En enero del 2009 entró en funcionamiento el Bitcoin. Hasta ese momento, toda forma de pago que se realizara en cualquier parte del mundo debía hacerse bajo los mecanismos convencionales del sistema financiero internacional, bajo control absoluto del gran capital.
El fundamento filosófico que da origen al Bitcoin, fue la idea de una moneda que estuviese libre del control del sistema financiero global, y del control de cualquier ente gubernamental. Que fuese un mecanismo de operaciones financieras totalmente descentralizado, libre del control y manipulación por parte de cualquier ente público o privado. Pudiera definirse el Bitcoin como una especie de rebelión del capitalismo contra el propio capitalismo.
Desde el establecimiento del sistema financiero mundial en el marco del capitalismo como sistema hegemónico en el orbe, el gran capital pasó a controlar la vida de la humanidad de través de ese sistema financiero y todo lo vinculado a este: los dueños del gran capital son los dueños de los bancos, son los dueños de las empresas que producen las computadoras que procesan la data del sistema financiero, son los dueños de las empresas que producen los software que manejan esas datas. Nadie ha puede evitar que cada día los más grandes multimillonarios del mundo multipliquen su riqueza a través de transacciones especulativas en las bolsas de valores del planeta, nadie porqué ellos lo controlan todo, y ellos pueden a través de transacciones especulativas multiplicar su riqueza todos los días.
Con la aparición del Bitcoin, ese control del sistema financiero sobre nuestras vidas comenzó a experimentar una notable pérdida de poder. El primer daño contra ellos fue el hecho de las operaciones de pago que no pasan bajo su sistema financiero: a través del Bitcoin comenzaron a proliferar los pagos y las operaciones financieras sin que ellos las pudieran controlar, ganar porcentaje por eso, ni hacer nada para evitarlas. Pero además: el Bitcoin al igual que la gran mayoría de las criptomonedas, se crea como unidad de intercambio a partir de la resolución de un algoritmo, y esto lo hace una computadora, es el proceso que comúnmente se denomina "minado". El hecho de que cualquier persona pueda conectar una computadora en su casa, y literalmente producir dinero de la nada, le arrebató esa prerrogativa a los dueños del gran capital, acostumbrados a hacer eso durante décadas pero de manera exclusiva: que todo el mundo pueda hacerlo ahora es algo que sin duda les resulta incómodo, algo que en un futuro puede poner en jaque su hegemonía. Evidentemente, quienes crearon el Bitcoin saben el monstruo al que se enfrentan, y por eso nadie sabe quiénes son, solo se conoce un seudónimo de alguien que se hizo llamar "Satoshi Nakamoto" sin que nadie sepa quién es en realidad.
En sus primeros tiempos el precio del Bitcoin era extremadamente bajo, no pasaba de centavos de dólar. Poco a poco fue extendiéndose como mecanismo de pago. Las operaciones comerciales con este instrumento fueron proliferando, en principio con pequeñas operaciones, extendiendo su área de influencia a transacciones de mayor envergadura. Los resultados favorables obtenidos en estas operaciones fueron generando confianza e interés en mucha gente, provocando que cada vez más personas se interesaran en utilizar el Bitcoin como unidad de intercambio, lo cual a su vez hizo que el precio del Bitcoin comenzara a subir y subir.
A lo largo de la historia de la humanidad el oro ha sido el referente de intercambios comerciales, pero el 2 de marzo del 2017 el Bitcoin superó la cotización de la onza de oro, valorada para esta fecha en 1241,5 dólares, llegando a cotizarse en 1245 dólares, en la actualidad el Bitcoin se cotiza por encima de los 6500 dólares.
A raíz del éxito del Bitcoin comenzaron a surgir nuevas criptomonedas, cada una con un proyecto propio, buscando establecerse, ofreciendo fortalezas en determinadas áreas en específico. Entre algunas podemos mencionar al Ether, del proyecto Ethereum, un proyecto sumamente ambicioso y complejo, también están otras como Monero, Dash, Zcash, Neo, Litecoin, Doge y muchas más, todas han venido creciendo a través de factores como la descentralización, la transparencia, y la confianza del buen resultado obtenido por cada una de ellas. A eso le podemos sumar las primeras criptomonedas Venezolanas: el BolivarCoin y el Onix, esta última con experiencias bien interesantes ya obtenidas, y un proyecto de trabajo que apunta a desarrollar importantes logros en nuestro país.
Venezuela, las criptomonedas y la crisis.
Mientras todo esto venía ocurriendo en el ámbito de las criptomonedas, en Venezuela se venía desarrollando lo que sin duda es una de las peores crisis económicas de nuestra historia. Saboteos externos e internos, sanciones por parte de potencias extranjeras, pero sobre todo una enorme ineficiencia y unos niveles dantescos de corrupción en la administración pública, son factores que se han conjugado en los últimos 5 años, para generar uno de los peores escenarios económicos vistos en la historia de Venezuela.
