"La vida en común exige una convención,
un «pacto social» para preservar
el interés de cada uno."
Voltaire
Han conspirado, desestabilizado y manipulado los precios (inflación inducida) a fin de derrocar al gobierno revolucionario electo democráticamente. Ese ha sido el comportamiento de los gremios empresariales en los últimos 18 años. Yo no sé quién le dijo a los ministros de Nicolás Maduro que en las Empresas Polar podía confiarse aunque sea un "tantito".
Afiliados a FEDECÁMARAS y a las EMPRESAS POLAR, S.A., entre otros, se aprovecharon de las vulnerabilidades de nuestra economía rentista y altamente dependiente de los monopolios y sus importaciones, para afectar la población con fines políticos. Han venido incrementando sin cesar los precios de los bienes que ellos producen y distribuyen en el país. Incluso, lo han hecho al mismo ritmo que lo imponen los administradores del dólar paralelo que publica DOLARTODAY y otros portales web. Y de esa forma han participado y se han hecho cómplices de la escala de conflictos y conspiración económica diseñada desde el Imperio del Norte.
Sus actos son delictivos de acuerdo con lo que establece la Constitución en materia de derechos económicos, así como lo establece el CODIGO PENAL venezolano vigente. Desde enero de 2017, van 22 meses que comenzaron su escalada hacia la hiperinflación presagiada por el Fondo Monetario Internacional, arreciando cada vez más contra el pueblo venezolano y su revolución. Es por ese mandato, que se volvieron intolerantes como también se ha hecho intolerable la impunidad con que actúan.
Las cifras no mienten como tampoco mienten las inacciones o pírricas acciones de los órganos del Estado competentes para detener ese accionar conspirativo. Al 26 de octubre de 2018, el índice de crecimiento acumulado de algunos de los bienes esenciales de la dieta básica alimentaria del venezolano alcanzó el 1.000.000 por ciento en 22 meses. Incluso, hay bienes como el litro de aceite y la chuleta ahumada que SE INCREMENTARON EN DOS MILLONES (2.000.000) por ciento. El siguiente cuadro así lo devela.
CUADRO 1: PRECIOS DE ALIMENTOS DE CONSUMO MASIVO AL MAYOR (ENERO 2017 al 26 DE OCTUBRE DE 2018): 22 MESES.
Los precios de la muestra tomada de cortes de carne como el muchacho redondo, solomo de cuerito, la costilla con hueso y el lagarto sin hueso han incrementado alrededor del MILLÓN DOSCIENTOS MIL (1.200.000) por ciento desde enero de 2017. Son elementos determinantes de la hiperinflación que vive la Venezuela actual. La facilidad con que estos empresarios lanzan a la población en general a la miseria y a la pobreza no puede tolerarse. El cuadro siguiente muestra como los empresarios le han robado el poder adquisitivo de los venezolanos en estos últimos meses.
CUADRO 2. CAPACIDAD DE COMPRA SALARIO MÍNIMO INTEGRAL
Para mí ESO ES UN GRAN PROBLEMA, aunque ciertamente estamos en una guerra económica diseñada desde el Imperio del Norte, y mientras el gobierno indexe y le recupere el poder adquisitivo al pueblo cada cierto tiempo el trauma económico genera menor impacto. Porque en tiempos de guerra, al trabajador le da igual tener un salario real de 100 bolívares soberanos que, por ejemplo, pueda comprar 10 productos a 10 bolívares soberanos cada uno, que tener un salario de 100.000 y pagar los mismos 10 productos por 10.000 bolívares soberanos, y así sucesivamente.
PERO, LA SITUACIÓN ES MÁS GRAVE AÚN, porque esto se ha permitido que ocurra en REVOLUCIÓN. Que en 22 meses los empresarios monopólicos hayan aumentado sus ingresos en un promedio de UN MILLÓN POR CIENTO en algunos rubros alimenticios esenciales y no pase nada extraordinario es insoportable. Eso se entiende que ocurra en un gobierno de derecha, que permite que los beneficios sociales los acumulen o capitalice el sector empresarial por la vía de los precios.
Estoy convencido que los responsables de las instituciones encargadas de velar por el respeto y cumplimiento de los derechos socio-económicos de la población SE HICIERON LOS LOCOS, aplicaron paños calientes o medidas inefectivas contra los líderes empresariales y las juntas directivas de los gremios permitiendo que sigan en su danza especulativa y usurera sin contemplación: ¡ESO ES INTOLERABLE, IMPERDONABLE Y SOSPECHOSO!