Núcleo de la UDO en Sucre...amor con amor se paga

Es como para preguntarse: ¿Quién lo iba a creer? El incendio de un depósito de químicos paraliza el Núcleo primigenio de la UDO desde el 21 de marzo. Una comunidad de 17 mil estudiantes aguardan por un reinicio que ya se convierte en incertidumbre. Mientras profesores, obreros y empleados que para el momento esperaban el asueto de semana santa, son testigos de una forzada y poco agradable vacación. Posiblemente cuando se reinicien las actividades cumplamos casi tres meses de inactividad académica, que es vida y corazón de cualquier institución educativa.

Este lamentable percance me permite asomar algunas conclusiones en relación a la vigencia de la UDO y su inserción en la vida regional. Lo voy a decir de manera clara y sencilla: parece que vamos por caminos diferentes. La insensibilidad nos atrapó. La solidaridad escasea en tiempos de revolución. Y de la responsabilidad, ni hablar. Por ejemplo, ¿dónde está la presencia oportuna del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria? ¿Dónde están sus representantes regionales?

Lo que acontece en el Núcleo de Sucre de la UDO es un problema de estado. Mejor dicho, del estado venezolano. Ya lo decía en un artículo publicado a mitad de semana, sus autoridades, encabezadas por el decano William Senior, han tocado las puertas a su alcance, quizás falten algunas. La respuesta ha sido lenta y muy calculada, lo que ha permitido prolongar la agonía en un campus desguarnecido y a merced del pillaje.

No es menos cierto que este lamentable accidente desnuda la relación UDO-Comunidad. Lo que en otros tiempos fueron lazos estrechos y mutua preocupación, ahora se convierte en un inexplicable distanciamiento que debe ser revisado y corregido de manera urgente. Creo no equivocarme si digo que cada habitante del estado Sucre tiene una estrecha relación con la UDO. Alguien de la familia se graduó, trabaja o se relaciona directa o indirectamente con esta institución. Preguntas a responder: ¿Qué ha pasado?, ¿Por qué tanta indiferencia? ¿Por qué nos distanciamos?

Ya lo decía. El gobernador Maestre y casi todo su tren de gobierno se graduaron en la UDO. Los alcaldes Rafael Acuña y Rafael Emilio Barrios, también. Aquí estudian centenares de jóvenes de los quince municipios y profesionales de todo el país cursan postgrados. El momento nos dice que por encima de mezquindades, desidia, descuido, olvido o desamor al Núcleo de Sucre hay que tenderle la mano, porque tiene un puesto bien ganado en el corazón de los sucrenses. Los hoy solitarios pasillos reclaman presencia y algarabía. ¡Ni un minuto más las puertas cerradas al saber que es progreso y revolución! Amor con amor se paga. ¿No es así?

juan_azocar@hotmail.com


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Juan Azócar


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