No se necesita ser muy pensante para comprender ante los hechos de insolencia reiterados de parte de este mequetrefe con aires de emperador, llámese Juan Manuel Santos, que se siente guapo y apoyao.
Es de imaginar que las reuniones continuas con altos personeros del gobierno del terror del norte, lo han llegado a creerse el próximo pitoniso de Colombia.
Recordemos sus declaraciones recientes en lo concerniente a la masacre en Ecuador, como anteriormente con el Alcalde Di Martino del Zulia en una supuesta incursión tipo comando para secuestrar al mencionado por supuestos vínculos con los “terroristas” de la FARC.
Hoy regresa nuevamente por ordenes de papa Bush, con sus ataques desmedidos hacia Venezuela.
Este energúmeno parlanchín se mofa una y otra vez, de declaraciones de la OEA y de la ONU, y amenaza con nuevos genocidios “de ser necesarios” contra sus llamados terroristas, estén en los terrenos que estén y poco le importa si se encuentran en tierras de países limítrofes con Colombia.
Este pichón de fascista amante de la guerra...
“Ojo” de la guerra fácil...
Combatientes dormidos, mísiles desde bien lejos, remate de enemigos desarmados, torturas de cualquier tipo.
Igual que los dictadores fascistas del Sur de nuestro pasado resiente en tiempos de dictadura, donde resultaba muy fácil inventar una guerra contra un enemigo que lo único que cargaba eran sus ideales, gozaban torturando y matando, trabajadores y estudiantes buscados y llevados a rastras de sus humildes casas, en presencia de niños de corta edad, que no comprendían ese salvajismo contra sus padres...
Este Santo que del cielo no carga nada, hace ver al propio presidente de Colombia como una simple marioneta, al servicio de su para nada oculto, afán desmedido de poder.
Nos imaginamos su cólera contra su presidente, por los hechos acaecidos en la Cumbre de Río efectuada en Santo Domingo, cuando Uribe se levantó de su silla impulsado por un sentimiento casi oculto de la importancia de la unión entre países hermanados, cuando nuestro comandante le hizo reflexionar, con palabras sólo atribuibles a un humanista sin igual.
Todos tenemos que estar consientes que tenemos en el hermano país de Colombia, un loco peligroso, verdadero terrorista inundado de lujurias de guerra, muerte y poder, apoyado por Bush y por sus célebres hermanos dentro del gobierno, como de los mas importantes medios masivos de comunicación de la oligarquía colombiana.
(...) Muy oportunas y precisas las palabras de nuestro comandante con respecto a este personaje. NO HAY QUE PERDERLE PISADA A ESTE NUEVO DEMENTE.
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