Al Segundo centenario del nacimiento de Carlos Marx, sus abstracciones de primer y segundo grados manejadas en su precipua obra, El Capital, todavía se hallan a leguas de distancia con la cultura "metafisista" burguesa, fuente esta en la que han bebido venezolanos y extranjeros nacidos y criados en el modo capitalista de producción, e independientemente de que hayan, o no, abrazado la cosmovisión izquierdista de los últimos 150 años.
De la primera entrega sobre el tema del salario como capital variable, traemos una duda muy razonable:
Cuando Marx arriba a la conclusión de que el salario paga sólo el valor de la fuerza de trabajo; lo hace al considerar que el resultado del uso de esta, o el trabajo realizado por el asalariado, crea suficiente valor durante 100% de la jornada como para cubrir el monto de ese salario y algo más de valor. De momento, Marx, si bien se refiere al salario como cantidad de dinero, o capital variable, hace abstracción de aquella cuando calcula el valor creado durante el tiempo necesario de la jornada y también durante el tiempo excedentario al referirse y realizarse la plusvalía.
Ambas categorías de valor, valor de reposición del salario (del dinero pagado como precio de la fuerza de trabajo) y del monto del dinero representado por la plusvalía necesariamente deben pasar por el mercado para poder determinarse cuánto vale concretamente el valor creado en la fábrica por el asalariado.
De allí, pues, la creación de valor y plusvalor, o sea, respectivamente, un valor = salario, cuyo monto en dinero cubriría los precios de mercado de la cesta básica del trabajador, y un valor adicional cuyo monto también garantizaría un monto en dinero, según los precios de mercado, como si el capitalista le hubiera reconocido al trabajador tanto salario como el que aquel recuperaría en el mercado, que no es lo que ocurre concretamente.
Es que, si así fuera, el trabajador estaría cubriendo su cesta básica con independencia de los precios de mercado reinantes para las mercancías de dicha cesta, ya que estos ex ante servirían de base para su paga salarial.
Como eso no esa sí, podemos decir que el salario es más bien una constante, y su variabilidad como capital dependería de que el valor creado por el trabajador cubra con exceso el valor del salario, según lo vaya permitiendo el mercado que, por supuesto, controla unilateralmente la masa de capitalistas.
Ahora, bien, como la tasa de ganancia de todos los capitalistas debe y tiende a ser la misma para todos los capitales con independencia de su cuantía, las cuentas, en sentido macroeconómico, no le cuadran a Marx, si se respetara estrictamente la teoría (abstracción) del valor trabajo (un valor creado en la producción y no en el mercado).
Ante esta dificultad, Marx opta por concretar la abstracción valor trabajo y descubre la teoría de los precios de producción.
Veamos la siguiente hipótesis:
1.- En un momento y espacio dados, el trabajador asalariado necesita producir 4 unidades de equis mercancía para, con su aporte al costo de producción o uso de su fuerza de trabajo, agregar una cantidad de valor = salario.
2.- Digamos que agrega un valor = 20, para un valor de cambio = 4x5, o sea, agrega un valor = 5 a cada unidad de mercancía.
Esas 4 unidades de mercancía portadoras ya de un valor = salario, terminarán vendidas a determinado precio en el mercado y será este precio el que terminará garantizando el tamaño de la plusvalía y en algunos casos el valor recuperado con la liquidación del valor creado por el asalariado.
Digamos que la variabilidad del capital variable va más allá de la plusvalía individual. Esta entrega amerita detalles para más adelante.
P. D.: Hoy llama mi atención que algunos colegios religiosos nunca han tocado el Himno Nacional atenido a sus estrofas varias. Ahora observo que lo hacen con hincapié en aquella donde se oye: "...SEGUID el EJEMPLO que CARACAS DIO…".
7/5/2017 10:05:01 p.m.
