Morosos Vitalicios

Una falta de responsabilidad y una falsa manera de llevar la vida sin importarle la falta de respeto que su actuación provoca en los vecinos y en la comunidad, es típica de quienes en los edificios no les da la gana, así de simple el concepto “no les da la gana…” de pagar el condominio, comportándose irresponsablemente y adoptando actitudes desafiantes, cuando alguien pueda indicarles que su forma de actuar es la de un “malapaga”, o “moroso”.

Escribo este tema apartándome de la costumbre de este artículo semanal que en su casi totalidad siempre va dedicado al comportamiento político del país, porque considero inconcebible la conducta de compatriotas, “compatriotas” en el sentido exacto de venezolanos, es decir ciudadanos nacidos en una misma patria pero lastimosamente poco dignos de la nacionalidad o gentilicio, pues ese comportamiento niega los valores de la noble colectividad nacional y los acerca más al comportamiento típico de la malandrería. Cómo es posible que en un edificio existan “familias” y lo de las comillas para lo de familias es muy merecido… es decir “familias” entre comillas…, que en cualquier ciudad de Venezuela se jactan de deber cifras millonarias o casi millonarias, a pesar de tratarse de cifras que, (como en el caso que me enseñaron) los pagos apenas alcanzan a sesenta, setenta u ochenta mil bolívares mensuales.

Conversaba con gente de la Junta de Condominio de un edificio en la ciudad de Cagua y me contaron que donde viven, hay personas que cancelan puntualmente y por lo tanto pagan los servicios de: agua, sueldos de conserjería, mantenimiento, luz, gas, aseo, etc., prácticamente subsidiando el agua, la recolección de basura y otros servicios de áreas comunes a los golilleros de la indignidad, es decir aquellos que visten bien, hacen fiestas, van de rumba y vacaciones, cambian de automóvil, hacen negocios o tienen negocios, peeeero… sencillamente dicen no tener para ponerse al día con EL CONDOMINIO. Sinceramente recomiendo que este artículo lo coloquen en las carteleras de los edificios de toda Venezuela, donde existan esta clase de morosos vitalicios de la irresponsabilidad vecinal, aunque dudo que quienes tienen acendrada así esa manera de vivir “su vida”, sean capaces de aprender y admitir su error vecinal y ciudadano, salvo que los citen jurídicamente. Sin embargo, posiblemente esos mismos morosos vitalicios que tan mal ejemplo dan a sus hijos, van a decir guapetonamente “¡¡¡si quieres me demandas!!!”

Definitivamente es difícil explicarse como esta clase de cristianos de cualquier religión, pueden dormir tranquilos con su conciencia, quien sabe si acostumbrados a echarle la culpa de su escasa responsabilidad o de cualquier cosa, sencillamente a otros o “al gobierno”, sin percatarse que no pasan de ser pésimos ejemplos humanos andantes, que sin embargo arrastran en la conciencia su falta de solidaridad vecinal

luissanchezibarra@hotmail.com


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Luis Sánchez Ibarra


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