las ordenanzas fijadas sobre aquellos inmuebles con mucho tiempo de construcción y que ha sido pagado tantas veces por los inquilinos, que algunos tienen más de veinte años alquilados. No estoy seguro si este acto de renuncia “voluntaria”, tenga el suficiente rigor legal, lo que si es cierto es que creemos que se trata de un acto de avaricia incontenible que da al traste con las políticas implementadas para resarcir la deuda social, de tal modo que hacemos un llamado a las autoridades de la Alcaldía Metropolitana de Caracas para que tome cartas en el asunto y si es el caso descubra de una buena vez, que es en realidad lo que está pasando en el mercado inmobiliario de alquileres.
Por último debemos señalar que no sabemos si esto está ocurriendo en otras partes, creemos que ciertamente debe estar sucediendo de manera clandestina, por lo facilito que es, jugando a la necesidad y la poca alternativa de alquiler que tienen los inquilinos en el área Metropolitana de Caracas y zonas circunvecinas. La construcción del socialismo pasa por el combate a esta forma de ganar dinero a costa del sacrificio de los demás, sino se comienza por estas cosas de afectación directa de la gente de menores recursos, no estaremos construyendo ese camino, esa vía hacia el socialismo del siglo XXI.-
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