Con un escenario de hiperinflación, y mucha gente buscando la manera de resguardar su dinero, resulta comprensible que Venezuela se convirtiera en uno de los más grandes bastiones del Bitcoin y demás criptomonedas. En la actualidad Venezuela es el tercer país del mundo, después de Rusia y Estados Unidos, con mayor volumen de transacciones en Bitcoin, ya superando a potencias de la materia como Japón y China, y muy por encima de cualquier otro país de América Latina. De hecho, Venezuela tiene mayor volumen de operaciones en Bitcoins que toda América Latina junta, y muy cerca del segundo país del ranking que son los Estados Unidos.
Las enormes ventajas que pueden ofrecer las criptomonedas a la gente en un país con control cambiario, y con una moneda en continua devaluación desde que comenzó el gobierno de Maduro, han convertido al Bitcoin en una tabla de salvavidas para todo aquel que lo ha descubierto en Venezuela: a través del Bitcoin se puede mover dinero de cualquier país a otro en cuestión de segundos, y se puede pagar a quien sea desde un país a otro y sin papeleos de ninguna especie. Obviamente, al tener el Bitcoin una cotización internacional, cambiar una moneda en constante devaluación a Bitcoins es una manera efectiva de resguardar el dinero… que luego se puede cambiar a bolívares cuando se necesite.
En su búsqueda por encontrar mecanismos para obtener divisas, era de esperarse que en algún momento quienes forman parte de la cúpula del alto gobierno, se iban a enterar de la existencia del Bitcoin y las demás criptomonedas, además de las grandes ventajas y oportunidades que estas pueden aportar en este sentido. Lamentablemente, en principio, el accionar el del gobierno y las instituciones ha sido el mismo que les han caracterizado en estos 5 años de gobierno: intentar controlar, criminalizar y monopolizar.
La arremetida institucional comenzó con la criminalización de los mineros, llevándose preso a todo aquel que se supiera que tenía equipos de minería para robarle los equipos, al no haber delito en términos concretos a las pocas horas soltaban a la gente… pero los equipos quedaban robados. Siguió la arremetida contra todo aquel que tuviera algo que ver con las criptos: a miembros de equipos de trabajo de páginas de exchange venezolanas se los llevaron presos como si se tratara de delincuentes.
Luego vino el bloqueo de cuentas bancarias, a aquellas personas que obtenían ingresos mediante la compra y venta de Bitcoins. De esta manera, cuando se intervino Banesco, muchas de las cuentas que bloquearon no eran de agentes de cambio que trabajaban con dólar negro, sino de gente común que se dedicaba a la compra y venta de Bitcoins como medio para obtener sus ingresos, lo mismo ha ocurrido con el bloqueo de miles de cuentas bancarias anunciada recientemente por el gobierno.
Al observar la magnitud del movimiento de criptomonedas en Venezuela, y los ingresos que este negocio genera, pasaron al intento de control por parte de personajes vinculados al alto gobierno: comenzó la incautación de equipos de minería en las aduanas y aeropuertos… Y se establecieron licencias exclusivas para importar dichos equipos para quienes forman parte del alto gobierno: si usted compra un equipo de minería en Venezuela, y lo compra sin ninguna clase de problema ni riesgo, lo más probable es que quienes se lo están vendiendo son personas vinculadas a algún alto funcionario del gobierno, únicos con potestad para traer esos equipos sin que se los roben en la aduana ni se los lleven presos.
Pero el movimiento de criptomonedas en Venezuela no se detuvo por eso, sino que siguió creciendo, impulsado por una hiperinflación indetenible, y la necesidad cada vez mayor de resguardar el dinero, y el desespero por una moneda que cada vez tiene menos valor. Al ver que sencillamente era indetenible y que las criptomonedas llegaron a Venezuela para quedarse, tuvieron una idea que los llevó al siguiente nivel: la creación de una criptomoneda propia, el Petro.
