Hay que solucionar los problemas morales o distorsiones que han emergido en los mercados venezolanos en los últimos años, específicamente desde septiembre de 2014 cuando el Gobierno comenzó a denunciar la existencia de una "guerra económica" con fines políticos.
Han sido diversas las perturbaciones externas e internas que han surgido en el marco de esa guerra, que se dan en los mercados, que es multimodal, valga decir, que son guerras de mercados: comercial, cambiario, laboral, de bienes y servicios, de dinero, entre otros. Que han creado una inercia propia de indicadores negativos en el marco de la "sociedad de mercado" en que vivimos, donde todo tiene precio, donde todo tiene un valor monetario, desde trámites burocráticos hasta la forma de relacionarse entre el Estado, los empresarios y la sociedad civil, que genera secuelas y afecta a muchas personas que no tienen o no les alcanza para poder pagar una vida mejor. Una situación que es medible a través de los dos termómetros -morales- de la economía postmoderna, es decir, de las relaciones humanas en la "sociedad de mercado" en que vivimos: la inflación y la desigualdad.
En ese sentido, el gran dilema que enfrenta la revolución bolivariana de inicios del siglo XXI es "moral": ¿Cómo contener los efectos perniciosos que generan en la sociedad venezolana las perturbaciones económicas en el contexto de una guerra económica? He allí un problema gerencial, de conocimiento y ético en lo económico que deben resolver los políticos en el poder durante el año 2019 antes que ocurra una implosión social irreversible, que es el escenario apuesta de los líderes opositores y del Imperio del Norte como solución a nuestros males económicos.
De seguro, muchos se preguntarán si debemos preocuparnos por la tendencia política y económica a la que se enrumba nuestro país. Otros se preguntarán ¿Acaso no es más importante el poder político que el económico? ¿Ya la revolución bolivariana no tiene el control pleno del primero? ¿Quiénes mandan en nuestro país: los políticos, los militares, el pueblo o los empresarios? ¿Quiénes inciden en los precios de mercado en Venezuela: el Gobierno, los empresarios, los "bachaqueros", los incrementos salariales, factores externos, el dólar paralelo o la corrupción cambiaria?
Finalmente, ¿Qué aspectos de la economía nacional debe dejárseles de una vez por todas al libre mercado y qué otras cosas no deben regirse por cuestiones mercantilistas que requiere de la abierta participación del Estado? Son preguntas cuyas respuestas aún siguen siendo borrosas.
Lo cierto es que los venezolanos siguen esperando respuestas. Viven quejándose por doquier porque padecen la crisis a diario, del uso ilícito de los principios del mercado, han vivido entrando y saliendo de la pobreza económica cada dos meses o cuando el gobierno nacional sorprende con nuevos anuncios de incrementos de salario mínimo, emisión de bonificaciones o subvenciones de bienes y servicios, que los especuladores cambiarios y manipuladores de precios de los bienes esenciales se los vuelven añicos en pocos días, imponiendo una especie de "ley de la selva", donde el más fuerte se impone sobre el más débil, el que tiene la mercancía o servicio le impone al que lo demanda un precio especulativo que le garantiza su sobrevivencia al estado hiperinflacionario que padecemos producto de una sensación de impunidad económica reinante en la actualidad.
Esta situación mantiene a los venezolanos relacionándonos en mercados "negros" de manera permanente, ya sean cambiarios, de bienes y servicios, de subsidios gubernamentales, de obtención de dinero -efectivo-, para medicina y transporte público, entre otros servicios. En estos casos, el más débil es el trabajador de a pie, el pensionado, jubilado, la ama de casa, valga decir, el necesitado, el convaleciente. Una situación totalmente alejada de los principios de solidaridad, hermandad, comunitarismo, de defensa de los derechos humanos que son propios de sistemas políticos de tendencia humanistas o socialistas.
Como consecuencia, se ha generado una transferencia enorme de capitales de la sociedad civil a la sociedad económica, empresarios privados -legales e ilegales- y al propio Gobierno por la vía de impuestos. Situación sin precedentes históricos. Generando una cultura de empobrecimiento colectivo, fuga de cerebros, cierre de empresas, desinversión productiva y escasez continuada que ha sido atendido a través del endeudamiento -interno y externo-, impresión de dinero inorgánico, asistencialismo e importaciones continuada. Lo que devela un cuadro ético - económico crítico a inicios del año 2019.
Las tendencias de las estadísticas no mienten, veamos algunas.
CUADRO Nº 1: INDICADORES ECONÓMICOS BÁSICOS 2018 (En Bolívares Soberanos)
Variación enero a diciembre 2018
Tendencia: |
En-Dic 2018 Var % |
Incremento salarial 2018 (Integral de Bs.S. 7,98 a 4.950) incluye cesta tickets. |
61.968% |
Caída de los Precios del petróleo (De 46,24 a 45,9 US$/B) |
-0,7% |
Caída producción petrolera (De 1,9 a 1,2 MM barriles diarios) |
-36,8% |
Incrementos Liquidez M2 (En.-Oct 2018) (1.772 a 236.442 millones de bolívares soberanos) |
13.236% |
Caída de Reservas Internacionales (De 9.780 a 8.833 Mil MMUS$) |
-9,7% |
Incremento Tipo de Cambio oficial-2018 (De 0,03 a 636 Bs.S./US$) |
1.902.993% |
Incrementos Dolartoday 2018 (De 2,36 a 780 Bs.S./US$) |
32.981% |
Variación inducida de precios estimada (sector alimentos): Del 01/01 al 31/12/18: Del 20/08 al 31/12/18: |
229.241% 3.500% |
Cálculos propios con base a información del BCV, Dolartoday.com, MMPPP, entre otros.
Ante ese cuadro se plantean soluciones integrales sobre la base de nuestra propia realidad, las propias afecciones, perturbaciones externas e internas, sin recetarios ni asesores externos que expliquen nuestra propia realidad. En el próximo artículo se presenta formalmente las propuestas para superar esta crisis económica que nos mantiene entre las economías más inflacionaria, improductiva, corrupta, desigual o pobre del mundo. ¿Eso es producto de la Guerra económica? Está bien, lo acepto, pero hay que hacer algo para salir victorioso en las distintas batallas que se dan en los mercados para que el trabajador no siga siendo la gran víctima o el daño colateral del conflicto económico.
#victimastoday #vamosAtriunfar
Correo: agiussepe@gmail.com