"Los hombres hacen su historia, pero no la hacen a su propio arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado" Karl Marx.
Hitler fue el fruto de una burguesía alemana hostigada por el humillante Tratado de Versalles. El nazismo fue el movimiento político de la burguesía y la pequeña burguesía alemana que existía mucho antes de Hitler, y quienes vislumbraron en la defensa a ultranza de un extraño “nacionalismo” (chovinista) y en la falsa idea de la “pureza racial” las banderas que les permitirían hacer frente a los capitales transnacionales que los sometían y les negaban su naturaleza de semejantes; y hacer frente, también, a las lucha de clases intestinas que se desarrollaban dentro de la Alemania (post primera Guerra Mundial) entre las burguesía (productiva V& financiera) y la pequeña burguesía cada vez mas arruinada.
Teodoro Herzl, así como sus hijos ideológicos David Ben Gurión, Golda Meir, Shimon Peres, Isaac Rabin, Sharon y Ehud Olmert etc., son los frutos de la burguesía financiera alemana y europea hostigada por la misma burguesía y la pequeña burguesía también alemana (lucha de clases). El sionismo fue y sigue siendo el movimiento político de una parte de la burguesía europea, que existía mucho antes de Teodoro Herzl, y quienes vislumbraron en la religión judía y en defensa a ultranza de un extraño “nacionalismo” (nacido de una religión, que exigía la fundación de un nuevo Estado en Palestina solo para judíos y que llamarían Israel) las banderas que les permitirían hacer frente a los capitales alemanes y transnacionales que los sometían y les negaban su naturaleza de iguales.
La lucha de clases intestina que se desarrollo en la Europa de la depresión (post guerra mundial) logró su mayor hazaña al encubrirse en las religiones (en el anticristianismo judío y el antisemitismo cristiano).
El nazismo y el sionismo fueron como aquellos hermanos gemelos de una novela desquiciada, que se enfrentaron entre sí por una maldita herencia que sus egoísmos no permitió dividir.
Es por ello; por sus orígenes y devenir histórico, que no representa una exageración, ni mucho menos un error cuando se compara al sionismo con su hermano gemelo: el nazismo. Pues, una misma génesis y prácticas políticas (expansionistas, usurpadora de tierras y riquezas, discriminatorias y genocidas), frente a los demás Estados y culturas, los unen.
Recientemente, para solo mencionar un ejemplo, Matan Vilnai, actual viceministro de Defensa israelí, en un discurso que pronunciase el día 29 de febrero de 2008, expresó lo siguiente:
“Ellos (los palestinos) se están buscando un holocausto mucho mayor, porque nosotros utilizaremos todo nuestro poderío para defendernos”.
Está claro que este funesto personaje no sintió el menor remordimiento de conciencia por haber dicho lo que dijo y por haber comparado, indirectamente con sus palabras, a Israel con la Alemania nazi cuando dejó entrever el futuro de muerte que le espera al pueblo palestino por pretender existir y verse como iguales.
Los más de 5 millones de refugiados palestinos (dentro y fuera de sus tierras); los otros millones de muertos, desaparecidos, y encarcelados (entre mujeres, jóvenes y niños); los Gettos de Cisjordania y Gaza; y los más recientes 125 muertos en Gaza (entre mujeres, jóvenes, niños y bebes), según los sionistas, “no representan suficientes pesares” para el pueblo mártir palestino.
Gilad Atzmon, escritor y activista de origen judío –hoy se considera como ex judío- nacido en Israel y autoexiliado en Londres, desde donde defiende la causa de la liberación del pueblo palestino, en un discurso pronunciado el 1 de marzo de 2008 en Hampshire (Reino Unido), dijo lo siguiente:
“A pesar de que los hechos se desarrollan ante nuestros ojos; a pesar del hambre en Gaza; a pesar de que un alto funcionario israelí admite las inclinaciones genocidas contra los palestinos; a pesar de la intensificación de las matanzas, todavía nos asusta admitir que Gaza es un campo de concentración y que está a punto de convertirse en un campo de la muerte. Por alguna extraña razón, muchos de nosotros aún no han aceptado que en lo tocante al mal, Israel es el campeón mundial de la inclemencia y la venganza”.
El holocausto del pueblo palestino es fruto del enemigo de la humanidad: el sionismo, o mejor dicho, el sionazismo (que es parte del imperialismo norteamericano) y la omisión cómplice de la Comunidad Internacional.
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