El Problema del Petro
Si algo ha caracterizado al gobierno de Maduro es el secretismo absoluto en lo relativo a los asuntos económicos de la nación. Desde que Maduro asumió no existe publicación de cifras de ninguna especie. Entre sus primeras decisiones estuvo el detener la publicación de los listados de asignaciones de divisas que durante todo el Gobierno de Chávez se publicaban al final de cada año, de esta manera quedaba en evidencia la asignación de divisas por parte del gobierno, lo cual mantenía la estabilidad en el precio del dólar, y las empresas tanto públicas como privadas tenían las divisas requeridas para su funcionamiento. Al eliminar la publicación de los listados no se sabe a ciencia cierta qué ocurrió con esas divisas. Se desaparecieron mágicamente sin que ninguna institución hiciera nada al respecto. Al no existir la oferta de divisas se provocó el crecimiento del mercado paralelo, con la consecuente escalada del precio del dólar, lo cual marca el inicio de la desbordante hiperinflación. Durante 6 años el gobierno de Maduro sostuvo una tasa "preferencial" de dólar a 10 bolívares que hasta el sol de hoy nadie sabe a quién se los "asignaron", como nadie sabe nada de las decisiones que se toman en el país: todas a puerta cerrada. No existen cifras ni de PIB, ni de ninguna especie, y la cúpula del alto gobierno maneja los recursos del estado como si fueran de ellos. Muchas veces anuncian planes que nunca se concretan, al otro día anuncian lo contrario, tardan meses haciendo anuncios, negocian todo a puerta cerrada, y todas las políticas económicas del gobierno terminan siendo negocios para sus allegados, como las casas de cambio en la frontera con sus amigos empresarios, o la tasa de cambio Dicom con los mismos empresarios amiguitos de la cúpula de gobierno, sus políticas terminan siendo un fracaso para el Pueblo, pero siempre quedan grandes beneficios para los intermediarios: cada vez que esta gente dice que va a intervenir algo no es para poner orden y que las cosas funcionen bien, sino para tomar el control y monopolizar el negocio. En agosto de este año el gobierno mintió al país anunciado la "liberación cambiaria" y a las semanas se desmintió así mismo anunciado el bloqueo de más de 2000 cuentas bancarias por la sospecha de que participaban en operaciones con dólares a una tasa "no oficial", lejos de hacer una "liberación" lo que si hicieron en ese momento fue la mega-devaluación más grande de la historia de Venezuela, subiendo la tasa de cambio oficial de 2.5 bolívares soberanos (250.000 Bsf)a 62 soberanos (6.200.000 Bsf) lo cual representa una mega-devaluación de más del 2500% en un solo día: el famoso viernes negro de 1983 es un juego niños comparado con semejante devaluación. El desespero de la cúpula gubernamental por obtener ingresos en divisas ha llegado ya al punto de robar las remesas a quienes se fueron del país y envían dinero a su familia: el gobierno lucha por imponer que las cambien a través de las empresas de sus amigos, a una tasa de cambio que está muy por debajo del precio real, y de esta manera una familia pierde más del 70% de lo que su familiar le envía, mientras en países como Cuba jamás se llegaron a meter con las remesas de la gente. Un gobierno que ha sido incapaz de garantizarle la calidad de vida a su Pueblo, que ha llevado a la quiebra todas las empresas públicas, que no ha rendido cuentas sobre el uso de las divisas de la nación en 6 años, y que ahora de paso, también espera robarle a la gente el fruto de su trabajo en otro país sabiendo que mucha gente se fue con dolor, sencillamente porqué no le queda otra en un país como el nuestro en el que el sueldo mensual de un trabajador sirve para comprar un kilo de cebolla, mientras el gobierno dice que todo está perfecto y que aquí nadie estaba saliendo del país, así son: nunca dicen claramente lo que hacen, todo lo hacen en secreto y muchas veces tratan de engañar con mentiras que subestiman al Pueblo. Bajo estos mismos parámetros y con el mismo tipo de prácticas, concibieron el Petro.
Primero anunciaron una criptomoneda sin decir cuál era el algoritmo de la misma, de hecho ya han anunciado dos algoritmos pero todavía no se ha visto ninguno. Después anuncian que su valor sería similar al precio del barril de petróleo, y para rematar luego le colocan ubicación a los yacimientos sobre los cuales supuestamente se sostendría dicha criptomoneda. Cualquiera que sepa de criptomonedas sabe que el valor de estas fluctúa de manera autónoma en las casas de cambio, lo cual le crea el gran problema al Petro de que carece de incentivo para su compra dado que, uno de los mayores incentivos para comprar criptodivisas es la posibilidad real que existe de ganar dinero cuando el precio de esta sube dependiendo de la demanda que tenga en las casas de cambio, cosa que no ocurriría con una criptodivisa que tenga un precio fijamente establecido por un ente gubernamental.
El problema del Petro es que no ha sido creado para ayudar al Pueblo a enfrentar la grave crisis económica que vivimos. Ese no es el objetivo del Petro. El Petro fue creado como un mecanismo de captación de divisas para la cúpula del alto gobierno. Y hay que decir que es para la cúpula de alto gobierno y no para el país, porqué desde que Maduro es presidente aquí todos los recursos de la nación los maneja la cúpula de gobierno sin rendirle cuentas a nadie y nada funciona. Si el objetivo era ayudar al Pueblo a sobrellevar la crisis lo único que tenían que hacer era legalizar el uso de criptomonedas, eso era todo lo que hacía falta, pero no, ellos tenían que hacer un negocio que ellos pudieran controlar y monopolizar: tienen que hacer de todo su negocio personal.
