El Estado rentístico venezolano

Llegamos al mes septiembre del 2016, y aún Nicolás Maduro sigue siendo presidente de la República Bolivariana de Venezuela. En el pasado quedaron las retóricas amenazas de la contrarrevolución: que tomaría el poder presidencial en menos de 6 meses…

Eso no pasó, y la vida del venezolano de a pie continua en un contexto económico nacional e internacional por demás complejo y un tanto borroso de lo que podría pasar en los próximos meses...

No obstante, la economía sigue dependiendo de los precios de la cesta petrolera venezolana, que ha venido incrementándose poco a poco ubicándose cerca de los 40 dólares por barril, que garantizará un leve incremento en los ingresos fiscales petroleros en el corto plazo.

Pero aún siguen latentes los problemas de la inflación especulativa e inducida, estimada superior al 150% para este año 2016),… reservas internacionales por debajo de los 12.000 millones de dólares,… un gasto público comprometido con los sectores sociales por la vía de pensiones, subsidios, misiones sociales y aumentos salariales;…y una deuda externa e interna que supera los 130.000 millones de dólares.

Para los más optimistas, entre los que me encuentro, la situación actual se nos presenta como el escenario ideal para avanzar hacia nuevos estadios superiores, dar verdaderos saltos cuánticos en materia productiva, que en corto plazo, nos trasladen a una nueva realidad económica, a un nuevo renacer, a una nueva cultura, a un nuevo reencuentro social, para terminar de acabar con el modelo rentista petrolero y reactivar el aparato productivo.

Soy de los que cree, que ante el fracaso rotundo y continuado de ese modelo de desarrollo basado sólo en el petróleo (96% de las divisas), es necesario revalorizar la tesis de "crecer dentro del petróleo"...

Planteamos lo siguiente: en primer lugar, que se detenga la adquisición de compromisos financieros extranjeros, indistintamente de que estos estén dirigidos, efectivamente, al soporte del gasto para la disminución de las deudas sociales acumuladas ¡Asumir deudas en el presente es comprometer nuestro principal activo financiero en el futuro: las reservas petroleras probadas" y endeudar a los hijos del futuro!

En segundo lugar, hacer el mayor esfuerzo para superar el modelo de Estado vigente… conocido por ser "rentístico-parasitario" por un "Estado rentístico-productivo", donde los ingresos petroleros sean destinados primordialmente a desarrollar aquellos sectores productivos con ventajas comparativas y competitivas dentro de lo que el presidente Maduro ha denominado los "Quince Motores estratégicos de la Economía".

Lo proponemos es cambiar la manera de distribuir la renta petrolera, donde el gobierno planifique el desarrollo de esos sectores estratégicos en todas sus ramas productivas y conexas: industrial, mediano, micro empresarial, artesanal, formativa, manufactura y comercial, con base en los ingresos previstos por la Industria Petrolera Nacional.

Estos sectores, deben estar conectados en redes de producción financiadas, administradas, protegidas y controladas por el Estado.

Ciertamente, hay que fortalecer el sector petrolero,… pero hay que conectarlo a otros sectores industriales como el hierro, el acero y la petroquímica, a fin de impulsar la producción de insumos, maquinarias y tecnologías nacionales para el resto de las industrias.

Otros dos sectores a los cuales deberán destinarse una gran parte de la renta petrolera son el turismo y el agropecuario, grandes generadores de empleos y de ingresos a la vez (vía impuestos sobre la renta).

Aquí se propone crear dos Fondos Especiales de Desarrollo, que se irán alimentando con parte del Presupuesto Nacional y futuros ingresos petroleros extraordinarios… Son fondos para el largo plazo que no podrán ser traspasados por ningún motivo para apaliar gasto público no productivo.

El sentido general, es no seguir liquidando nuestro principal activo productivo y patrimonio común de todos los venezolanos: los yacimientos petroleros, para cancelar gastos no retornables,… que como la historia nos ha venido demostrando,… no apalancan el desarrollo económico y social del país en ningún momento.

Y en tercer lugar, el Estado deberá financiar al resto de los sectores no productivos (salud, educación, deporte, seguridad, etc.) con los aportes tributarios de las actividades productivas no petroleras, y no lo contrario, como aún se sigue haciendo.

La realidad actual ha demostrado que ante una caída en los precios del petróleo la tendencia es a endeudarse para satisfacer el gasto público. Esa perversión económica debe terminarse algún día.

Si los ingresos fiscales caen el gasto público debe ajustarse a él, valga decir, disminuir costos y gastos superfluos o no urgentes. Y para mantener a las misiones sociales, hay que comenzar a producir y a ser recaudadores de impuestos eficientes para poder soportar la política de beneficencia social. Ese debe ser el verdadero sacrificio gubernamental por su población.

Correo: agiussepe@gmail.com

Twitter: @agiussepe



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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