La vida política de un pueblo marca la condición en que se encuentra; marca su nivel moral, marca el temple y la energía de su carácter. El pueblo donde no hay vida política, es un pueblo corrompido y en decadencia, o es víctima de una brutal opresión.
Leandro Alem.
Decimos, e insistimos, que la recuperación de la economía venezolana tiene que empezar en este nuevo año 2018, pues el próximo 31 de diciembre debe ser la fecha tope para que desaparezcan todas las colas, inflación, escasez, hamponato común y comercial etc. Después de este desastre la situación de Venezuela por el que hemos sido sumamente críticos debido a nuestra sencillez, clarividencia y patriotismo, ante la actual y creciente ola de protestas por la hambruna y mala calidad de vida preguntamos: ¿Podemos esperar, ante una situación como esta, que el pueblo no reaccione violentamente? Esperamos y deseamos que esto no siga, pero el abuso ya es inaguantable. Hemos pasado, insistimos, de ser un rico país petrolero brindador de bienestar, a ser una miserable nación llena de hambruna, pobreza y, lo que es peor, sometidos al yugo neo totalitario estalinista del siglo XXI. Porque esto es lo que en realidad somos: un pueblo sometido. Un pueblo indigno ante esta sumisión y, al mismo tiempo, indignado por la humillación del perverso control social. Ya no caben los subterfugios, ni el "patria socialismo o muerte" a la cubana, ni la invenezolanidad. Sólo cabe la dignidad, honradez, valentía, y la solidaridad para acabar con el hambre y vivir dignamente. Un bienestar que jamás lo ha proporcionado, ni lo va a proporcionar, el decadente gobierno totalitario de esa isla caribeña con 60 años de tiranía sobre un pueblo.
Lo que harán esos nuevos colonizadores chinos, cubanos, sirios esta a la vista. Más bien son unos saqueadores, quieren seguir esquilmándonos porque Venezuela ya no es una tierra afortunada, lo decíamos ayer, y lo seguimos repitiendo hoy, pasamos a ser la cenicienta de América.
Hemos dicho que del PSUV, y la MUD no podemos esperar nada bueno porque son partidos corrompidos que quieren seguir chupando de la renta petrolera. Lo que no nos explicamos, ni lo perdona el pueblo venezolano, es que se siga votando por el psuv y la mud en esta tierra de gracia, salvo en la ANC, Y en la AN, que es donde tienen sus mandos, y sedes estos partidos de la indignidad. La represión militar y policial es lo único que sostiene a estos partidos en detrimento de las grandes masas populares. Y allá ellos, los estalinistas, con su constituyente del hambre, con sus mayorías absolutas y sus pírricos aumentos de sueldos mega inflacionarios, bachaqueros de la política todos ellos.
Existen politiqueros que deberían desaparecer para siempre de la vida pública nacional, y que les da proyección internacional. El primero de ellos es ese estalinista político llamado Ramos Allup, quien sólo defiende un patrimonio familiar; y un cascaron de partido que pronto desaparecerá porque está en la ruina electoral. Menos mal que todavía quedan en este país socialistas democráticos, humanistas y sensatos. Deberían buscar ganarse la vida de otra manera. También convendría que no cobren mas comisiones en sus negociaciones en Republica Dominicana a costa del pueblo hambriento.
He escrito este artículo, como lo hacía con anterioridad, recordando la independencia, y recordando que ahora estamos en situación peor, sometidos por chinos, cubanos y sirios. Desde ahora hacemos un llamamiento al pueblo venezolano a no seguir bajo este yugo, que lo que están es criando esclavos para la nomenklatura estalinista, y hacer igual que nuestros libertadores, que lucharon con bravura para que se rompieran las cadenas esclavistas, no queremos que hagan ellos lo mismo con nosotros. El comercio sirio-chino vilmente ha convertido a Venezuela en una cloaca de corrupción, de servidumbre, y de hambre. Queremos se ponga orden en esta inmigración ilegal e improductiva desbordada, hay que romper las cadenas que sujetan a nuestros trabajadores a esta esclavitud explotadora.
No es justo que mientras el pueblo pasa hambre, que mientras la juventud se marcha del país en busca de mejores oportunidades, cuando el venezolano vive permanentemente bajo la espada de Damocles inflacionaria, mientras los colombianos se ríen de nosotros cuando decimos que somos venezolanos, mientras una cúpula podrida, Chávez dixit, juega a la politiquería en Santo Domingo, mientras los venezolanos perdemos nuestra identidad ante asiáticos, sirios y cubanos, y no vengan los censores a decirme que soy un xenófobo, mientras se pierde la libertad, mientras aumentan las interminables listas de espera en los hospitales para una cirugía, y nuestro pueblo pernocta en las colas de la indignidad para que le den una bolsa de comida, mientras ocurre todo esto, miembros cupulares de esos partidos están pensando ya en las elecciones presidenciales del 2018.
Parece más de lo mismo, y casi un crimen contra nuestro pueblo, hacer pronósticos electorales en estos momentos, cuando miles de venezolanos llevan meses sin recibir las indignas bolsas de los claps que atienden a las familias hambrientas. ¿Tenemos o no tenemos motivos para decir que esta situación no puede esperar ni un día más?