Cayendo en el delito de irrespetar la constitución, ponen como garantía el petróleo de todas y todos los venezolanos para la criptomoneda Petro, pero ellos son los que manejan todo a puerta cerrada: ¿Dónde estuvo la convocatoria pública para que el Pueblo participara y pudiera acceder a las licencias otorgadas para abrir las casas de cambio que trabajarán con el Petro? ¿Por qué no convocaron a los chamos de "Chamba Juvenil" a un concurso con las mejores ideas para páginas de Casa de Cambio (exchanges) y que fuesen los ganadores los que obtuvieran esas licencias? No: los de la cúpula del alto gobierno saben que esas casas de cambio son sinónimo de dinero, y ahí no hay cabida para el Pueblo, ahí todo es un negocio para el grupito de ellos. Sin haber salido el Petro ya las licencias para esas casas de cambio estaban asignadas, todas como siempre -en el gobierno de Maduro- son para el hijo de fulano, para el testaferro de sultano, y el socio de mengano, pero ni por asomo una sola para el Pueblo. ¿Cómo puede alguien que sepa de criptomonedas en Venezuela sentir el Petro como su patrimonio cuando no puede participar en nada relacionado con él? Para que tenga usted una idea, si yo o usted, aquí en Venezuela, en Indochina , en Suiza o donde quiera, desea montar una página de casa de cambio (exchange) de criptomonedas lo único que tiene que hacer es montarla y listo, una vez hecha su inversión el éxito que tenga dependerá de la capacidad que tenga para ganar la confianza de la gente, pero nadie se lo va llevar preso por montar una casa de cambio de criptomonedas, de ninguna, ni Bitcoins, ni de Ether, ni de Dash, Monero ni de todas juntas, nadie se lo va a llevar preso ni lo va a demandar por abrir ni una casa de cambio, ni algún servicio en ninguna criptomoneda… Ninguna salvo que lo haga con el Petro. Porqué para el Petro la cúpula del gobierno de Venezuela tiene el monopolio absoluto, y ellos asignaron las licencias a sus allegados, y fueron muy pocas: ni usted, ni yo, ni ningún venezolano ni venezolana tiene derecho hacer nada que tenga que ver con el Petro, nada que no sea darle su dinero a ellos, comprándolo en condiciones abismalmente desventajosas si se le compara con cualquier otra criptomoneda. ¿Qué incentivo puede tener alguien que sepa de criptomonedas para comprar un Petro?
Con el Petro el gobierno se encuentra en la grave situación de que, quienes todavía consumen y siguen el discurso gubernamental -que invita a comprar Petros- son en su gran mayoría trabajadores públicos, y a un trabajador un salario no le alcanza ni para vivir, muy difícilmente va a estar pensando en comprar criptomonedas. Y quienes si tienen algún capital e invierten en criptomonedas -lamentablemente para el gobierno- entienden muy bien lo enormemente desventajoso de "invertir" dinero en una criptomoneda con bases tan poco claras, que no ofrece absolutamente ninguna ventaja si se le compara con cualquier otra criptomoneda que exista en el mundo, y que cualquiera puede comprar y vender cuando le de la gana al precio que claramente se cotiza en las casas de cambio de criptomonedas. De ahí se entiende el poco lapso de tiempo que duró la oferta inicial del Petro en "divisas y criptodivisas", la grandiosa oferta del gobierno consistía en invitar de manera indirecta a la gente comprar dólares en el mercado paralelo o Bitcoins -que se cotizan a precio internacional- para luego cambiarlos por Petros y que, cuando la gente quiera cambiarlos nuevamente le digan que se los pagan a tasa Dicom -unas cuatro veces por debajo del precio del mercado paralelo-. Los predecibles resultados obtenidos por semejante oferta obligaron a pasar rápidamente a la siguiente etapa, la cual consiste en la oferta de Petro en bolívares. En este caso no faltará quienes, sin mucho conocimiento sobre criptomonedas, pero con toda su buena fe entreguen su dinero, con la esperanza de que eso sirva de ayuda para el país, aunque este nivel de ingreso esté por debajo de lo proyectado por quienes concibieron el Petro y esperaban hacer grandes negocios en divisas.
Las desventajas del Petro contra las demás criptomonedas
El Petro es la única criptomoneda del mundo que usted compra y no la tiene disponible. Cualquier otra criptomoneda usted la compra online, e inmediatamente usted la tiene disponible en su billetera digital (wallet) y puede hacer con ella lo que quiera. El Petro no: el Petro usted supuestamente lo está comprando, pero no lo tiene disponible, y tampoco lo tiene en su wallet. Si usted quiere venderlo mañana sencillamente no puede, mientras que si intenta hacer lo mismo con cualquier otra criptomoneda si lo puede hacer.
