Ahora me toca cumplir con mi deber. El Petro es una emisión de bonos de deuda pública en “papeles basura”, como dice José Guerra (nunca pensé coincidir con él, pero es el mejor que tradujo la trampa) ¿Quién puede invertir en un país quebrado? El único respaldo que tiene es nuestro petróleo y los yacimientos de minerales, es decir, la misma renta de siempre, porque nuestra economía es un fracaso capitalista del “cuarto mundo”. Un capitalista que se respete no invierte e Petros, solo los oportunistas, que vienen por nuestras reservas, y mafiosos. Cuando maduro habla de “soberanía” hay que tener los ojos bien abiertos.
El Petro nada tiene que ver con la gente común ¿Quién, con su sueldito, tiene dinero para comprar un solo Petro, a 60 dólares? Allá aquellos que creen que el Petro tiene algo de socialismo; es capitalismo puro y el más esencial. Empeñar nuestras reservas a cambio de seguir financiando a facinerosos, mientras a los pendejos, que no tenemos dinero ni nada, se nos controla, manipula y nos reparten una ración de comida mensual, si acaso (ya nos alcanzó El futuro); nos morimos de mengua, solo la “esperanza” nos sostiene (con razón los antiguos creían que la esperanza era un mal, aquel último que quedó en la caja de Pandora). “Venezuela, tengamos fe” dice Nicolás Maduro ¡Qué cosa que no se le haya ocurrido a nadie, antes de Maduro, crear una criptomoneda para hacer la revolución! (Una reflexión como esta daría materia suficiente para el sarcasmo, por lo menos en lo que resta del año; algo parecido como la “sorpresa” del Presidente, con su mensaje de paz en lenguaje de señas: lástima que no lo haya decretado para todas sus cadenas)
Hasta los más idiotas, o los supuestos idiotas que somos todos y que andamos en la calle, si se nos explica la verdad del Petro, si nos “traducen” esa basura tecnológica en “cristiano”, mandaríamos para la mierda esa “maravilla virtual”. El presidente se ha convertido en un engañador de oficio, en un ilusionista, prepara la escena como David Copperfield, con sus asistentes y todos, y convierte una “huida hacia el capitalismo” en socialismo, “mierda” en “felicidad” virtual. Pero si alguien mostrara lo que hay detrás del show nos desengañamos del farsante, y hablo del pueblo común, de los chavistas que hemos votado 20 veces; de los jóvenes, los pensionados, la gente de a pie.
Por ejemplo, “minar”, en términos de moneda virtual es “especular” en un mercado capitalista mundial. Y para poder especular con el Petro hay que tener dinero, que jode dinero; eso solo lo pueden hacer los negociantes ricos y los narcos; ¡nada que ver con el señor que barre la calle o la maestra de escuela!, o el empelado humilde de un ministerio. Es una tontería decir que el Petro está blindado para el lavado de dinero sucio; mientras los controles dependan de los seres humanos lavar dinero nunca será imposible, eso depende de la voluntad. Maduro (Escarrá, y demás seudo socialistas) es el único ser en este mundo que cree que una ley o un decreto sustituye la realidad.
Nada cambiará con el Petro. La situación es la misma que antes: un gobierno que “emite” bonos (Petros) para pagar deudas y seguir gastando la renta en oportunistas y corruptos; regando migajas a los más pobres, engañando a los jóvenes, “mareándolos” para que sigan votando, y corriendo la arruga, hasta que estalle un “soberano” peo.