Conviene saber por qué unas monedas tienen mayor poder adquisitivo en dólares que otras si todas son monedas fiduciarias o libres de respaldo físico alguno. Cuando tenían respaldo metálico se diferenciaban por su peso en gramos.
Bueno, la moneda fiduciaria tiene una paridad que le viene dada por los datos de una perversa fórmula impuesta desde hace muchas décadas por los EE.UU. o, más bien, por la alta burguesía financiera través del Fondo Monetario Internacional , por el mismo organismo imperial que se encarga de elaborar a su entera conveniencia los Presupuestos Nacionales de los países que se hallan a bajo su control económico por el sólo hecho de ser pendejos y deudores de dicho fondo.
Así, los países con grandes recursos de dólares porque sean exportadores de algunas mercancías importadas por los EE.UU. y otros países, pueden lanzar al mercado un gran volumen de circulante fiduciario para cubrir sus gastos burocráticos y para dotar de dinero oficial a las empresas privadas, a través de la banca privada, por ahora.
Con esas dos variables, dólares y moneda nacional, se calcula la paridad de dicha moneda frente al dólar: el circulante nacional va en el denominador del algoritmo prefijado, y el volumen de dólares en su denominador.
Asimismo, es de inferirse que cuando ese país inyecta capital dinerario a su economía para realizar inversiones-caso de las nuevas empresas industriales nacionales-y para mejorar los salarios tanto públicos como privados, esas nuevas inyecciones de dinero automáticamente devalúan la moneda nacional por cuanto crece el numerador si permanece constante el denominador. Este denominador está representado por las llamadas Reservas Internacionales que bien puede ser una cesta de divisas de conocido poder económico en el mundo.
De manera que la moneda fiduciaria nacional realmente se haya respaldada por dólares y otras divisas en lugar de metales preciosos, de tal manera que si un país no cuenta con más dólares no podría mejorar esos salarios nacionales ni aportar capital dinero en sus planes de desarrollo industrial. De aquí que sea el Fondo Monetario Internacional el ente imperial que se encargaría de aportar esos dólares necesarios para que cualquier iniciativa de desarrollo industrial no disminuya el poder adquisitivo de la moneda nacional correspondiente.
Esa perversa fórmula tiene muchos efectos negativos para los países porque no sólo promueve el endedudamneinto público, sino que mantiene la moneda nacional con "elevado" poder adquisitivo, lo cual le impediría al país su competencia en el mercado exterior donde reina precisamente la mercancía estadounidense.
Digamos que los EE. UU no sólo se lucran con los préstamos en dólares, sino que frenan la competencia externa para sus mercancías.
Obsérvese que después de la Segunda Guerra Mundial, sólo los países vencedores lograron industrializarse porque se repartieron el mundo económico de los vencidos.