El hecho de no tener el control de un activo que supuestamente es suyo, es cuando menos, un hecho risible para cualquiera que invierta en una criptomoneda. Tampoco sabe usted a partir de cuándo va a poner disponer de algo que supuestamente usted está comprando… Y tampoco sabe a ciencia cierta cuánto vale.
El tema del valor es sin lugar a dudas el punto más débil del Petro. Veamos: si usted compra un Petro mañana, usted tiene que esperar que el gobierno le diga cuando lo puede movilizar, y usted no sabe cuándo va a ser eso. Pero finalmente, cuando usted pueda cambiar su Petro el estado se lo va a reconocer a la tasa oficial que es la tasa Dicom. En cambio, si usted mañana compra un Bitcoin, Ether, Monero o cualquier otra criptomoneda usted invierte un dinero, y si dentro de tres meses usted necesita la plata y decide cambiar el Bitcoin que compró, usted va a obtener lo que invirtió al cambio, en cotización internacional, esto es libre de la devaluación del bolívar. Ya sea que cambie sus Bitcoins a Yuanes, Euros, o Bolívares, usted habrá resguardado su capital ante la espiral inflacionaria, y si cambia a bolívares notará que tendrá más bolívares que cuando usted lo compró, cosa que no va a ocurrir con el Petro que se rige a una tasa de cambio controlada por el estado. ¿Quién en su sano juicio, si lo que desea es resguardar su dinero, va a preferir comprar un Petro que cualquier otra criptomoneda cuando todas las demás si resguardarán su inversión, pero el Petro no lo hará?
El serio problema que implica el valor la tasa de cambio del Petro genera aún más complicaciones, toda vez que de los grandes exchanges (casas de cambio) que funcionan a nivel mundial, hasta ahora ninguno ha dicho que aceptará el Petro, por el contrario, algunos de los más reconocidos exchanges como Bitfinex ya han manifestado de manera pública que no aceptarán al Petro entre las criptomonedas disponibles en su página. ¿De qué le sirve a alguien una criptomoneda que no van aceptar en ninguna parte fuera de las plataformas del gobierno venezolano? ¿Realmente el gobierno cree que con la oferta engañosa que implica ofrecer una criptomoneda cotizándola en dólares al mismo tiempo que sostiene una tasa de cambio controlada alguien le va a tomar en serio? Este punto ya ha sido abordado por personalidades del ámbito, como Vitalik Buterin, creador del Ether -la segunda criptomoneda más cotizada del mundo después del Bitcoin- quien refiriéndose a la tasa de cambio calificó al Petro como una criptomoneda "poco confiable".
Mientras con el Petro todo está controlado por el gobierno, y nadie sabe nada de manera clara, el ecosistema Bitcoin todos los días se expande en todo el mundo. En países como Japón, si bien existe una moneda oficial, es perfectamente legal que usted vaya a una tienda y pague con una tarjeta de Bitcoins, hasta cajeros automáticos existen que te cuentan el saldo en Bitcoins pero te entregan tu dinero en moneda local, esos cajeros existen en países como Argentina -con control cambiario- y sin ir muy lejos, en la vecina Colombia existen cajeros automáticos de Bitcoins. Avanzar en un sentido similar sería un gran paso en Venezuela, ya sea con Bitcoin o con el mismo Petro, pero siempre que se legalice de manera clara el uso de criptomonedas. El problema es que para avanzar en ese sentido también es necesario eliminar de una vez por todas el control cambiario, debido a que si legalizan el uso de criptomonedas, eso equivaldría a una especie de liberación cambiaria, dado que cualquiera compraría y vendería las criptomonedas a precio internacional y de esa manera se libra del control cambiario, y eso es un problema para los corruptos del alto gobierno que tienen uno de sus más grandes guisos en un supuesto "control cambiario" para derrotar la guerra económica y lo único que han hecho es robarse los dólares de la nación en los 6 años de gobierno de Maduro. Por eso no terminan de operar las casas de cambio a las que el propio gobierno le dio la licencia, porqué si se coloca el Petro a la libre compra y venta con otras criptomonedas cualquiera puede comprar Petros y cambiarlas a Bictoins y luego a dólares o bolívares, pero en base a la cotización internacional, no a la tasa Dicom, de ahí que el propio gobierno tiene el juego cerrado con el Petro: o elimina realmente el control cambiario o el Petro va a fracasar por completo, ambas cosas no pueden coexistir, y habrá que ver si el interés por impulsar esa criptomoneda puede más que la establecida concepción de la cúpula de gobierno madurista de que todas las políticas económicas que impulsen tienen que ser también un negocio para ellos y sus amiguitos empresarios.
