Esa es la burbuja en la cual viven muchos venezolanos y venezolanas

¿Cómo una sociedad puede estar tan desconectada de la realidad, viviendo en su propia burbuja, destruyéndose a sí misma por vivir en esa burbuja?

Siempre he adorado a Venezuela, desde la primera vez que llegué aquí en los años 1970 para trabajar como misionero en algunos de los barrios más desposeídos de Caracas, y después en las (entonces) selvas de Barlovento.

En aquel tiempo, los curas me decían:

"Mire todas esas antenas sobre los ranchos, tienen televisores de color pero nada para comer, no tienen dinero para alimentar su familia pero siguen haciendo hijos, y no quieren educarse, si se educarían no vivirían así."

Yo les respondía algo al estilo de:

"Bueno, es que ellos trabajan 6 o 7 días la semana como esclavos, explotados, abusados, trabajan para gente como ustedes, ricos y gente de las clases media y media altas, lavándoles a ustedes sus interiores y baños, planchando su ropa, haciendo su plomería, electricidad, albañilería, y carpintería, salen a las 4 y 5 AM todos los días y regresan a las 7 y 8 de la noche, entonces, ¿Qué más van a hacer excepto relajarse un poco frente a la televisión o hacer hijos antes de dormir y levantarse otra vez a las 4 AM? Y díganme ustedes, ¿Cuando precisamente creen ustedes que ellos podrían estudiar? ¿Entre las 10 PM y 4 AM? ¿Y cómo pagarían esos estudios? ¿Ah? ¿Para hacer qué después con esa educación si siempre serán considerados pobres, Negros, e Indios por gente como ustedes?"

En aquel tiempo, el pobre no vivía una vida digna, no podía, en general no tenía cómo salirse de la miseria, hasta que llegó Chávez y que durante unos 10 años entre aproximadamente el 2003 y el 2013 la inmensa mayoría de los pobres, un 80% de la población aproximadamente, por fin pudieron gozar de un salario digno de entre aproximadamente $300 y $500 mensuales por 5 días de trabajo la semana en vez de seis o siete, una vida digna, con servicios públicos dignos, y con educación y salud de buena calidad.

Pero ahora, bajo el miserable mando de Maduro, nos encontramos otra vez en los años 1970 donde más o menos el 80% de la población venezolana hoy vive de manera no digna con un salario mensual no digno de alrededor de $5 mensuales, o tal vez $10, con muy pocos servicios públicos funcionales dignos, sin medicina, y sin suficiente comida para satisfacer las necesidades más básicas del cuerpo humano para mantenerse en buen estado físico y mental (para así poder evolucionar, desarrollarse, crecer).

Bajo la miserable dirección de Maduro la corrupción y la criminalidad ha aumentado dramáticamente, la indolencia, el descuido, el individualismo, el egoísmo, la codicia, la avaricia, el abuso, la explotación sin límites, y la maldad generalizada han incrementado exponencialmente.

Bueno, lo que quiero decir es que en general, la mala gestion de gobierno atrae la miseria, la miseria atrae el desespero, y el desespero atrae el mal, o lo malo.

Recuerdo perfectamente en los años 1970 cuando el pobre --- viviendo en tremenda miseria ---quería imitar a los ricos y a las clases media y altas para así sentirse de alguna manera más valorizado, real, digno, el pobre compraba ropa de marca para lucirse en vez de gastar ese dinero en comida u otras necesidades básicas, el pobre a veces imitaba la maldad de las clases media y altas, cosas como la viveza criolla, el acaparamiento, la especulación, etc., pero no era algo generalizado como lo es hoy bajo el mando de Maduro.

Hoy estamos en lo mismo, pero peor todavía, el pobre ahora a menudo imita y copia de degradación moral de las clases corruptas y enriquecidas, para ser como ellos, pero utilizando las mismas bajas tácticas contra su propio pueblo.

El pobre abusando del pobre, el pobre engañando al pobre, el pobre robándole al pobre.

EJEMPLOS:

Ayer en la playa le pregunté a un pobre que vendía cocadas (dulces de coco hechos en casa) a cuanto las vendía, y me dijo que a 2000 Bs. cada una, y yo le respondí que no tenía efectivo, y enseguida, él mirándome, dándose cuenta que tengo un "acento" extranjero, me dijo, "... o, un dólar cada uno."

