Quién necesita al FMI para pasar hambre

Una dolarización simulada; la privatización de PDVSA; las concesiones mineras a depredadoras internacionales, solo falta –y créanme que está por venir- oficializar la liberación de precios, relajar la ley del trabajo y los contratos colectivos, en fin todas aquellas exigencias liberales que vienen con la posesión y explotación de nuestros recursos básicos y el resto de la economía. Los efectos se harán sentir casi que inmediatamente, unos tras otros, no hace falta firmar acuerdos con el FMI para pasar hambre…

El caso de las marchas del gobierno. Hasta donde yo sé no fue una muestra de amor, hubo una caravana de camiones cargados de equipos de sonido a todo volumen seguidos de muchos empleados públicos que no quieren perder sus empleos. La mitad, viejos empleados, la otra nuevos contratados no muy felices de marchar (la Misión Chamba Juvenil). El apoyo al gobierno no cuenta con profundidad política, o mejor dicho, no es político es clientelar (sus pancartas y sus consignas son prepagadas). No hay convicciones porque no hay conocimiento claro de principios, de razones políticas para actuar. Esa "inteligencia social" que Maduro otorga a gente llana, porque según él ya cuenta con el conocimiento del Plan de recuperación y prosperidad económica (más bien, una charla para ocultar el lado oscuro de esa "inteligencia", o el único lado que tiene, el odcuro), es poco más que una exageración; es mentira. Sí los mismos ministros no entienden bien qué se está haciendo y cómo pueden ayudar a la gente común esas medidas "inéditas" más bien por el sacrificio que prometen (son medidas duras, extremas, pero disimuladas como "nuevas y mágicas": es el "estamos mal pero vamos bien" de Petkoff, o el "pronto veremos la luz al final del Túnel"… Maduro dice, "hay que esperar dos años", como mínimo, para que veamos los resultados, es decir, la "prosperidad", la "luz del Túnel", la "Venezuela Potencia CAPITALISTA"… Mientras tanto, y sin ninguna garantía –como siempre sucede en el capitalismo- la población más pobre, los trabajadores, empleados públicos y privados, los desempleados, el lumpen proletario, nos morimos de hambre y necesidades, sin esperanzas ), mucho menos un compatriota obrero va poder explicar cómo es eso del "anclaje en el Petro", o cómo se puede pagar con Petros en la farmacia; o cómo pueden importar los supermercados y las procesadoras de alimentos y jabón (Polar, Cargil, Colgate, etc.) con Petros, si los picaros no les da la gana de usar el Petro; cómo se va evitar que hayan conflictos sociales, confusión. La "inteligencia social" y la inteligencia gubernamental no llega a tanto.

La "inteligencia social" es otra "propuesta informal" de "participación" para el chavismo, hecha por el gobierno para que los más "entusiastas" de éstos le hagan el trabajo sucio, con eso de controlar a la población incómoda mediante la delación y las acusaciones que éste no quiere hacer directamente (el gobierno, o sea, Diosdado, Maduro, ni siquiera el Mario Silva gobierno, que es un incontinente) sobre la presunción de amenazas a la patria y a la seguridad, similares en su imprecisión y provechos inicuos, a las ya consabidas de los gobiernos de derecha: acusar de terroristas, traidores a la Patria, de anti maduristas, de que éste no marchó, o aquel otro que no quiso votar o votó en contra el gobierno; envidia, celos, resentimientos: cualquier motivo personal e infame puede motivar una delación, una calumnia, una excusa para la pérfida, para que los "incómodos" caigamos en desgracia frente al gobierno.

Las políticas de estimulación (y protección) de las inversiones extranjeras, para la entrada de divisas convertibles, están dirigidas, en principio, a privatizar la industria petrolera. Con la excusa de una conspiración interna por paralizar la producción, el gobierno toma el control de la industria a fin de recuperarla, no así capturar la renta. Lo ridículo de todo esto es que fue el mismo gobierno, desde el 2014, quien desmontó la empresa, los equipos gerenciales y con ellos acabó con la producción (el cuento de la conspiración es una fachada); desde Rafael Ramírez (quien no fue fácil de convencer para privatizar la empresa) hasta la asignación de Eulogio del Pino, Asdrúbal Chávez y Nelson Martínez, los cuales obedecieron a Maduro y adelantaron en parte la privatización (dos de los cuales ahora están presos y secuestrados). Lo ridículo de las razones de Maduro para recuperar la industria de la "corrupción" y la "conspiración" es que estas mismas razones ahora mismo dan lugar a la privatización de PDVSA…, Maduro, con su cara lavada y amenazando a medio mundo, como un perro rabioso, confiesa el esquema de privatización, que él llama, de "inversiones extranjeras". Hay que recordar la participación en estos "nuevos negocios" de la familia Cisneros 1, Oswaldo Cisneros (Delta petróleo, Movilnet), la Cámara petrolera, además de las consabidas multinacionales.

El otro lado es la entrega de 110 mil kilómetros cuadrados, o sea, más del 10% del territorio nacional a las trasnacionales de la minería (Gold Reserve, Barrick Gold, hermanas de Criystal, la que ahora demanda y se queda con Citgo), con "estímulos" fiscales, estímulos blindados por la Ley de Zonas Económicas Especiales y todas las tendencias "liberales" a que nos hanido llevando los cambios en la Constitución de Chávez y de las nuevas leyes: condonación de impuestos y pagos de regalías, flexibilidad en la aplicación de la ley del trabajo, etc., empresas actuando como "maquilas" de la minería, en Zonas Francas, como el "Shandón de América" como cínicamente llamó El Aissami al Estado Aragua: el capital extranjero como Pedro por su casa; 10% del país sobre el cual no ejerceremos ninguna soberanía; la guardia nacional o la Fuerza Armada estará ahí para proteger los intereses de estas empresas… Hay que recordar la participación en estos otros negocios de la misma familia Cisneros 2, Gustavo Cisneros (Barrick Gold)

El adequismo democrático lo inventó Carlos Andrés Pérez, cuarenta años antes de que a Maduro se le prendiera el bombillo. Este plan novedoso y maravilloso es tan viejo como el deseo (o la promesa falsa) de algunos, de domeñar al capitalismo a fin de que respete el derecho que tiene la gente de vivir, no dignamente, solo vivir.

Se necesitan dos años para estabilizar la economía pero el sacrificio lo haremos nosotros, no Cisneros o Mendoza, ellos son más iguales que nosotros. Mientras llega la justicia social, primero es necesario la injusticia, como si dos años de injusticia a acabarán con la injusticia, con los privilegios; con la misma magia que el gobierno pretende recuperar la economía, como si los capitalistas, después de tener en control de la economía lo van a dejar todo a voluntad… Tontos felones.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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