En lo personal, he escrito varias veces, no proponiendo la liberación cambiaria, sino proponiendo la creación de un sistema de manejo y asignación de divisas de datos abiertos, cuya información sea absolutamente de manejo público, abierto a la Contraloría Popular. La causa real del desastre que estamos viviendo en Venezuela es el desfalco que hacen con las divisas y los recursos de la nación. Voceros gubernamentales denuncian la práctica de la "bicicleta" cambiaria, pero se olvidan de que solo los funcionarios del alto gobierno civil y militar son los únicos que pueden hacer la bicicleta, porqué solo ellos y sus allegados tienen acceso a las divisas de la nación, y gracias a eso viven como reyes con nuestro dinero. No me cansaré de proponer un sistema de divisas de datos abiertos, un sistema eficiente… Pero dado que, por lo visto pensar en transparencia es imposible bajo el mandato del actual presidente, lo mejor es sincerar las finanzas públicas y eliminar el control cambiario, un control cambiario que no controla nada: bajo el mandato de Maduro el dólar oficial se disparó de 4,30 BsF a más de 7 millones de BsF (70 soberanos) y el paralelo de 9,45 BsF a más de 26 millones de BsF (260 soberanos). ¿Qué sentido tiene sostener un "control" cambiario con semejantes resultados? Con Chávez la tasa se mantuvo estable por más de 10 años porqué el estado si ofertaba divisas y lo demostraba publicando los listados, mientras que a partir del gobierno de Maduro nadie sabe que hicieron con los dólares de la nación, es decir: se los robaron, todo esto, tomando en cuenta además, que cuando Chávez estableció el control cambiario el precio de barril de petróleo se situaba alrededor de los 20 dólares apenas, muy por debajo del precio que ha tenido Maduro. Si el interés de los del alto gobierno fuese el país, ante semejante fracaso ya hubiesen explorado otras vías distintas. El Dicom y el control cambiario son la caja negra de la cúpula del alto gobierno civil y militar. Por el bien del país, deberían pensar en Venezuela por primera vez en 6 años: o establecen un mecanismo cambiario que sea transparente, eficiente y libre de la corrupción gubernamental o liberen de una vez el dólar, demás está repetir que si no lo liberan el Petro está destinado el más rotundo fracaso, porqué no existe el más mínimo incentivo para que nadie invierta en él.
El argumento gubernamental de que el Petro es mejor que las demás criptomonedas porqué cuenta con respaldo en petróleo es un argumento que vale muy poco o nada para quienes forman parte de la comunidad nacional e internacional vinculada a las criptomonedas. Casi ninguna criptomoneda tiene un respaldo tangible, y se han ganado el lugar que tienen gracias a la confianza: en generar confianza es que debería trabajar el gobierno para impulsar el Petro, y bloqueando cuentas bancarias a quienes trabajan con criptomonedas y decomisando equipos de alta tecnología nunca lo va a lograr, tampoco monopolizando todo lo relacionado al Petro y diciendo que están vendiendo Petros de los que nadie puede disponer pese a que está pagando por ellos.
¿Qué hacer?
En el marco de este complicadísimo escenario nacional de hiperinflación y pobreza, el lanzamiento de una criptomoneda por parte del estado es una excelente idea. Una criptomoneda nacional, pudiera convertirse en una herramienta para comenzar a sentar las bases de la salida de un abismo que hasta ahora parece no tener fin. Pero para que realmente se logre el objetivo es necesario cambiar radicalmente la direccionalidad bajo la cual están llevando al Petro, pensando no solo en ofrecer ingresos a la cúpula y sus allegados, sino servir como apoyo al Pueblo que vive una realidad cada vez más dura, es en este sentido que apuntan nuestras propuestas, las cuales exponemos aquí a fin de que sirvan como base para la construcción colectiva de la ruta que como nación debemos llevar en lo relacionado con este vanguardista instrumento financiero conocido como criptomonedas.