Casi que lo lancé al mar.

¡Estafador!

¡Un pobre estafando a otro pobre (yo)!

¡2000 Bs. en este momento equivale a 50 centavos de un dólar estadounidense, no a 1 dólar!

¡Estafador!

El tipo, suponiendo muy equivocadamente que yo tenía dólares, se aprovechó, con esa sonrisa de cara de _________, así como cualquier típico comerciante venezolano de las clases media y media altas que andan robando al pobre todos los días.

Ese pobre vendedor de cocadas imitando a su opresor.

Pobre contra pobre ahora.

Bueno, pensando que me iba a agarrar por pendejo, lo que este tipo no sabía --- pero yo sí sabía --- es que un dulce de chocolate al estilo de Snickers, producido en una fábrica y empaquetado profesionalmente, en un ambiente salubre, cuesta en EEUU alrededor de 75 centavos de un dólar, y este abusador de vendedor de cocadas, solo por su codicia, me iba a cobrar 1 dólar por una cocada producida en condiciones insalubres en alguna casa, no empaquetada, y llenas de moscas y no se sabe qué más.

Su cocada no valía más que unos 20 centavos, o alrededor de 800 Bs.

Ver: https://www.target.com/s?searchTerm=snickers

Este tipo, así como tantos otros, está viviendo en una burbuja de fantasía, no sabe lo que hace, no sabe el valor de las cosas, es solo la codicia que manda, nada más.

Eso es lo que está pasando hoy aquí en la Venezuela "prospera" de Nicolas Maduro, así lo veo, así lo interpreto, así lo vivo, todos los días.

Esta no es la única vez que he escuchado a un venezolanos o venezolana relacionando el dólar estadounidense con cosas, pero de manera totalmente desproporcionadas y totalmente fuera del contexto real del valor del dólar estadounidense con relación a la realidad.

Cuando fui violentamente secuestrado y casi matado en Guiria (Venezuela) en junio del 2015, mientras me tenían amarrado como un cochino, y mientras me daban golpe tras golpe durante 4 horas con sus machetes, turnándose, y mientras revisaban la casa, destrozándola, buscando dólares, me gritaban una y otra vez, machetazo tras machetazo, "¿Dónde están tus dólares, tus miles y miles y miles de dólares."

En sus pobres mentes emburbujeadas ellos se imaginaban miles y miles y miles de dólares, así como aquí en Venezuela uno puede imaginarse miles y miles y miles de bolívares, como si fuera la misma cosa, pero no lo es, por nada.

Son dos cosas totalmente distintas.

Aquí en Venezuela por ejemplo, 500.000 Bs. equivale a solo $125, o aproximadamente el salario de un obrero de un solo día en EEUU.

Esos secuestradores vivían en esa misma burbuja del vendedor de cocadas.

El otro día una joven venezolana que conozco dijo algo al estilo de, "Quiero comprar esa casita, y solo están pidiendo $ 28.000," pero ella se gana solo $10 mensuales (unos 40.000 Bs mensuales), lo cual significaría que ella tendría que trabajar durante 233 años antes de poder pagarse esa casita.

Ella vive en esa misma burbuja.

Desafortunadamente, en base a lo que yo puedo ver y entender, esta es la burbuja en la cual vive hoy la mayoría de los venezolanos y las venezolanas, y en particular aquellos y aquellas que jamás han vivido en el extranjero para experimentar en carne propia lo que es una sociedad bien organizada y mejor balanceada.

Por eso estamos como estamos, si la mayoría de la población vive pensando de esta manera, bueno, entonces nada jamás funcionará como debería ser porque así no puede existir ningún equilibrio económico ni social ya que cada quien crea o inventa su propia manera de evaluar el valor de las cosas que componen una sociedad, es más, y muy desafortunadamente, la mayoría de las veces lo hacen en base a la codicia.

Hay muchos lectores que me han preguntado cuanto tiempo creo que Venezuela se demorará en recuperarse de este catastrófico desastre, y yo les he dicho que en mi estimación se demorará entre 50 y 100 años (más cerca de 100) debido a la tremenda descomposición social y el daño acumulado, el cual sigue acumulándose.

La arbitraria valorización en base a la codicia: Esa es la burbuja en la cual viven muchos venezolanos y venezolanas.
 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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