El 70% de lo que consumimos lo importamos gracias a que el empresariado venezolano no es competitivo, predominan los oligopolios parasitarios que sólo quieren los dólares que genera PDVSA, aportan muy poco al valor agregado nacional, y han sido incapaces de generar en las últimas décadas su propia tecnología y materia prima en nuestro propio país... A eso se les une, que los empresarios agremiados en Fedecamaras, Consecomercio, Venamchamp, Fedenaga, Fedeagro, entre otros gremios privados, se metieron en el sistema político venezolano, siendo capaces de liderar el golpe de Estado contra Hugo Chávez y el sabotaje a la industria petrolera en en 2002. Al no haber alcanzado esos objetivos políticos, se embaucaron en la denominada Guerra Económica que aun persiste contra el gobierno revolucionario.
Esa situación ocasionó la descoordinación entre el Estado y los empresarios opositores agremiados generado el escenario de enfrentamiento y la competencia entre ambos actores en el mercado interno. El Estado expropió empresas productivas estratégicas, nacionalizó los sectores conexos a la industria petrolera, los silos, la administración de las semillas, y ha utilizado el sistema cambiario para filtrar la distribución de las divisas necesarias por el aparato productivo, manteniendo un control de cambio que rige desde febrero de 2003, que ha sido ineficaz para reactivarlo y detener la fuga de capitales. Eso conllevó a la competencia entre los empresarios aliados al Estado y los opositores agremiados para ver quien importa más.
En ese contexto, Dolar Today toma fuerza y comienza a direccionar el sistema cambiario. En junio de 2017, la economía sigue referenciada por un sistema cambiario paralelo que no controla el gobierno sino el Pentágono. El precio del petróleo por debajo de 30 dólares el barril. Por su parte, en su arrancada, el DICOM ha resultado inestable y ha representado una fuerte devaluación de la moneda nacional; como consecuencia, en menos de dos meses, el valor de las importaciones se incrementan de una forma directa en más del 300%, con efectos directos sobre el valor de los bienes y servicios que se ofertan en el mercado interno; por tanto, suben todos los días...
A esa dinámica también se les une los sucesivos incrementos salariales gubernamentales establecidos sin coordinación con los empresarios, que incrementan sus costos de producción directos e indirectos en todo el aparato productivo nacional...
Esa descoordinación ocasiona la escasez en un mercado tan pequeño como el nuestro, y el resurgimiento de fenómenos de la economía subterránea como el contrabando de extracción, el acaparamiento, el bachaqueo y la especulación....
Hoy día, las víctimas de esa descoordinación ente el Estado y los "oligopolios" existentes en los distintos sectores productores de bienes de primera necesidad, son las familias venezolanas, que padecen las penurias de sistema político y económico regido por los principios del antagonismo, improductividad, descoordinación social e intolerancia...
Esos elementos, con su complejidad, explican el crecimiento, casi exponencial, de la Inflación en Venezuela de los últimos años... En ese sentido, puede decirse, que el BCV perdió su autonomía en materia cambiaria y sobre la política antiinflacionaria, que son los objetivos básicos de una Política Económica (Controlar el tipo de cambio y la inflación) en un país con una estructura productiva como la nuestra... Desde esa perspectiva, la economía venezolana sigue sufriendo un espiral inflacionario, con recesión y con la pobreza en crecimiento...
Si los actores políticos y económicos no se sientan a coordinar las estrategias de la nación para recuperar la dañada estructura económica nacional, el camino será la Implosión económica y como consecuencia, la implosión social...
Mi gran pregunta es: Eso es lo que ésta generación piensa dejarles a nuestros nietos? Acaso, si la oposición llega al gobierno por la vía de un golpe de estado o una intervención extranjera, todo será distinto? Desaparecerá la violencia y el enfrentamiento políticos en el país?