Diálogo tenebroso con un policía

Hoy conversé con un funcionario policial que trabaja para el estado donde vive. Fue un diálogo franco y sin pasiones que merece la pena editarlo para ver si algo queda en la conciencia de algunos encargados de velar por la justicia en este país. Y lo denomino tenebroso (al diálogo) pues no es posible concebir un escenario así, tan degenerado, en un país que desee encaminarse a un socialismo bolivariano. Por esta ventana libertaria de Aporrea hemos escrito, varios colaboradores, cientos de artículos referentes al tema de la grosera impunidad que vivimos y que NO permitirá que alcancemos socialismo alguno; bajémonos de esa nube, con el actual sistema de justicia seguiremos arando en el mar. Veamos la conversa:

E.G.: ¿Por qué, amigo policía, hay tantos  bandidos en los cuerpos policiales del país, que piensas sobre eso?

Poli.: La mayoría no es corrupta, hay casos específicos pero no podemos generalizar.

E.G.: La percepción del ciudadano común es otra y eso es preocupante.

Poli.: Mire. Lo que pasa es que TODO el sistema está podrido, de arriba para abajo, desde el TSJ hasta el funcionario común.

E.G.: Pero si la mayoría, como tu dices, es sana, entonces deberíamos ganar los buenos contra los delincuentes de cualquier tipo. No es posible que la delincuencia nos arrope y venza.

Poli.: Es muy fácil decirlo así pero la realidad es otra. Mire, nosotros detenemos a un bandido y de repente recibimos una llamada al celular de un padrino del delincuente y tenemos que soltarlo; eso nos desmotiva, por eso es que hay policías que en una detención el personaje le ofrece cinco o diez millones y lo suelta porque así se evita una desilusión y un enemigo. El funcionario sabe que esa persona soltará más millones a fiscales y jueces para quedar libre, esa es la triste realidad. Hay funcionarios evangélicos que no le reciben un bolívar a nadie pero son minoría.

E.G.: Pero si tu lo detienes él no te va a matar pues no es fácil quedar impune matando a un policía.

Poli.: No crea, han matado muchos, ya este año van varios y todos le tememos a eso, no queremos morir por una basura.

E.G.: Y entonces que hacemos amigo, que nos coma el tigre, que el crimen siga campante por todo el país?

Poli.: Le repito, TODO el sistema está podrido, de arriba para abajo y también hay influencias políticas que dejan sueltos a delincuentes. Hace poco en un procedimiento detuve a un sujeto ebrio que portaba un arma de este tamaño; le pedí el porte de armas y lo tenía vigente pero al estar borracho debe ser detenida el arma y la persona rendir una indagatoria. Otro funcionario me pidió que lo dejara libre y tuve que hacerlo. Después me enteré que era un traficante peligroso. Si yo lo detengo me hubiese echado un feo enemigo y yo tengo familia, contra eso no tengo protección alguna.

E.G.: ¿Qué podemos hacer amigo?

Poli.: Nada, encomiéndese a Dios y más nada. Le repito, todo el sistema está podrido, fiscales, jueces, Cicpc, etc., todo.

E.G.: ¿Y a ti te gusta ese trabajo?

Poli.: No mucho pero tengo un sueldo fijo y varios beneficios que me ayudan.

E.G.: ¿Y por qué no estudias para salirte de ese mundo tenebroso?; eres muy joven.

Poli.: Si, tengo poco más de dos años en el cargo pero voy a estudiar para buscar un trabajo menos peligroso.

E.G.: ¿Entonces, no tenemos salida?

Poli.: Mire señor, estamos cansados de ver como son detenidos cientos de personas con causas bien sustentadas y a los días andan libres por la calle, no hay razón. Sálvese el que pueda.

E.G.: ¿Y por qué hay armas de fuego en las cárceles, como se explica eso?

Poli.: Son los custodios internos que trafican con eso. Nosotros podemos decomisar algún armamento cuando hay riñas dentro de los penales, ahí si aparecen las armas y podemos quitárselas, antes no porque las esconden cuando hay operativos……

En la conversación tocamos otros tópicos oscuros que no es el caso ventilar aquí. Esa es la cruda realidad. El soberano se siente desamparado, desilusionado, desesperanzado, no sabe a quien acudir en un caso delicado que amerite la pronta intervención de la justicia. Fiscales, Jueces(as) y demás funcionarios al servicio de la ley que se venden por 30 monedas, que no tienen conciencia de lo que es la patria decente, de lo que reclamamos todos: que se aplique la ley sin distinción alguna. Eso es una utopía, por ahora(y van 10 años). El señor presidente no puede ser Fiscal y Juez, cada quien que haga su trabajo. La triste realidad es que NO confiamos en ningún organismo de justicia, son los pobres aquellos que van a las inmundas cárceles, los ricos e influyentes no pisan esos antros de detención. Así no habrá jamás ningún socialismo. Recordemos los sucesos del golpe de abril 2002, esos bandidos andan sueltos y hablando a diario por Globovisión, Radio Caracas, Televen, Unión Radio, etc., quedaron sin castigo y de ñapa el presidente perdonó a un montón de esos marginales de la ley y la decencia pública. Si  todo el entramado institucional que se encarga de velar por el orden y por la administración de justicia no da un giro de 180 grados, entonces seguiremos en la espiral descendente de una sociedad atrapada por la ley de entropía, por la degeneración acelerada de la ley las buenas costumbres. No vamos a enumerar los casos emblemáticos de impunidad ya que sería un ejercicio de masoquismo angustiante. Alguien dijo que la angustia vive del futuro y el rencor del pasado. No estamos viviendo el presente y eso es muy lamentable. Que Dios salve a la patria y que el infierno que vivimos a diario por causa de la inseguridad, le sea endosado a quienes lo merecen. Olvídese de socialismo, señor presidente, debemos hacer algo y pronto.

efraingran@gmail.com



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Efrain Jose Granadillo


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