Abril 28 de 2015.-Tras sufrir la violenta persecución del gobernador Gildo Insfrán en Formosa, la comunidad QOM Potae Napocna Navogoh La Primavera se trasformó en una de las paredes contra las que choca el relato oficial.
Lejos de la prédica idílica para con los aborígenes argentinos, ni al Gobierno Nacional ni al Provincial les tiembla el pulso si hace falta moverlos del lugar que ocupan. El discurso, claro está, se termina cuando la tierra es valiosa.
En diálogo con Nexofin, el líder QOM Félix Díaz dejó claro que lo discursivo tiene límites muy claros. "En 2010, cuando entramos a la Casa Rosada, la Presidenta nos dijo ‘no sean tontos, si hay petróleo en sus tierras déjennos entrar’. Ahí nos dimos cuenta cuál era la idea que tenían de nosotros. Cristina nos saca a los indígenas del lugar, no nos hace participar", afirmó Félix.
"El programa de viviendas se termina entregando a los punteros políticos indígenas"
En lo relativo a la postura del Gobierno Nacional con las comunidades aborígenes, el dirigente fue muy claro. "Para las autoridades, el tema indígena en un buen recurso. Es un interés partidario, electoralista", indicó.
A principios de abril, miembros QOM instalaron una carpa en 9 de Julio y Avenida de Mayo, pidiendo poder hablar con Cristina Kirchner. Como aún no hubo respuesta, la comunidad pidió hablar con Juan Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos de la Nación. Sin embargo, tampoco hubo suerte. "Fresneda mandó un secretario a decirnos que primero volvamos a Formosa y dialoguemos desde allí con el gobierno Nacional y el Municipal. Esto nos preocupó, porque nos decían que primero levantemos la carpa", relató Díaz.
Curiosamente, uno de los hechos que los motivó a viajar hasta Buenos Aires fue la falta de diálogo de Gildo Insfrán, gobernador de Formosa. "Con Insfrán, nunca accedimos al diálogo. Él sólo habla por los medios", sostuvo Félix. Y agregó: "Nos manda policía, nos crea causas penales. Es difícil hablar con alguien que quiere controlar toda la vida de la provincia".
Félix dio además un claro ejemplo de cómo funciona uno de los planes de asistencia del Gobierno. "El FONAVI [Fondo Nacional de la Vivienda] le da plata a Formosa, pero nadie sabe en realidad la cantidad real de dinero que se destina al programa. Tampoco sabemos quienes son las empresas que se encargan de construir las casas", denuncia el dirigente. Y agrega: "El programa se termina entregando a los punteros políticos indígenas. Se entregan sólo a ellos, y se hace pasar como si fuera para la toda la comunidad".
Díaz reclamó, además, mayor participación de los líderes aborígenes. Y apuntó contra la diputada nacional, Diana Conti, con motivo de sus declaraciones en relación a la causa indígena. "Conti cree que al indígena sólo hay que darle, sin consultarle nada", apuntó. La legisladora había calificado de "impenetrable" a la comunidad QOM, al intentar desligar al Gobierno Nacional por la muerte de Néstor Fermía, el niño de 7 años que falleció por desnutrición y tuberculosis.
Por otra parte, y en relación a otras comunidades indígenas, mencionó que "algunos creen que el Gobierno es bueno porque creó muchas leyes. Pero en la práctica no se ven resultados. No hay indígenas directores de escuela, ni enfermeros que salven vidas". Lejos de cierto sentido común que supone erróneamente que los aborígenes quieren vivir aislados, Félix Díaz es claro en su deseo de integración. "No hay aplicación real de la integración. Nosotros queremos ser parte, ser actores directos y trabajar junto al Estado", señaló a este medio.
Reclamos históricos
Finalmente, explicó los reclamos históricos que las comunidades indígenas tienen. "El derecho indígena se tiene que aplicar incondicionalmente. Está en la constitución y hay diversas leyes", sostuvo Félix. Y se preguntó: "Pero ¿por qué siguen muriendo indígenas por desnutrición? ¿Por qué siguen siendo expulsados? Hay una deuda social del Estado con los pueblos originarios por el saqueo, las muertes, etc. "
Más allá de los reclamos, las leyes, las políticas; más allá del Estado, el Gobierno y el relato, el objetivo finalmente es uno. "Queremos frenar las muertes de los indígenas", afirmó Félix Díaz.