La Nueva Expresión Monetaria que inició el 01 de octubre de 2021, les vuelve a traer una sensación temerosa, de algo ya vivido, no a los venezolanos. Un verdadero déjá vú representa el comportamiento irresponsable, oportunista y conspirativo lo que los trabajadores y trabajadoras venezolanas han experimentado los primeros cuatro días de la puesta en marcha de esa nueva medida monetaria aplicada por el gobierno de Nicolás Maduro. Algo que ya lo vivimos en el pasado.
FEDECÁMARAS DETRÁS DE LOS BASTIDORES
El gremio empresarial Fedecámaras vuelve a estar detrás de la ola especulativa que desatan sus agremiados cada vez que el Gobierno de Nicolás Maduro implementa un cambio en la economía venezolana.
Con la Nueva Expresión Monetaria que entró en vigencia el pasado 01 de octubre de 2021, el dólar paralelo se incrementó en 22% desde el 28 de septiembre al 01 de octubre, pasando de Bs. 4,2 a 5,1 por dólar. Inmediatamente, se desató por las redes sociales una ola de denuncias que los comerciantes al detal en supermercados, bodegones, panaderías, licorerías, abastos, entre otros, muchos agremiados en Fedecámaras, estaban especulando, disparando los precios de los bienes y servicios hacia el alza. Algunos tomaron como referencia el valor del dólar paralelo para fijar precios y otros simplemente aumentaron sus precios ofrecidos en dólares. Incluso, hay casos donde el dólar paralelo lo cobraban a 7 bolívares.
Este gremio empresarial liberal viene insistiéndole a la Mesa de Negociaciones de México que acepten sus servicios de asesorías en el tema económico como parte de la agenda política. Incluso, el 15 de septiembre de 2021, plantearon incluir en las negociaciones la forma de distribución de la asignación hecha por el FMI al Gobierno de 5 mil millones de dólares en Derechos Especiales de Giro (DEG).
Hay que recordar que desde su fundación en 1944, Fedecámaras siempre ha aprovechado los acuerdos políticos nacionales para sacar provecho y beneficios para los sectores empresariales privados que ellos agrupan. Se han sentido con el "derecho legítimo" de tener que ser considerados por la sociedad política venezolana para usar los recursos provenientes de deudas para sus beneficios mientras que el resto de la sociedad trabaja para pagar la deuda y sus intereses. Como vemos, han aprovechado el destino de los fondos provenientes de endeudamientos públicos para el goce y usufructo de sus agremiados bajo el argumento que es para "estimular" o "apalancar" el aparato productivo nacional.
En esta oportunidad ellos insisten, que "no podemos ser indiferentes ante el clamor de acuerdos en pro del bienestar colectivo. El país necesita respuestas". Pero la respuesta que ellos siempre esperan es que se les garanticen mayores beneficios para la élite empresarial que representan y muy poco defienden los derechos de la clase obrera nacional.
Como ven, muchas veces declaran en nombre del intereses nacional para presionar al Gobierno, pero actúan y conspiran contra el Gobierno Revolucionario. Plantean "un acuerdo que genere la confianza requerida por los actores económicos nacionales e internacionales para una Venezuela productiva", pero siempre han jugado a la desestabilización y a la manipulación de los precios (inflación inducida) a fin de derrocar al gobierno de Maduro, electo democráticamente. Ese ha sido el comportamiento de los gremios empresariales opositores en los últimos 20 años.
EL DÉJÀ VÚ ECONÓMICO NACIONAL
Lo cierto, es que aún no le han dado respuesta a las solicitudes de Fedecámaras para el reparto entre empresarios de los 5 mil millones de dólares depositados en las reservas Internacionales. Pero, con la entrada en vigencia de la nueva medida monetaria, hemos visto como inmediatamente sus agremiados se lanzaron a especular sin cesar por medio del incremento de los precios de los bienes que ellos producen y distribuyen en el país.
De manera reiterada, han aplicado la misma estrategia conspirativa contra la economía y el poder adquisitivo de los trabajadores: incrementan los precios al mismo ritmo que lo imponen los administradores del dólar paralelo. De esa forma, Fedecámaras, como gremio empresarial, ha participado y han sido cómplices de la escalada de conflictos y afectaciones económica diseñadas desde la Casa Blanca contra nuestro país.