“Rachel Corrie (10 de abril de 1979–16 de marzo de 2003) fue una miembro del Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM) que viajó como activista pro-palestina a la Franja de Gaza durante la Intifada de Al-Aqsa. Murió cuando intentaba detener a una excavadora Caterpillar D9 de las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) que operaba en Rafah, una zona fronteriza, donde se encontraban casas de familiares de presuntos terroristas y un túnel de contrabando de armas que la excavadora trataba de destruir”.
Es así como Wikipedia reseña el vil asesinato de esta valiente luchadora social a la cual desnacionaliza de paso, lo digo porque esta “enciclopedia libre”, olvida decir que Rachel es norteamericana, y como lo reclama Sonia Nettnin en su articulo “Rachel Corrie una conciencia estadounidense” publicado en Rebelión, los medios “made in usa” silenciaron el hecho, sumiendo a la opinión publica norteamericana a la ignorancia, dejándolos sin chance para el escrutinio publico, avalando de esta manera, al asesino mutis del que hizo gala el gobierno imperial.
Este tipo de Estado Transnacional y sus estados vasallos, son mas veloces para reaccionar cuando les afectan sus intereses económicos que cuando les asesinan a sus ciudadanos. La chancillería mexicana se pronunció por medio de unas declaraciones de su representante, a las pocas horas que el gobierno libérrimo bolivariano, anunciara la nacionalización de las empresas del cemento. Mas, sin embargo, aun no ha sentado una posición clara con respecto a los asesinatos de los jóvenes mexicanos por parte de las fuerzas invasoras del gobierno colombiano que penetraron al territorio ecuatoriano y masacraron a veinte personas, incluyendo al comandante guerrillero Raúl Reyes. Y peor aun, el gobierno de Bush, cinco años después, ni siquiera se ha dado por enterado de que su engendro en el medio oriente, le dio muerte a Rachel; simplemente porque para esta cofradía mundial, este tipo humano de Rachel, no existe, mas que para su exterminio total.
La verdad, a pesar de Wikipedia es que: “Rachel Corrie, de 23 años, fue asesinada el 15 de marzo pasado (2003) por el conductor de una aplanadora militar israelí, quien la atropelló y le dio muerte deliberadamente. Rachel se oponía a la destrucción de casas de familias palestinas en los territorios palestinos”. “Este es el homenaje que le rinde Stefano Costa” en su articulo “Por la paz, en recuerdo de Rachel Corrie” (Mujeres Hoy)
“El soldado israelí (continua Sonia Nettnin) la aplastó”.
miltongomezburgos@yahoo.es
“Varios testimonios coinciden en que el soldado vio a Corrie. Tras
el incidente, el anónimo soldado israelí sonrió y saludó a los testigos
presénciales desde la cabina de la excavadora. Ni siquiera se bajó
de la máquina para enfrentarse a su inerme víctima”.
“El comportamiento del soldado frente a la cámara era
el de alguien que ha perdido su humanidad. Para empezar el informe de
investigación israelí sobre la muerte de Corrie no fue sino una descarada
mentira, porque mantiene que la excavadora no llegó a tocarla. El vídeo
muestra imágenes de la cabina del buldózer, y el soldado dice: “Dobby
a dos, he aplastado un objeto” (es la terminología militar para denominar
a una persona). El hecho de que el soldado nunca se mostrara públicamente,
demuestra que no aprendió nada de su crimen, porque no se responsabilizó
de sus acciones. Mientras su familia, amigos y compañeros militares
sigan en silencio, estarán compartiendo la responsabilidad en este
crimen atroz sin resolver”.
Yo añadiría en esa lista de cómplices, al estado promotor de todo este odio. Y es este el mismo paradigma que le da a las fuerzas de derecha en el mundo, no solo la legitimidad de la administración de la fuerza, en cuyo trasfondo, el de su uso indiscriminado, está la sistemática eliminación o exterminio de las luchas populares, sino además, la administración de la legalidad que habilita la jauría jurídica que acosa a todo cuanto insurge.
Por Rachel, por su infinita valentía, contra el imperio, de cuyo seno también manan los héroes que lucharan hasta su derrota final.