"pondrá a prueba cuánto puede durar el espíritu de cooperación, antes de que el egoísmo, el chovinismo, los intereses mezquinos y el desprecio por otras naciones prevalezcan"
Haití podría convertirse en un ejemplo de lo que la humanidad puede hacer por sí misma. Fidel Castro.
Después del
terremoto que devastó la capital y otras ciudades del país, el
gobierno de Haití sigue atado de pies y manos para ordenar la
ayuda internacional caótico. La ayuda se entregue en las calles y casas,
pero de acuerdo a la voluntad de Organizaciones No Gubernamentales,
que dé con los cálculos de las necesidades del ejecutivo y de los
grupos de la sociedad de Haití. Una vez más, el Primer Ministro, Jean
Max Bellerrive alzó la voz de alarma sobre el caos y expresó la frustración
del gobierno de René Preval, por sentirse incapaz de resolver el concepto
de este juego de la distribución de alimentos y otros bienes destinados
a los afectados. Es el tema más delicado en este momento de crisis,
como la desilusión de la población y la frustración del Gobierno,
dijo el martes Bellerrive.
Según la
Oficina de las Naciones Unidas en materia humanitaria, un grupo armado
llegó tan lejos al atacar un convoy de alimentos que salió
del aeropuerto de Jeremie (1), ubicado al suroeste del país. Fuerza
de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH)
había disparado al aire y de conformidad con la parte, no hubo lesionados.
Una simple mirada a los parques y plazas convertidas en asentamientos
humanos insalubres después del terremoto, demuestra la anarquía que
aún reina en la organización de apoyo internacional. La política
que el gobierno ha venido desarrollando es el de la transferencia de
personas, concentradas en estas zonas trasladarlas a las afueras de
la ciudad, ciertas fundaciones han decidido facilitar casas de campaña,
con el deseo de mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo, esta mejora
podría viavilizarse de acuerdo con la estrategia del Ejecutivo, de
crear campamentos alejados de Puerto Príncipe, como lo ha hecho el
Grupo de Tareas Haití .
Esto,
según el mandato del presidente venezolano, Hugo Chávez, y con el
apoyo de otros países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA), erigido una nueva comunidad en Leoganne (2).
Esta concebido como un proyecto social, que incluye una infraestructura
de alimentación, salud, educación, recreación y otras condiciones
de vida, incluida la higiene, es el primero de otros que el ALBA erigirá
fuera de la capital. Aunque los signos de recuperación son muy lentos,
con altos y bajos, esto incluye la recolección de escombros,
el suministro de agua y combustible.
Aunque algunos
de los asentamientos ubicados en las partes más altas de la ciudad
han mejorado estos servicios, en zonas bajas las montañas de escombros
y la desesperación hace la ayuda insuficiente.
Muchas personas
con familiares en el extranjero y la falta de líneas telefónicas hay
empresas que permiten realizar llamadas para traten de comunicarse con
sus familiares y así aliviar su situación económica. Cientos van
cada mañana a los bancos, ansiosos de saber llegó alguna remesa, y
en muchos casos regresan decepcionados a sus hogares o tiendas de campaña
improvisadas, sin tener una idea de cómo enfrentar el futuro.
En las calles de Haití continúa la lucha por la vida. La estación de radio llama hacer frente a los especuladores, que elevan los precios de muchos bienes. De hecho, no es extraño encontrar los llamados “Marzo” (mercados informales) vendiendo sacos de arroz que llegó de las ayudas humanitaria para el país.
En medio de
la anarquía existente, el gobierno de Preval anunció algunos
pasos, incluyendo la formación de un Ejecutivo de Crisis, la cual reajustará
las misiones de los ministros o crear un comité nacional que dirigida
la emergencia.