1- Legalizar de manera clara el uso de criptomonedas en Venezuela: La verdad es que el uso de criptomonedas en Venezuela no es ilegal, no es delito y no está penado por ninguna ley. Por el contrario, el Decreto Presidencial 3196 que oficializa la creación del Petro ofrece por antonomasia un marco legal para el uso de las criptomonedas. No obstante, ese marco legal hasta ahora es un tanto difuso, y quedan vacíos que deben ser claramente cubiertos para evitar abusos y robo contra quienes de manera honesta se dedican a actividades relacionadas a las criptomonedas. Una Ley de Criptoactivos, que rija de manera clara todas las actividades relacionadas a la materia sería un paso fundamental, pero siempre que esa ley no busque controlar y quitarle a la gente el fruto de su trabajo y su inversión, sino que por el contrario garantice el libre uso de las herramientas disponibles. Un enorme potencial se abriría en Venezuela si el gobierno diera un paso como este. Pudiera colocarse una red de cajeros automáticos que te entreguen bolívares descontando el saldo disponible en Bitcoins o Petros. Pudieran masificarse las tarjetas de débito y prepagadas con criptomonedas como Bitcoin y Petro. Los comercios, productores, comunas y demás se beneficiarían con este tipo de herramientas, sin duda sería un apoyo en un escenario hiperinflacionario en el que además existe el componente de la escases de efectivo, y en el que las plataformas bancarias muchas veces se muestran sin la capacidad necesaria para responder de manera satisfactoria a las necesidades de la gente, todo esto puede cubrirse a través del uso de las criptomonedas.
2- Democratizar el Petro: Sin lugar a dudas el primer paso que debe darse si se espera que el Petro llegue a tener éxito. Democratizar es hacer realmente del Pueblo la criptomoneda Petro. Se trata de abrir el compás y permitir de manera abierta que todo el que quiera pueda participar en la construcción del ecosistema Petro de la manera que quiera: si quiere montar un exchange que lo haga, si quiere vender en su tienda aceptando Petros que lo haga, si quiere vender online con Petros que lo haga, no más licencias solo para un grupito ni prohibiciones de ninguna especie: que el único requisito para montar cualquier cosa relacionada con el Petro sea ser venezolano o venezolana, sin importar en que parte del mundo se encuentre. En la medida en la que la gente pueda tomar parte en el ecosistema Petro en esa medida aumentará el volumen de transacciones que se realicen con esa criptomoneda, y en la medida que el volumen de operaciones en Petros vaya aumentando, en esa medida se va ganando el interés de los grandes inversionistas, es así como se va estableciendo una criptomoneda, en base a la confianza y al aumento de la cantidad de personas y entidades que la comienzan a usar, eso no se logra mediante imposiciones, eso se logra ofreciendo ventajas que generen interés por esa criptomoneda. El estado puede establecer un porcentaje de comisión por cada operación en Petros, y de esta manera garantizar ingresos por cada operación con la criptomoneda, en algunos exchange de Bitcoin este porcentaje es de 1% del monto de la operación, esto puede servir como referencia para el Petro, si bien el porcentaje luce pequeño, no se puede perder de vista que estamos hablando del tercer país del mundo con más operaciones en criptomonedas, y que de lograr posicionar al Petro pudiéramos hablar de miles de operaciones al día con montos que irían desde los más pequeños hasta sumas millonarias en divisas.
3- Utilizar las criptomonedas como arma contra inflación generada por el dólar: Siendo Venezuela uno de los tres países con el mayor volumen de transacciones en Bitcoins a nivel mundial, legalizar el uso de las criptomonedas muy posiblemente produciría un duro golpe contra el dólar. Veamos: supongamos que usted en estos momentos produce computadoras en Venezuela, y para eso necesita importar algunos componentes desde Dinamarca. En este momento lo que ocurre es que usted tiene que acudir al mercado paralelo en Venezuela para adquirir dólares, los paga al precio que se los pongan y luego con esos dólares usted paga para importar la mercancía que necesita, lo cual incide en el aumento de la espiral inflacionaria, porqué lo está haciendo a través del mercado de dólares, y de esta manera impulsando aún más la subida del precio de esa divisa en Venezuela. Pero si el uso de criptomonedas en Venezuela estuviese garantizado y protegido por la ley, lo que ocurriría es que usted tendría la facilidad de hacerlo a través de alguna criptomoneda sin tener que comprar divisas en el mercado paralelo, por ejemplo, usted cambia su dinero a Bitcoins, y paga directamente en Dinamarca través de los Bitcoins, ya sea a través de la misma criptomoneda o cambiando allá sus Bitcoins a moneda local y haciendo el pago a través de entidades bancarias en Dinamarca, el hecho es que usted está realizando su pago sin tener que acudir al mercado de dólares en Venezuela. A la larga, puede ocurrir que todo el que necesite pagar cosas afuera va a comenzar a hacerlo de la misma manera, y eso, bajo la conocida ley capitalista de oferta y demanda, pudiera abrir el camino hacia la estabilización del precio del dólar, dado que cada vez menos gente lo va a comprar porqué ya no le va a hacer falta. Eso también se pudiera hacer con el Petro, usted cambia su dinero a Petros y luego paga en otro país ya sea con los Petros o cambiando los Petros al destinatario del pago a su cuenta bancaria en otro país, y si ese país hace caso a las sanciones contra el Petro sencillamente puede cambiar sus Petros a Bitcoins en las casas de cambio y paga allá en Bitcoins, o cambia estos a moneda local del país en el que tenga que pagar, pero sea con la criptodivisa que sea, el hecho es que tienen la capacidad de sustituir el uso del dólar como divisa para los pagos fuera de Venezuela y eso puede provocar la estabilización del precio del dólar aquí.
