Día Ciento Cincuenta y Cuatro El CLAP en la pelea social caminando por el filo de la navaja

En los próximos tiempos, de esta guerra económica, el CLAP ocupará el principal puesto en la batalla contra el capitalismo salvaje por ser mucho más que una caja de cartón llena de comida. Ésta es esencial y necesaria pero es más significativa la estructura social que la distribuye en miles de calles y veredas de todo el país con la gigantesca sumatoria de millones de cajas en el conjunto territorial de la nación. Esta es la empresa social de distribución de alimentos más eficiente y de masas, sin antecedentes, que haya podido crearse en Venezuela para el beneficio de toda la sociedad. Emerge esta estructura social de CLAP, en una coyuntura histórica signada por la guerra económica, para competir, con el medio de distribución de alimentos, artículos de limpieza y fármacos, hegemonizado por la burguesía, por las mafias económicas y por la ultraderecha antinacional que tradicionalmente ha sido la dueña absoluta de la producción y la distribución, de esos rublos, en Venezuela y en los países dominados por relaciones económicas neoliberales.

Esta iniciativa de la revolución bolivariana nacida al calor de la batalla social del pueblo contra el capitalismo se inscribe en la más pura descripción del concepto socialista de la lucha de clases sin la cual no puede haber revolución. La dirigencia del CLAP debe hacer todo lo posible para que las masas tomen conciencia de su papel transformador de la sociedad, con su acción de apoderarse de la distribución de su medio de subsistencia, con el apoyo del gobierno y de la FANB. No hay mejor muestra, en materia económica, que la del CLAP, gústele a quien le guste, para asegurar que, sin duda alguna, se están dando los primeros pasos en la transición al socialismo de manera inédita e inesperada. Sería interesante hacer una investigación detallada del origen de la idea del CLAP pero se sabe que la misma no fue el resultado de una fría y calculada programación burocrática sino que nació de la dinámica parida por la realidad social. Hay que reconocerle el mérito, sin egoísmo, a Nicolás Maduro por haber recogido esta idea del pueblo yaracuyano y haberla puesto al servicio de toda la nación.

Claro que el CLAP ya ha dado sus primeros frutos, nada más y nada menos, al salvar a la revolución bolivariana de la emboscada que le puso la ultraderecha con la violencia y la guerra económica. Eso no es todo, lo más grande está por verse cuando la estructura social de CLAP, en el contexto revolucionario de la lucha de clases, empiece a despuntar en las masas con su poder creador de cultura, educación, propaganda y política transformadora, entonces habremos entrado, sin saberlo, en la construcción de la nueva sociedad que soñó con pasión el Comandante Chávez.



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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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