El primero de mayo de este año el Presidente Nicolás Maduro prometió cancelar un BONO de 10 mil bolívares digitales a todos los trabajadores que el estado jubiló entre enero de 2018 y mayo de 2022. Hasta hoy, después de transcurridos 135 días ningún trabajador jubilado ha recibido por concepto del bono en cuestión un centavo, bien sea en bolívar digital o en dólar.
Por lo visto esta promesa tiene desde mi percepción dos lecturas en otras que el lector pueda construir. La primera, es, un hecho demagógico. La segunda, se produjo sin previo análisis y estudio de los fondos o recursos financieros que garantizarían su cancelación. Además, su implementación originó contradicciones entre los representantes del gobierno nacional. El presidente Maduro, por una parte anunció que el bono se cancelará en "tres cuotas" sin indicar un calendario de pago y, después, la Vicepresidenta Delcy Rodríguez, informó que se cancelaría en 12 meses, emulando a los comerciantes que vendían productos por cuotas. La contradicción entre ambos integrantes del Ejecutivo Nacional fue evidente.
Los días transcurren y hasta hoy ningún jubilado de ese segmento pequeño, la población objetivo, que representa el 2.4% del universo de jubilados de país, que se eleva a 5 millones de personas, no ha recibido, ni por cuotas, ni en su totalidad, el beneficio por los años de servicio prestados a la nación anunciado por el Presidente Maduro el día de los trabajadores.
Aún más, es necesario que se tenga presente la conversión de la moneda en el momento actual. Los 10000 bolívares digitales anunciados para los 120 mil jubilados beneficiados, en el mes de mayo alcanzaban a los 2.188 dólares, en la actualidad, septiembre, ese monto ha sufrido una desvalorización significativa y baja a 1.250 dólares, en otros términos se ha depreciado un 42.88 % su valor en el mercado.
Al mismo tiempo la canasta alimentaria del mes de agosto de acuerdo a la Oficina Venezolana de Finanzas-OVF se cotizó en 371 dólares, lo que implica que para adquirirla, según el valor del dólar actualizado se requieren 23 salarios mínimos. Así mismo es necesario reseñar otros indicadores de referencia que establecen para ese mismo mes una inflación del 17.3 %, 12 puntos más que el mes anterior, Una inflación acumulada entre enero y agosto de 2022 de 90 % y un salario mínimo de 16 dólares.
Lo cierto es, que después de cuatro meses y medio parece ser que la promesa, como promesa al fin, está relacionada con aquella frase religiosa que en un momento el presidente Maduro parafraseando a Abrahán, expresó "Dios Proveerá". Aquí valga acotar: Cristo viene y los cristianos desde hace más de 2 mil años lo siguen esperando y los jubilados también siguen esperando que le cancelen el bono devaluado de los 10 mil bolívares.
En fin, con el aumento del valor del dólar, el aumento de la UT a 0.40, el aumento de los precios y la especulación, sin control, de seguir pasando los meses y el gobierno no cumple con su promesa de cancelar el bono que la población objetivo no pidió, sino que el Presidente Maduro prometió, se espera que el segmento de los jubilados indicados antes del 2024, reciban ese beneficio revaluado, que por justicia se lo merecen.