4- Explotar el potencial de las criptomonedas para la evasión de sanciones: Para una potencia extranjera como el gobierno de los Estados Unidos resulta algo bastante sencillo bloquear y sancionar una criptomoneda como el Petro, dado que absolutamente todo lo relacionado con esta criptomoneda está controlado por el gobierno de Venezuela, sin ninguna clase de incentivo ni participación de nadie… Pero intentar controlar una criptomoneda como el Bitcoin ya no resulta tan sencillo, empezando porqué se trata de una cripto establecida, que tiene millones de usuarios en todo el mundo, y que no está controlada ni centralizada por nadie. Nadie ha logrado detener el Bitcoin, ningún gobierno ha podido, mucho menos se pudiera con otras criptos más especializadas en eso como el Monero. Apoyarse en el uso de las criptomonedas para asumir los pagos que haya que afrontar en el extranjero por parte del gobierno nacional es una posibilidad real. Sin necesidad de andarlo boconiando ni gritando a los cuatro vientos en cada discurso, este mecanismo puede ser de gran ayuda para la nación. Y tal como dije en un punto anterior el Petro puede jugar un papel importante en este sentido, pero solo si se libra de los lastres que le hacen poco competitivo.
5- Establecer impuestos para las actividades con criptomonedas: Por un lado impuestos para la minería de criptomonedas, tomando en cuenta el alto nivel de consumo eléctrico y el impacto ambiental. En cuanto a la compra y venta de criptomonedas (trading) dado que resulta sumamente complicado establecer de manera exacta los ingresos por dicha actividad, puede establecerse un impuesto anual fijo, de uno o dos Petros, y que quien paga su impuesto pueda realizar sus actividades sin ningún problema con los entes gubernamentales. Esto representaría un ingreso altamente considerable para las arcas del estado tomando en cuenta la cantidad de personas que desarrollan estas actividades en nuestro país y tomando en cuenta además que ese número de personas todos los días crece. Pero para que la gente esté ganada a participar en esto debe trascender el temor generado por el recurrente accionar del estado y los cuerpos policiales, muy pocos serian quienes se registren para pagar nada si existe el temor de que en cualquier momento le van a quitar los aparatos o alguien va a decidir que ya no es un impuesto sino que ahora será la mitad de sus ingresos o quien sabe cuánto. Es fundamental que el estado se gane la confianza de la comunidad vinculada a las criptodivisas, esto no solo va a representar un hecho favorable para dicha comunidad, sino para el propio gobierno que obtendría ingresos mucho mayores si se apoya en la confianza de la gente.
6- Impulsar un Plan Nacional de Inducción a las Criptomonedas y el Blockchain: Esto no representa algo muy complicado, con un taller de una cuantas horas cualquier persona puede comprender a la perfección cómo funcionan el Blockchain, las Criptomonedas y cómo puede usar esas herramientas para su beneficio en el día a día, e incluso, comprender también como esta tecnología puede servir de apoyo para la construcción de un modelo económico que garantice el desarrollo de la nación y que esté libre de la hegemonía del gran capital.
Hace décadas, cuando inventaron los cajeros automáticos, al comienzo mucha gente no sabía cómo funcionaban hasta que poco a poco todo el mundo se fue adaptando, y todos terminaron disfrutando de los aportes de esta nueva tecnología, igual ocurrió cuando comenzaron las transferencias bancarias por internet, mucha gente al principio no sabía cómo se hacía y les costó adaptarse, hoy en Venezuela es muy raro que exista alguien que no realice algún pago a través de transferencias al menos una vez a la semana. La tecnología Blockchain y las criptomonedas ya son una realidad en expansión en todas partes, y apuntan a convertirse en el eje de las operaciones financieras a nivel mundial, quien se suba en esta ola en estos momentos tendrá una gran ventaja en los años por venir, de esto puede apoyarse el Gobierno, pero también las comunas, los pequeños productores, los pequeños comerciantes, los trabajadores y todo aquel que participe de la actividad económica de la nación. Las grandes crisis en las sociedades también representan grandes oportunidades para quienes tienen la capacidad de tomarlas, en este momento el Gobierno tiene la oportunidad de marcar un avance trascendental en la historia de la humanidad, pero para lograrlo tiene que dar el paso de impulsar políticas que vayan no solo en beneficio de un grupito que trata de monopolizar todo a través del control del estado, sino que sean políticas que vayan también en función del desarrollo económico del país, de las fuerzas productivas y sobre todo en función del bienestar el Pueblo.